Por tres horas permaneció totalmente cerrada la garita de San Ysidro en el cruce fronterizo con Tijuana, causando el descontento de quienes desde muy temprano hacían fila para cruzar y asistir a sus trabajos y escuelas del otro lado de la frontera.
De acuerdo a los comerciantes de la zona, fue alrededor de las 3:30 horas de este lunes 19 de noviembre que elementos del Custome and Border Proteccion (CBP) comenzaron a cerrar el flujo vehicular y peatonal de la conocida “garita más transitada del mundo”.
Fotos: Lourdes Loza
Del lado mexicano autoridades municipales desviaron el tráfico hacia Zona Río, aunque algunos automovilistas y peatonales permanecieron en el lugar a la espera de la reapertura.
A las 6:30 horas los automovilistas y motociclistas que estaban en la línea fueron los primeros en cruzar, posterior se permitió el paso de los peatonales con tarjeta sentri.
Los comerciantes de la zona manifestaron que se corrió el rumor que dos hombres intentaron cruzar de manera ilegal, por lo que el cierre fue una respuesta inmediata por parte de las autoridades americanas.
Los elementos del CBP y del Ejército norteamericano colocaron vallas de concreto con alambre de púas y algunos elementos se repartieron para bloquear el paso en cada uno de los carriles vehiculares.
Cabe destacar que el pasado 13 de noviembre las mismas autoridades estadounidenses cerraron tres carriles del lado izquierdo de la misma garita de San Ysidro y uno más en la garita de Otay Mesa, mientras que del lado mexicano el sábado 17 de noviembre la Policía Federal colocó vallas metálicas de más de tres metros de altura en ciertas zonas de San Ysidro.
Todas estas acciones previas al cierre de este lunes, según las declaraciones de las corporaciones de ambos lados de la frontera, solo fueron una forma preventiva para impedir cualquier cruce ilegal por parte de los integrantes de la caravana centroamericana.
Durante el cierre de este lunes, los comerciantes y los usuarios de este puerto fronterizo mostraron su descontento por la situación, más los del primer grupo que comenzaron a regalar comida entre las personas que estaban atestiguando el cierre.
