Como en los tiempos del ex procurador Rommel Moreno Manjarrez, la falta de gasolina en la Procuraduría General de Justicia del Estado ya se hizo notar en la dependencia y se han restringido al mínimo los gastos de movilidad. Desde noviembre comenzaron con complicaciones y, aunque aún no ha influido en los gastos operativos, los temas administrativos, comisiones o cualquier salida de algún municipio, han sido restringidos. Según cuentan en los pasillos de la dependencia, la situación ha llegado a tal grado que sólo la procuradora Perla del Socorro Ibarra tiene la facultad para autorizar el uso de combustible que -en teoría- estaría presupuestado para cubrir hasta el último día del año (por cierto, señalan que la señora aprovecha la escasez en el combustible para no salir de Mexicali). En esas condiciones, en la PGJE sostienen grandes complicaciones para realizar traslados. Además, al cierre de esta edición, la Secretaría de Planeación y Finanzas no había emitido el pago correspondiente a la catorcena de los trabajadores de base y de confianza, que habitualmente se realiza a las dos de la tarde del jueves, lo que se suma a la falta de pago de aguinaldos a la tropa operativa y personal de confianza, lo que tampoco presenta una pronta solución. La preocupación del gobierno era cubrir los adeudos con el personal de base, pero existe un gran porcentaje de personal de confianza que percibe apenas los 10 mil pesos, los cuales tampoco ven un futuro prometedor para cerrar el periodo decembrino.
