Xavier Velasco celebró los primeros quince años de las aventuras de Violetta. De la obra ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2003, se han impreso más de 300 mil ejemplares. “Violetta es la expresión de la libertad”, dijo el autor a ZETA
Tras cumplir sus primeros 15 años, “Diablo guardián,” de Xavier Velasco, se ha convertido en un best seller de la literatura contemporánea, novela con la que el escritor ganó el Premio Alfaguara 2003 y de la cual se han impreso más de 300 mil ejemplares.
Para Velasco, 2018 ha sido un año emblemático, pues se transmitió en la pantalla chica (vía Amazon Prime Video) la serie “Diablo guardián”, basada precisamente en las peripecias de Violetta.
Producida por Amazon Prime Video y adaptada por María López Castaño y Catalina Aguilar Mastretta, entre otros, “Diablo guardián” es protagonizada por la actriz Paulina Gaitán en el papel de Violetta; Adrián Ladrón como Pig y, por supuesto, no pudo faltar el villano Nefastófeles, encarnado por Andrés Almeida.
“El hecho de que haya salido la serie ‘Diablo guardián’ le dio un poco más de vigencia a Violetta y a ‘Diablo guardián’, y estoy muy contento; para mí la serie es como un gran infomercial del libro, de acuerdo a mis intereses, porque a mí lo que me interesa es que lean, qué bueno que vean la serie, pero me interesa que lean el libro”, expresó a ZETA Xavier Velasco, a propósito de los 15 años de la publicación de “Diablo guardián”.
“Cuando me decían ‘oye, mira, estamos haciendo lo posible porque la serie sea lo más fiel posible al libro’, yo les decía ‘no te preocupes, si te despegas de ahí no importa’, porque me interesa que la gente que haya visto la serie todavía le falte mucho de saber con el libro, que no sea la misma cosa; estoy contento porque la serie respeta el espíritu del libro, pero si alguien vio la serie y no ha leído el libro, pues no saben ni la mitad”.
“VIOLETTA TRASCENDIÓ AL PREMIO”
En los primeros 15 años de “Diablo guardián”, se han impreso ediciones conmemorativas, empastadas o rústicas; incluso para conmemorar el XV Aniversario, Xavier Velasco presentó en 2018 una edición a cargo de Océano.
El ganador del Premio Alfaguara de Novela 2003 confesó a ZETA sobre su best seller:
“‘Diablo guardián’ anda pasando de los 300 mil ejemplares, lo cual me llena de satisfacción, de alegría; técnicamente un libro es best seller a partir de 200 mil ejemplares; por más que los autores digan que no les interesa ser muy leídos, eso no es cierto; por más que hablen con desdén de un libro que sea su best seller, bueno, yo sé que hay autores que supuestamente son especialistas en best sellers, pero aun en ese caso se necesita toda una técnica para atrapar al lector. En este caso esa técnica la acaparó Violetta; al libro le ha ido bien, estoy muy contento de que así sea, ha cambiado de editorial, sigue moviéndose el libro, me siguen pidiendo cosas de Violetta.
“Malcolm McDowell decía: ‘A mí me recuerdan por ‘La naranja mecánica’ y he hecho muchas otras películas, pero cuántos actores no querrían ser recordados por algo, maldita sea’; entonces lo veo así, no veo con vanidad ni tengo necesidad de que a todos mis libros les vaya igual.
“Para mí lo que importa es que un libro siga saliendo y siga siendo leído, ¿por cuánto? Por los que puedan ser, no es algo que me preocupe, que si one hit wonder o no one hit wonder, pues no les ha ido mal a los otros libros en gran parte por ‘Diablo guardián’, ¡hombre, sí, lo celebro!’”.
— ¿Esperabas que “Diablo Guardián” tuviera tantas reediciones, entre conmemorativas, empastadas, rústicas y ahora en esta edición que propone Océano?
