El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este lunes -aunque no dijo nombres, ni fechas- que el comandante de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) fue destituido de su cargo por haberle proporcionado información acerca de la base militar de Santa Lucía, al próximo titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) del Gobierno Federal, Javier Jiménez Espriú.
“Tengo información, lo voy a indagar, de que cesaron al Jefe de la Fuerza Aérea del Ejército por darle información al ingeniero Jiménez Espriú sobre la base militar de Santa Lucía”, dijo el político tabasqueño, quien precisó que no sabe si fue al General de las Fuerzas Aéreas o el encargado de la base. “Si esto fue así, le ofrezco al general cesado, e incluso también que lo vamos a volver a poner en su cargo, porque eso es una injusticia”, adelantó.
El general de división, Enrique Vallín Osuna, fue destituido como comandante de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) el pasado 16 de septiembre -al culminar el desfile militar-, por órdenes directas del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos Zepeda, quien lo sustituyó con el también general de división, Manuel de Jesús Hernández González.
Además, López Obrador informó en un video publicado en su cuenta de la red social Facebook, que tras reunirse con Jiménez Espriú el fin de semana que pasó, el futuro funcionario federal le proporcionó un documento en el que se detalla que la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) lleva apenas un avance del 20 por ciento y que se están pidiendo otros 88 mil millones de pesos del presupuesto para continuar la obra.
“En el informe que me presenta el ingeniero Jiménez Espriú se habla, y aquí yo ofrezco disculpas porque cuando presenté el informe hablé de que llevaba un avance de 35 por ciento, pues no es cierto: el avance es del 20 por ciento, nada más […] Lo que más me llama la atención de todo es que se está solicitando, hace unos cuantos días se hizo una reunión del Fideicomiso, y se están solicitando 88 mil millones de pesos del presupuesto público. Esto no es posible, nosotros no podríamos financiar esto”, aseguró López Obrador.
El presidente electo anunció, también, que existe ya un dictamen, realizado antes de iniciar la construcción del Nuevo Aeropuerto, por una empresa que se conoce como OAS, que detallaba que era posible mantener el actual aeropuerto y utilizar el aeropuerto militar de Santa Lucía, “es decir, que podían operar los dos aeropuertos, que no había problemas de interferencia del paso aéreo”.
“Les leo un párrafo: La base aérea de Santa Lucía se encuentra a 35 kilómetros aproximadamente del AICM, distancia que se reduciría si lo que medimos es la separación de sus espacios aéreos. Es una zona despejada, con buena climatología local, con características mecánicas del terreno que no parecen tener especiales notaciones críticas. Y dispone de espacio para crecer, en principio, de manera moderada. Las trayectorias principales de operación son compatibles entre ambos aeropuertos”, abundó López Obrador.
Asismismo, el político tabasqueño señaló que hay una propuesta del magnate Carlos Slim Helú y otro grupo de empresarios para reducir los costos de la obra del NAIM en Texcoco, Estado de México, que incluye, que ellos podrían hacerse cargo de la inversión, sin que se utilicen recursos del presupuesto.
“También tengo información de que hay empresarios, como Carlos Slim y otros, que tienen obras en el Aeropuerto de Texcoco, inversiones, y que están planteando que se puede terminar el aeropuerto de Texcoco con un costo menor, si se abarata materiales, si se comprar materiales en México, si se fortalece el mercado interno […] En ese caso sí podríamos considerar la posibilidad de continuar con la construcción en Texcoco y no cancelar la obra. Al final de cuentas va a ser la gente quien va a decidir”, destacó.
López Obrador indicó, además, que no sabe si con esa propuesta “se pueda reducir en tiempo de construcción, en definitiva el Nuevo Aeropuerto estaría terminado, si nos va bien, en el 2024, prácticamente nos pasaríamos todo el sexenio construyendo el aeropuerto”.
Este mismo día, la firma Consulta Mitofsky publicó una encuesta en la que arroja que el 64.9 por ciento de los mexicanos está “poco o nada interesado” en participar en la consulta ciudadana que promoverá el presidente electo, misma que se realizará el próximo 28 de octubre. Ante ello, Jiménez Espriú, dijo en entrevista para la cadena Televisa que aún no se ha formulado la pregunta central para dicho ejercicio estadístico.
