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lunes, octubre 7, 2024
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Migrantes

Porque fui migrante y me recibiste.

Jesucristo (Mt., 25,35)

 

No hace muchos años el Fondo Monetario Internacional (FMI) condonó a Honduras su deuda externa consistente en varios miles de millones de dólares; en parte gracias a la intervención de personajes como Óscar Andrés Rodríguez Madariaga, Cardenal y Arzobispo de Tegucigalpa, Honduras.

Y entonces, ¿a qué se debe que la situación sea tan dura para los hondureños que deben abandonar por miles su país? Si les condonaron la deuda externa, ¿por qué no se crearon las condiciones socioeconómicas para una vida digna? Si ya no deben y aún les prestan, ¿qué sucedió verdaderamente con los gobiernos o responsables de la administración pública?

Le sucedió igual que en México, que durante los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón no sólo no hubo devaluaciones o inflación, sino que se pagó la deuda externa e ingresaron 180 mil millones de dólares a la reserva.

Recuerdo en la toma de posesión (2012) del actual Presidente de México Enrique Peña Nieto, con una reserva de 180 mil millones de dólares. Televisa anunció a través de López Dóriga esa misma noche que el Fondo Monetario había “autorizado” una línea de crédito hasta por 60 mil millones de dólares para México.

Al nuevo Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, le entregarán un país en “bancarrota”, sin fondos, ¿sin préstamos del FMI? ¿Y qué pasó con tanto dinero de la reserva? Se lo robarían todo, se lo siguen robando, malempleando, malgastando, desviando. Antes, durante y después de los gobiernos de Fox y Calderón ha sido tal la rapacidad del sector público y privado, entrampado en las corruptelas que, prácticamente a AMLO ya no le quedarán fondos.

A pesar de todo, los mexicanos han sido ejemplares en solidarizarse con los miles de migrantes centroamericanos y hondureños que buscan vivir con dignidad. Los que han quedado en evidencia como Donald Trump son los que aunque se dicen “cristianos” (de nombre), en la práctica no solamente no se interesan, sino que desprecian a los pobres migrantes.

Recuerdo cuando un grupo de migrantes de Tegucigalpa, hondureños, me pidieron que les guardara sus papeles de origen, y se los enviara ya cuando ellos cruzaran y estabilizaran su vida en Estados Unidos, como así sucedió.

Muchos migrantes, al no traer con ellos papeles, recurren a las iglesias a solicitar a los sacerdotes para que a su nombre les hagan llegar de algún lugar de USA, dinero para reintentar cruzar. Específicamente a través de Western Union –Elektra en los años 1996-97; quien enviaba ayuda le cobraban 10 dólares si eran cien; y ya acá en México al cobrar aún estando la cotización a 7.10 pesos por dólar. Ellos recibían $630-640 por sus cien dólares. Me imagino que por eso la Patty Chapoy regalaba continuamente a los televidentes un millón de dólares a través de TV Azteca. ¡Qué miserables! En algunos lugares del país a donde los migrantes enviaban dinero de USA a México, al ir a cobrarlo a las Elektras no les querían pagar en efectivo, sino con algún aparato u cosas de sus tiendas.

Desconozco si en la actualidad continúen con esas prácticas miserables contra los pobres migrantes. Pero sin duda la migración constante de tantos lugares del mundo a USA obedece, en buena medida, a que unos cuantos políticos convertidos en empresarios, son los causantes de tanta miseria que obliga a millones de ciudadanos a buscar una vida digna para sus familias, marchando como en nuestros días en caravanas de miles de personas.

México, por su gente buena, está preparado para recibir y ayudar solidaria y caritativamente a todos esos migrantes.

En nuestro país como en muchos lugares del mundo, sobre todo en Estados Unidos, diariamente se tiran a la basura –por egoísmo– miles de toneladas de alimentos en buen estado que bien servirían para alimentar a tantos necesitados.

Ya lo ha demostrado el P. Eduardo Bonnin Barceló cuando estuvo en Tijuana en el Encuentro Nacional de Pastoral Social 1993; que es una mentira de los países ricos del Norte de todos los continentes de la tierra, culpar a los pobres del sur de los continentes de la sobreexplotación de los recursos naturales.

Los ricos consumen el 80% de los productos de la tierra (viven en el dispendio de recursos naturales) y representan sólo el 20% de los habitantes. Mientras que el 79 % de los habitantes se la tienen que arreglar con lo que sobra o dejan quienes viven en el dispendio.

A quienes nos decimos “cristianos”, los migrantes son una oportunidad no sólo de hacerlos felices, sino de servir a Cristo en ellos. Siempre.

 

Germán Orozco Mora reside en Mexicali.

Correo: saeta87@gmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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