Caravanas de seres humanos que están llegando a Baja California buscan una vida mejor. Vienen de distintos países de Centroamérica, y según sus historias personales huyen de la pobreza, delincuencia, falta de seguridad. Especialmente de Honduras, El Salvador y Guatemala, es de donde huye la mayor cantidad de personas; sus gobernantes, son los directamente culpables de ese éxodo.
Es bueno conocer los nombres de estos malos políticos que han originado esta desgracia que está obligando a miles a abandonar familia, hogares, raíces e historias personales. Porque el culpable es el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén y Jimmy Morales de Guatemala. Y son culpables por no cumplir con su deber.
Y también el gobierno federal de México, específicamente el Instituto Nacional de Migración (INM) que tiene como titular a Gerardo Elías García Benavente, que no supo hacer frente a la situación para organizar la entrada ordenada de esos miles de seres que llegaron desesperados e incluso atropelladamente y sin un mínimo de respeto a un país que se rige por reglas y leyes.
Ese desorden ha propiciado que las dos ciudades principales de Baja California estén sufriendo las consecuencias. La economía, el orden social (trabajo, estudios, compromisos deportivos) se han complicado. Las casi 10mil (quizá sean muchos más) personas que están reuniéndose en nuestro estado, aquí se quedarán, mínimo de cinco a ocho meses. Porque serán unos cuantos los que logren pasar legalmente a ese país de la esperanza.
Nota 1.- En entrevista con J. López Dóriga (martes 20) García Benavente, quien trabajó 25 años en el CICEN, aseguró que el gobierno federal hasta ese día había enviado a nuestro estado, cobijas, alimentos, medicamentos y todo lo necesario para atender a los miles de migrantes que llegaron a la región.
Nota 2.- Los olvidados en las informaciones de los medios son los residentes que están siendo perjudicados en sus trabajos y en sus estudios que deben pasar todos los días a la región de San Diego. Y espérese a que pasen algunos meses sin poder lograr el anhelado permiso para vivir en el país de la esperanza.
Nota 3.- Lo bueno es que “el electo” en alguna de sus muchas declaraciones, dijo que todos los migrantes tendrían trabajo en México. La pregunta es ¿lo aceptarán? porque lo han manifestado en todos los tonos, que ellos tienen considerado solo Estados Unidos de Norteamérica. Pues ojalá que a Mr. Trump se le ablande el corazón. En todo caso, los que lo acepten: Tijuana es su casa.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana.
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