“Yo en principio no esperaba nada, pero una vez que la novela ganó el Premio Alfaguara, mi ilusión era que la novela trascendiera el premio, es decir, que pasaran los años y fuera recordada más y mejor que el Premio, que fuera recordada por sí misma.
“Lo que sucedió -y eso fue totalmente inesperado- fue que en realidad Violetta trascendió al Premio, a la novela y a mí; el personaje fue ganando fuerza y no perdió vigencia, eso siempre es una sorpresa, no es algo que uno pueda esperar; de pronto ni siquiera te lo imaginas.
“Cuando escribí el libro, Violetta hablaba tan mal de todo mundo, empezando por los mexicanos, y yo pensé, ‘me van a correr de este país aunque sea el mío’; no me imaginé que incluso mucha gente de la que ella podía haber hecho mofa de pronto se iba a sentir atraída por ella.
“Recuerdo que alguna vez me llegó un correo electrónico de una activista que me invitaba a respaldar un manifiesto diciéndome que Violetta seguramente habría firmado; me carcajeé, yo no me imagino a Violetta firmando ningún manifiesto, en todo caso firmando cheques, y eso para ella es un personaje profundamente individualista.
“Yo no me daba cuenta entonces, ahora lo veo, que Violetta es un personaje libertario, es alguien que tiene esta necesidad de huir, de liberarse, de ser ella, y muchos compartimos con ella esas mismas ansias”.
— ¿Por qué Violetta ha trascendido al autor?
“Sé cuál es mi lugar, el lugar del autor está siempre debajo, detrás, del personaje; lo que uno realmente quiere, al menos en mi caso, es que recuerden a sus personajes, no tanto que lo recuerden a él; yo soy un tipo como cualquiera, no tengo nada especial, entonces, a lo que uno aspira es a que su embuste tenga éxito, que eso sea lo que funcione.
“Yo sé que ‘Diablo guardián’ es un libro con el que soy más recordado, por mucho, y me pregunto cuántos autores no quisieran ser eso. Yo mismo quisiera eventualmente escribir otro libro que sea así de recordado, pero no es algo que uno pueda definir, en realidad.
“Lo que yo le pedí a ‘Diablo guardián’ y a Violetta era que me permitieran vivir como un escritor profesional, que me permitieran dedicarme a esto y a ninguna otra cosa; conseguido eso de ‘Diablo guardián’, de Violetta, de los lectores de ‘Diablo guardián’, no puedo tener más que gratitud; estoy enormemente agradecido de que sea así.
“Y hay otra cosa: también entiendo que en mis otros libros, parte del éxito que puedan haber tenido aparte de los lectores que pueden haber cosechado, pues eso les ha llegado por ‘Diablo guardián’. Imagínate: ‘Luna llena en las rocas’, que fue el primer libro que publiqué antes de ‘Diablo guardián’, no había sido muy promovido, pero en los primeros tres años vendió 800 ejemplares; luego vino ‘Diablo guardián’, reedité ‘Luna llena en las rocas’ y actualmente pasa de los 50 mil ejemplares, nada más de ‘Luna llena en las rocas’; entonces, imagínate, la deuda que mis libros tienen con ‘Diablo guardián’. ‘Diablo guardián’ es un poco el hermano mayor que nos trae gente, nos trae lectores.
“Por ejemplo, el libro con el que más he encariñado en su momento por el trabajo que me costó fue ‘Puedo explicarlo todo’, sé que no es un libro fácil, y de pronto necesita una introducción como ‘Diablo guardián’ para ser leído; entonces, a mí me encanta que Violetta sigue teniendo vigencia, porque es como un punto de apoyo para todo lo demás que hago”.
LA BÚSQUEDA DE LA INTENSIDAD
“Diablo guardián” se ha convertido no sólo en el best seller de Xavier Velasco, sino de la literatura contemporánea mexicana. Aunque claro, se está ante una novela que mantiene la intensidad durante 487 páginas, una intensidad que también tuvo su búsqueda.
