Jaime Bonilla Valdez se ha convertido en el hombre orquesta de Andrés Manuel López Obrador en Baja California. Lo hizo dirigente estatal de Movimiento Regeneración Nacional a pesar de las manifestaciones en contra, luego lo nombró encargado de las elecciones en estados como Sinaloa, Sonora y Baja California, más tarde lo hizo candidato a senador y antes que tomara posesión, le dijo que el 2 de diciembre renunciaría a la curul en la Cámara alta para convertirse en coordinador federal en el Estado. Lo último, dicen, es que lo quiere hacer candidato a la gubernatura de Baja California en 2019, de ahí la urgencia de cambiar la Ley para que sea de cinco y no de dos años el periodo que se juegue el próximo año.
Con esos antecedentes, es de esperar que Bonilla se haya convertido en el hombre más requerido en Baja California, sea por funcionarios corruptos que buscan impunidad, oportunistas que quieren vivir del presupuesto, y una suerte de aspirantes a cualquier cargo dentro del próximo Gobierno Federal. Pero como si toda la pleitesía que le rinden no fuera suficiente para él, ha buscado por distintas vías reunirse con integrantes de la Junta de Gobierno de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), que no le han prodigado la atención que espera.
Apolítica la Máxima Casa de Estudios, se ha mantenido al margen de los partidos y los representantes de los mismos. Pero Bonilla insiste tanto, que la lógica indica -al menos así lo desmenuzan al interior de la UABC- meter mano en el próximo proceso de sucesión rectoral, cuya convocatoria saldrá por estos días.
Efectivamente el rector José Luis Ocegueda cumplirá los primeros meses de 2019 el periodo para el que fue electo por la Junta de Gobierno. Lo peor del caso es que a quien ven muy cercano al hombre todopoderoso de AMLO en Baja California, es al ex teatrero, ex encargado de Comunicación y ex vicerrector de la UABC en Mexicali, Ángel Norzagaray. Ahora los miembros de la Junta están pensando, dado que la aspiración de Norzagaray a la Rectoría no es un secreto, que sólo falta que los de Morena quieran influir en el nombramiento del próximo rector de la UABC. Parece que a Bonilla no le son suficientes los más de cien nombramientos, entre representaciones y delegaciones federales que hay en Baja California. Uff…