Un mensaje que invita a reflexionar sobre las agresiones por parte de mexicanos a migrantes hondureños fue el que dio el pastor Fernando Villegas Cesna, director del Grupo Ayuda para el Migrantes de Mexicali, un albergue que diariamente recibe a 100 personas a quienes les brindan comida, techo y aseo.
En entrevista con ZETA comentó que “su único pecado (de los migrantes) es haber nacido pobres”, afirmando que no tienen la culpa de la situación económica desfavorable que tienen en su país y que nadie debería juzgarlos, pues sólo buscan una mejor calidad de vida para las familias.
“En Mexicali los perros tienen guardería y SPA, y los humanos comen en botes de basura”, señaló molesto por la actitud de un gran sector de la sociedad que repudia el arribo de centroamericanos a esta frontera.
Afirmó que en su caso han llegado grandes números de migrantes, pero han tratado que haya espacio para todos, sin importar si son buenos o malos, pues reconoció que muchos vienen “infiltrados”.
Agregó que actualmente albergan a 265 migrantes, cuando regularmente sólo se atiende a 100.
Sin embargo, aún tienen capacidad para atender a más, pues los feligreses han dotado de dinero y alimento, además de un apoyo por parte del DIF que esta mañana brindó 200 despensas.
Villegas Cesna fue claro al decir que el gobierno tenía conocimiento desde tiempo atrás sobre esta problemática y no atendió la emergencia como debía, y en estos momentos se encuentra en una situación que podría salirse de control si no se toman cartas en el asunto.
Consideró que el apoyo se está distribuyendo de forma ineficiente, ya que hay inmuebles pequeños que reciben cantidades importantes, cuando los albergues más grandes y que históricamente han atendido a los migrantes prácticamente se rascan con sus propias uñas
