Inusitado paisaje que dominas
la vista intensa con sutil semblanza,
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nos deleitas como no imaginas
mientras que nos embriaga tu fragancia.
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Tu césped verde, árboles y flores,
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¡qué maravilla de naturaleza!,
aves que cantan de muchos colores,
¡embelesado estoy con tu belleza!
Dando gracias a Dios caeré de hinojos
rogándole cuidemos tus encantos
del gran legado de la tierra extensa.
De disfrutarte con mis propios ojos
y haberme seducido con tus cantos,
nunca podré pagar la dicha inmensa.
José Miguel Ángel Hernández Villanueva.
Correo: [email protected]
Tijuana, B.C.
