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martes, octubre 1, 2024
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Carlos ‘El homicida serial de Ecatepec” (Tercera y última parte)

Los crímenes secretos tienen a los Dioses por testigos

Francois Marie Arouet

 

Bajo el pretexto de que la también imputada, Patricia, vendía bisutería y llamaba a las “víctimas” seleccionadas por Juan Carlos para que fueran a su casa y ahí examinaran los objetos de su agrado, lo cierto es que las víctimas nunca aparecían y eran reportadas por sus familiares como desaparecidas.

Durante el proceso de la integración de la carpeta de investigación se evidencio que en varios casos existía el mismo patrón. Es decir, las víctimas se extraviaron en la misma zona y sus familias cuentan que antes de desaparecer dijeron que comprarían ropa o bisutería y esta fue una de las pistas para ubicar a Juan Carlos ‘N’ y Patricia ‘N’.

Los policías que investigaban la desaparición de tres mujeres, una de ellas con su hija de dos meses de edad, encontraron que las víctimas se habían reunido con Patricia. Revisaron entonces la lista de llamadas desde sus teléfonos celulares y descubrieron que las tres habían estado en la casa de la pareja antes de ser reportadas como desaparecidas.

Los investigadores vigilaron la casa de la calle Playas de Tijuana #530 durante varios días para establecer los hábitos de Juan Carlos ‘N’ y Patricia ‘N’.

El pasado 4 de octubre la pareja salió de la casa con una carriola y algunas bolsas de plástico, los policías se acercaron y descubrieron que, en realidad lo que llevaban eran restos humanos. Al revisar la vivienda encontraron más cubetas, cajas de cartón, y bolsas con más restos humanos. Lo mismo ocurrió en la otra casa donde la pareja pretendía mudarse. Juan Carlos confesó, “sin remordimiento” que asesinaba a mujeres como venganza porque cuando era niño su madre lo obligaba a vestirse como mujer. También habla del profundo odio hacia las mujeres y menciona el episodio en que una ex pareja lo abandonó. “Si yo no fui feliz, nadie lo va a ser” e insiste “si salgo de ésta, de una vez le digo a los patrones –señalando a los agentes que atestiguan el interrogatorio– voy a seguir matando mujeres”. También dijo que habían vendido a la bebé de una de sus víctimas en quince mil pesos, la pareja que la adquirió, también fue detenida.

Los análisis psicológicos revelan que el probable homicida padece de un trastorno mental tipo psicótico y alteraciones de su personalidad. Patricia tiene retraso mental desde su nacimiento, así como un delirio inducido probablemente por su pareja. Sin embargo, ambos tienen capacidad para distinguir entre el bien y el mal por lo que se considera que, legalmente son responsables de sus actos.

 

Benigno Licea González es Doctor en Derecho Constitucional y Derecho Penal. Fue Presidente del Colegio de Abogados “Emilio Rabasa”, A. C. Correo: liceagb@yahoo.com.mx

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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