La prensa escrita semanal o diaria está al tanto de cuántos muertos van en Tijuana, en Baja California y a nivel nacional. Deberíamos contar con una alternativa para cambiar de impresión y evitar la numeralia y la contabilidad. Hay otras formas de frenar tal flagelo de personas que dejan de existir. Si Andrés Manuel López Obrador no alerta de evitar más muertes en México, ya nada se podrá hacer.
La educación es un apoyo, leyes más duras, generar mentes que jalaron un gatillo, dar reversa al nuevo sistema de justicia de Peña. Más apoyo gubernamental al que esté fuera de la ley y se enderezó. La denuncia, pero totalmente anónima. Más centros de trabajo, dar otro rumbo a mentes de ociosidad; alentar la creación de metas. Poner la verdadera ley en funcionarios y pueblo para tener mayor reclutamiento a la rectitud y al buen desarrollo del ser humano.
Pero contar y contar, quien imprime nota roja, y decir cuántos muertos van en Tijuana es meramente escalofriante. Revistas como Proceso, periódicos como ZETA, Frontera se ensañan en estar publicando y contando cuántos muertos han aparecido en esta Tijuana escarlata con su tierra ya dura con la sangre que la ha de empapar, y luego los rayos del sol hacen firme tal mancha sangrienta de todos los días.
Contar y contar no ayuda en nada, dar nota a los vientos de la barbarie criminal que existe desde Tijuana a Tapachula. Ayudemos y aconsejemos, dando de lo que es el correcto vivir. Es difícil señalar, pues la autoridad no da garantías al testigo.
México no puede seguir así, eduquemos y prevengamos. Una buena opción es la escuela para padres, también la religión y los mejores hábitos harían mejores seres humanos. Dejar de contar será cuanto no exista un solo homicidio, allí será una patria nueva.
La educación existe, la ley existe pero la corrupción e impunidad han hecho el porqué de tanto muerto, ¿Qué prensa es la exacta de cuántos muertos van? ¿Quién indaga con verdad? ¿Quién amarillea?
Leer eso es triste y llevar la contabilidad es echarle un balde de vergüenza a cada mexicano recto, es zozobra para el auténtico pueblo productivo. Contar es retrasar y ahuyentar.
Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez
Tijuana, B.C.