— En otras ocasiones has contado que, incluso, pediste prestado para dedicarte sólo a escribir “Diablo guardián”, es decir, apostaste por la novela. ¿Por qué te seducía Violetta al grado de creer en ella?
“Bueno, yo traté muchos años de hacer hablar al personaje, cuando encontré su nombre, Violetta, me sentí mucho más confiado y empezó a hablar. Yo tengo un amigo cineasta, Juan López, que el año 2000 le mandé por correo electrónico tres planos diferentes de tres personajes que hablaban; uno era un hombre que mandaba cartas en los años 30, otro era un fulano que seguía a una mujer, trabajaba en una agencia de publicidad y otro era Violetta.
“Mi amigo me dijo: ‘ese hombre de los 30 yo no sé qué está haciendo ahí; el otro yo creo que te falta trabajarlo, pero esa mujer es como un huracán’. Yo dije, ‘¿qué es eso?’, me contest: ‘Si logras mantener ese nivel, yo me iría por ella’; en realidad era lo que yo estaba esperando que me dijera, incluso llegué a pensar en suprimir el plano de Pig por completo, pero me di cuenta que no, que era una historia de amor, romántica, y que yo necesitaba al hombre que idealizara ahí detrás, al que iba a ser el hombre guardián de la protagonista, lo necesitaba.
“De ella a veces me preguntaba más que si ella funcionaba o no, si yo estaba a la altura de ella, si iba a lograr sostener la intensidad y mucho tiempo me dije ‘yo quiero escribir una novela permanentemente intensa; 400, 500 páginas, que no pudieras parar’; varias amigos me dijeron que eso no era posible, y eso me lo dio Violetta: esa intensidad, la que me hizo capaz de vislumbrarla, fue ella.
“Entonces, Violetta seguía creciendo, llegó un momento en que hablaba sola, nunca en mi vida he podido escribir seis u ocho páginas de novela en un día, excepto con Violetta; de pronto había días en que llegaba a escribir seis u ocho páginas y decía ‘¡no puede ser que haya escrito tanto!’, pero eso fue por ese personaje que tomó mucha fuerza, mucha autoridad, ese personaje que es una mezcla de mí, de mi madre, de mi abuela y de cantidad de mujeres con las que me topé en la vida; también tiene que ver con la inconformidad de alguien que fue criado por mujeres, mi mamá y mi abuela, mujeres que nunca se dejaron, que nunca tuvieron a un hombre que las sometiera,
“Mi papá nunca pudo someter a mi mamá, mi abuela enviudó muy joven, entonces, mi abuela, imagínate, en los años 20 tuvo que conseguir trabajo con dos niños pequeñitos, ella lo único que sabía era tocar el piano y gracias a esa habilidad con los dedos, a esa agilidad, consiguió chamba escribiendo a máquina en oficinas.
“Yo siempre vi a esas mujeres fuertes, y con mucho desprecio al machismo, todo esto del ‘Club de Toby’ siempre me parecía aborrecible, soy un traidor al ‘Club de Toby’, soy un traidor a mi sexo, porque me interesa mucho más el mundo de las mujeres que el de los hombres; entonces, también por eso fui el que tenía adentro, esa permanente inadaptación a los ambientes de escuelas para varones, eso hizo también que Violetta hablara con esa vehemencia”.
“HIJOS BIEN CREADOS”
En sus diversas publicaciones durante 15 años, “Diablo guardián” ha sido publicada íntegra -garantizó su autor-, tal como se publicó por primera vez en 2003, cuando ganó el Premio Alfaguara de Novela.
— ¿Tienes algún argumento de por qué corregir o no una novela?
