De lograr consolidar los proyectos de infraestructura programados para lo que resta del gobierno de Francisco Vega de Lamadrid, Guillermo Trejo Dozal, secretario de Salud en Baja California, consideró que dejará “una secretaría mejor que la que recibí. No mejor, mucho mejor, al lograr que un gobernador fuera más sensible con el tema de la salud”.
El actual titular de la dependencia, por la que durante el gobierno de Kiko Vega han pasado tres titulares diferentes, anotó que en el último año de gestión se avocará en la entrega de dos anteproyectos: el del Hospital General de la Zona Este en Tijuana y otro en San Quintín.
Entre sus prioridades también enumeró la conclusión del Hospital Materno Infantil en Tijuana, el Hospital de Especialidades Médica en Mexicali, dos Unidades de Especialidades Médicas (clínicas Uneme) en la Entidad.
Cumplido con la edificación de esos proyectos, reiteró que dejará una Secretaría fortalecida para una mejor atención a la demanda.
Cuestionado sobre los problemas para abastecer de medicamentos e insumos los hospitales generales y centros de salud en Baja California, indicó que éstos devienen de un “pecado original” que surgió por una mala negociación en la descentralización del sector.
“La descentralización del sector salud se llevó a cabo en la década de los setenta, en condiciones no muy favorables para Baja California. Ocupando los últimos lugares en varios estándares de los rubros, como personal y recursos, el estado aceptó la descentralización sin negociar un aumento en nada”, detalló.
Esto ocasionó que por años Baja California no fuera provisto de medicamentos e insumos en forma puntual, hasta que en 2015 surgió la “compra consolidada” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde “la federación invita al estado a sumarse a la compra consolidada de medicamentos”.
Explicó que esto consiste en la compra del cuadro básico de medicamentos con un descuento del 30% aplicado al precio común del paquete. Sin embargo, el trasladado de estas compras puede variar de acuerdo a los proveedores, lo que retrasa su llegada a la Entidad.
“Los proveedores aceptan todos los costos con tal de ganar la licitación, a nivel central, pero cuando llega el momento de entregar los medicamentos en ocasiones deciden no hacerlo porque el traslado sale más caro que la venta misma”, indicó.
Entonces la Secretaría de Salud de Baja California debe buscar proveedores locales para solventar la falta, pero ante las limitaciones en el presupuesto que ajusta el Seguro Popular es más difícil lograr solventar el problema, explicó.