“Estados Unidos no va a aprobar el Acuerdo Estados Unidos, México y Canadá (USMCA por sus siglas en inglés) hasta que no se den cambios en la Ley General del Trabajo” de México, señaló Alejandro Gómez Tamez, director general del Grupo de Asesores en Economía y Administración Pública (GAEAP).
Lo anterior, debido a que con el nuevo acuerdo, también conocido como T-MEC, nuestro país está obligado a cambiar su Ley Federal del Trabajo para propiciar libertad y democracia sindical; lo que motivará a las empresas a cuidarse de no tener sindicatos simulados o “sindicatos blancos”.
Durante su participación en la conferencia magistral organizada por la Asociación Nacional INCOMEX, titulada ¿Cuáles son los escenarios del Comercio Exterior en Norteamérica?, advirtió que la simulación de un sindicato causará sanciones, y si los países socios del T-MEC lo consideran, generarían paneles por incumplimiento de libertad sindical.
Este tema podría ser usado por la Unión Americana o Canadá para “golpear a México” en productos que no quieran que sean importados, en caso de que se incumpla con los acuerdos laborales.
Al hacer un balance de los resultados del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), señaló que México dejó de generar una política industrial interna a raíz del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), asumiendo que el desarrollo llegaría vía comercio internacional, lo cual no sucedió.
Indicó que el país alcanzó tasas de crecimiento de 2.5% anual, cifra que no ayuda a reducir los niveles de pobreza y aumenta la economía informal.
En un comunicado, destacó que además del tema laboral, hay contenidos sensibles para México como: automotriz, agricultura, mecanismos de solución de controversias, cláusula de revisión, y transporte.
Uno de ellos, es el artículo 32 del acuerdo, en el que se impusieron condiciones a los países miembros para generar un acuerdo comercial con países como China, donde no se fomenta el libre mercado.
Por otro lado, el T-MEC se moderniza en cuestiones de facilitación del comercio, cooperación para la aplicación del acuerdo en aduanas, nuevas reglas de origen, fiscalización, medidas sanitarias y fitosanitarias, comercio digital, anexos sectoriales, entre otros.
Al final señaló “prietitos en el arroz”, como la no eliminación o exención de México y Canadá de aranceles al acero y aluminio. También recordó que Estados Unidos limitará el autotransporte de carga en su territorio, pero abre el territorio mexicano para el de ellos.