Con estatuillas en forma de ángel fueron galardonadas personas y organismos civiles que se dedican a ayudar a personas menos favorecidas, desde migrantes hasta niños con discapacidad, a través del XIX Premio Estatal al Altruismo que cada año entrega la revista Red Social en Tijuana.
La ceremonia de la entrega de las preseas tuvo lugar el lunes 12 de noviembre en el vestíbulo del Cubo, Galería Internacional del Centro Cultural Tijuana (CECUT), adonde asistieron los galardonados de esta edición y algunos personajes distinguidos con este premio en ediciones pasadas.
La premiación se divide en tres categorías para reconocer la labor altruista en lo individual y en colectivo, así como una especial que conmemora post mortem la labor de una persona que en vida se dedicó a las causas nobles.
“Es importante dar a conocer quiénes son, cómo y qué hacen a favor de los demás. Con este premio buscamos impulsar a estas personas a que sigan haciendo obras a favor de otros. Tijuana es una ciudad con muchas necesidades y carencias, y no nos podemos esperar a que los gobiernos los atiendan todos”, declaró Yolanda Enríquez de la Fuente, presidenta del patronato de la revista.
En la categoría Ángel Plateado Individual, fue reconocida Ángeles Araceli Hernández; el Ángel Plateado Institución fue para el Patronato Pro Hospital General de Tijuana; el Ángel Dorado Individual, para Iliana Fernanda Rivas Ahumada; el Ángel Dorado Institución se entregó a Albergue Juvenil del Desierto, AC; mientras que el Ángel Post Mortem se dedicó en memoria de la maestra María Concepción López Sedano.
Enríquez compartió que la idea de este premio surgió durante el primer año de vida de la revista, desde entonces se han dedicado a buscar a los protagonistas de la escena altruista no sólo de Tijuana, sino del resto de Baja California, para otorgarles este premio y la oportunidad de que la sociedad reconozca su esfuerzo.
En ediciones anteriores, se premió a personajes como la Madre Antonia, que en su momento fue conocida por la labor que dedicó a la población penitenciaria, así como a los activistas Antonio Granillo y Alejandro Vizcarra, dedicados a ayudar a personas con VIH/Sida y problemas renales, respectivamente.