“Estamos informándole al presidente electo todos los datos que estamos encontrando y todas las opciones que estamos recabando en los diferentes foros y en función de eso se realizarán las preguntas”, afirmó el futuro titular de la SCT, propuesto por el político tabasqueño en sustitución de Gerardo Ruiz Esparza.
En una consulta los mexicanos están convocados a decidir si prefieren que continúen las obras del NAIM o si quieren que estas se interrumpan y siga operando el aeropuerto actual, que combinaría sus actividades con la base de Santa Lucía, actualmente de uso militar. La encuesta de Mitofsky revela que el porcentaje de ciudadanos interesados en participar en la convocatoria ha caído hasta 31.4 por ciento respecto al 44.7 por ciento registrado en septiembre.
El pasado 17 de septiembre, Jiménez Espriú informó que solicitaron un nuevo estudio a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el cual será entregado en octubre próximo, sobre la viabilidad de la operación simultánea del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y la base militar de Santa Lucía.
El futuro funcionario federal abundó que si la OACI confirma la factibilidad de este proyecto mediante el estudio que encargaron -el cual tendrá un costo de 800 mil dólares, es decir, alrededor de 15 millones de pesos al tipo de cambio actual-, se realizará una nueva arquitectura de los espacios aéreos, y de lo contrario, respetarán el resultado del mismo.
En ese momento, Jiménez Espriú comentó que de confirmar que ninguna de las dos opciones son viables, se cancelaría la consulta programada para el próximo 28 de octubre. El futuro titular de la SCT estimó, además, que el costo total del NAIM se encarezca en los próximos años, debido a que, afirmó, están surgiendo problemas por el sitio de construcción que es muy complejo, y que para resolverlos provocan un retraso en la terminación de la obra.
“Hoy está en 300 mil millones de pesos y en cuatro años es muy viable que se encarezca más por muchas razones. Cuánto va a costar, no sabemos. Están surgiendo problemas y eso hay que atenderlo y eso tiene mayor costo”, argumentó Jiménez Espriú después de participar en el Foro Forbes Camino a la Transición.
El pasado 13 de septiembre, el futuro titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes aseguró que están “muy mal hechos” los estudios técnicos que realizó el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM) sobre que un nuevo aeropuerto en Santa Lucía sería más costoso que el que se construye en Texcoco.
—”¿Se puede encarecer el aeropuerto como dice el CICM?”, le preguntó un reportero a Jiménez Espriú, quien negó esta situación, tras reunirse con representantes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).
“”¿Qué opina de los estudios?”, le cuestionaron al futuro funcionario federal. “Que están muy mal hechos”, respondió Jiménez Espriú. “Ingeniero, ¿entonces desestima los estudios?”, le volvieron a preguntar. “Totalmente”, señaló el próximo titular de la SCT.
“En ese estudio dice el mismo colegio que no hay forma de evaluar bien, porque no hay elementos suficientes, porque está la forma conceptual y luego presupuestan hasta centavos, pero además si ponen ese precio [20 mil pesos por metro cuadrado], entonces la cúpula que hoy está en el aeropuerto, que son 750 metros cuadrados, costaría 150 mil millones de pesos. Entonces está medio mal”, abundó Jiménez Espriú.
El Colegio de Ingenieros Civiles de México concluyó el pasado 5 de septiembre -tras realizar un análisis del proyecto a petición expresa del presidente electo de México -con quien se reunieron el pasado 6 de agosto- que continuar con la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) es “la única solución factible, viable y confiable”, a pesar de los retos.
El principal obstáculo en Texcoco, Estado de México es la superficie del terreno, por lo que se deberán tratar los hundimientos y un constante mantenimiento, indicó el CICM. Asimismo, sobre la alternativa de un aeródromo en Santa Lucía, el dictamen del Colegio señala que no se cuenta información suficiente sobre suelo, condiciones geográficas, financiamiento, entre otros aspectos.
El Colegio de Ingenieros informó en su dictamen que el costo final del proyecto de Santa Lucía sería de 385 mil 738 millones de pesos, mientras que para el nuevo aeropuerto sería de 232 mil 230 mdp. Según el CICM, el costo superior del proyecto avalado por el equipo de López Obrador, se debe, entre otras cosas, al presupuesto presentado por 70 mil 342 mdp para llevar a cabo la obra, el costo por metro cuadrado de cuatro 1,600 pesos, obras de acceso por 63 mil 310 mdp, por lo que, los recursos que se necesitarían estarían en alrededor de 217 mil 428 mdp.