“Pienso que una vez que termino, la novela deja de ser mía, ya no me interesa; en algunos casos he corregido, pero no novelas; corregí, por ejemplo, ‘Luna llena en las rocas’, esa sí le cambié el título, le moví algunas cosas, porque eran crónicas, sentía que podía perfeccionarlas todavía; en el caso de ‘El materialismo histérico’ añadí dos pequeños textos, pero corregir, no.
“Mucho tiempo, cuando muy joven, yo tenía la intención de publicar novelas, pero sentía que me iba a arrepentir después si efectivamente lograba publicarlas, algún día la Universidad Veracruzana me aceptó un libro de cuentos que se llamaba ‘Rompiendo sepulcros’ o ‘Rompiéndose pulcros’, y dos años después de entregar el original me lo dieron a corregir; lo vi y me parecía abominable, dije ‘me voy a arrepentir de este texto, no quiero estarlo corrigiendo después’.
“Entonces, una vez que el texto se va, está lo bastante maduro para que yo ya no tenga que meter mano y también hay una cuestión de respeto por los lectores; quiero que los primeros y los últimos hayan leído esencialmente la misma cosa, ni si quiera esencial, sino exactamente la misma cosa.
“Hace pocos años, como cuatro, grabé con mi voz el audiolibro de ‘Diablo guardián’, con lo cual tuve que someterme al suplicio de leer el libro entero, yo no leo mis libros ya que terminaron; decía Hemingway ‘es un león muerto’; yo digo ‘es como una ex novia de hace tiempo, ya no tienes para qué citarte con ella, como para qué’; pues es lo mismo con el libro, yo ya no me siento ni siquiera con derecho a meterle mano, tampoco tengo interés por meterle mano a ese libro. Ese libro ya se fue, ya es lo que es, tiene que hacer su camino.
“Imagina que tienes un par de hijos, los quieres criar bien, les das todo lo que puedes; en el momento en que esos libros salen a la vida no se trata de que estén buscándote para decirte ‘oye, papá, ayúdame con esto, dame más dinero’; lo ideal es que se sostengan solos, no porque no quieras darles más, sino porque se supone que hiciste un gran trabajo, y si hiciste un buen trabajo, no te van a necesitar más que afectivamente, no te van a pedir cosas, quizás a veces te pidan un consejo. En el caso de mis libros yo quiero pensar, al menos mis novelas, que son hijos bien creados”.
“VIOLETTA ES LA EXPRESIÓN DE LA LIBERTAD”
Cuando Xavier Velasco presenta “Diablo guardián” en diversos escenarios, es posible ver en la fila de firma de libros a diversas generaciones, sobre todo jóvenes. Así llega el momento de preguntarle sobre la fuerza de su icónico personaje.
— Por qué es tan fuerte el personaje de Violetta, a pesar de que también el villano Nefastófeles lo es, pero no tanto…
“Algún día me lo explicó el psiquiatra. Me preguntó, ‘¿tú crees que tienes historia?’. Ingenuamente le dije que sí; ‘no seas bruto, las mujeres tiene historia, los hombres somos como perros callejeros’, me dijo. ‘¿Cuándo has visto que una telenovela se llame ‘José Antonio’? Pues no, es ‘María Mercedes’, es ‘Colorina’; un tipo no tiene esa fuerza’.
“Hay una parte de Nefastófeles donde me divertí mucho, que Violetta nos cuenta que él la insulta recurriendo a un diccionario de sinónimos, así es de mediocre, no tiene la fuerza siquiera para pergeñar esos insultos, sino que necesita un diccionario de sinónimos. Es un padrote, es un abusador.
“Mientras tanto, Violetta es la expresión de la libertad y va a ser libre de cualquier manera te parezca o no; se va a saltar todas las trancas que tenga que saltarse, va a pasar por encima de cada uno de los hombres que se cruzan por su vida, no hay hombre lo suficientemente grande para gobernarla. Y aquí voy a citar a mi madre, la frase favorita de mi madre para mí: ‘No ha nacido quien me mande’; ésa es Violetta”.