En conclusión, señaló el Colegio de Ingenieros, “la opción del proyecto dos aeropuertos es poco atractiva y de muy alto riesgo para el país en cuanto a costo, tiempo y desempeño. En consecuencia, la energía y esfuerzo de los mexicanos estarían mejor aprovechados en asegurar que el proyecto Texcoco sea operativo en el menor tiempo y al menor costo posibles”.
Ayer también, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, Eduardo Ramírez Leal, le dijo a Jiménez Espriú que con lo que se cuenta actualmente es con el proyecto ejecutivo del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, mientras que en Santa Lucía solo se tiene el anteproyecto.
“Se tienen costos paramétricos. Entendemos que se están buscando esquemas para tener ahorros, para generar oportunidades y que se desarrollen otras infraestructuras. No es un tema terminado; se está dando información por parte de los ingenieros, nosotros representamos a muchas de las empresas que están trabajando en el aeropuerto y no son improvisadas”, argumentó Ramírez Leal.
El pasado 6 de agosto, López Obrador desayunó con ingenieros del Colegio de Ingenieros Civiles de México, de la Unión Mexicana de Asociaciones de Ingenieros y de la Academia de Ingeniería, a quienes les pidió ayuda para decidir juntos sobre la continuidad del NAICM, y posteriormente someter a consulta ciudadana el destino de la obra.
El político tabasqueño pidió a los ingenieros que le comunicaran alzando la mano si estaban de acuerdo en apoyarlo con esto, lo que la mayoría hizo, además de que indicó que esta asesoría será gratuita, “¿O qué? ¿Nos van a cobrar?, preguntó a manera de broma, López Obrador a los ingenieros presentes en el Palacio de Minería.
“Yo quiero endosar a ustedes, quiero que me ayuden para resolver lo que más convenga técnicamente, nada de factores o de decisiones políticas, […] vamos a hacer lo que técnicamente sea más conveniente”, dijo el virtual presidente electo, quien, además, propuso que Javier Jiménez Espriú, les presentara los dictámenes sobre las opciones que hay en torno a la continuidad del NAICM.
Una de ellas es que siga la obra tal como se construye, pero con una licitación en la que intervengan recursos privados, que “si son mexicanos, mejor”, indicó López Obrador. Otra opción implica que se cancele la obra del NAICM, y una más, que se construyan dos pistas en la Base Aérea Militar de Santa Lucía y se mantengan las operaciones del actual Aeropuerto de la Ciudad de México.
La primera opción, que se edifica sobre el lago de Texcoco, implicaría que se tendrían que cerrar las operaciones del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y de la Base Aérea Militar de Santa Lucía, indicó López Obrador, quien abundó que el próximo 15 de agosto, su equipo tendrá listos los documentos que resulten del dictamen técnico de las opciones que enlistó, y estos se ofrecerán a los ingenieros para que emitan su opinión.
Tras dicho proceso, ya con el conocimiento del punto de vista de los ingenieros, cuya plazo de entrega concluía este miércoles, dijo que pedirían a los medios de comunicación que difundan la información, para luego solicitar la opinión a todos los ciudadanos mediante una en cuesta o con la instalación de centros de votación en parques públicos.
Afirmó que pide una consulta al pueblo porque hay muchos recursos públicos involucrados. “Pero no hay que tenerle miedo al pueblo, miedo a la gente, acaba de demostrar que es un pueblo sabio”, aseveró el político tabasqueño, quien recalcó que el tamaño de la inversión en el proyecto, que ya suma 85 mil millones de pesos, hace necesario que se someta a revisión su continuidad, ya que dijo, su costo total podría ser superior a los 300 mil millones de pesos.
“Faltarían más de 200 mil millones para construirlo [El NAICM] Nos haría falta presupuesto. Para que se den una idea: tan sólo en el 2017 la inversión pública fue de 500 mil millones. Cuando voy a estados como Guerrero, Chiapas y Oaxaca, la gente me pide que se redistribuya la inversión pública”, dijo a los ingenieros presentes el virtual presidente electo de la República.