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martes, octubre 1, 2024
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“49 cruces blancas”: una novela de Imanol Caneyada contra el olvido

El narrador entregó la narración policíaca “49 cruces blancas” a editorial Planeta sobre la tragedia del 5 de junio de 2009 en Hermosillo. “El incendio de la Guardería ABC – por quienes son las víctimas- ilustra de manera mucho más brutal y escalofriante el Estado fallido al que se convierte este país”, expresó a ZETA el autor

Cuando ocurrió el incendio de la Guardería ABC en Hermosillo, Sonora, el 5 de junio de 2009, donde 49 niños murieron y decenas resultaron con heridas y secuelas diversas, el periodista y escritor Imanol Caneyada reporteó la tragedia.

Justo ese día, Caneyada cumplía años (San Sebastián, España, 5 de junio de 1968). Se dirigía a un restaurante para celebrar con algunos amigos, pero de repente, en su teléfono celular recibió la llamada de un colega periodista que conducía un programa radiofónico: “Está pasando algo al sur de la ciudad, parece ser que en una guardería, no tengo a quién enviar”, le dijo la voz al otro lado de la línea y le pidió de favor que fuera a reportear.

“Yo trabajaba para un semanario y ese día no estaba reporteando, pero igual por hacerle el favor a mi amigo me lanzo sin saber muy bien a lo que iba, ni a dónde iba, ni por qué iba”, recordó Caneyada.

Luego de que su instinto periodístico le hizo suspender su celebración onomástica para ir a reportear lo desconocido, el autor se encontró con la tragedia, que en esos primeros minutos era de dimensiones incalculables.

“Era caos, eran llantos, eran gritos, era la zona acordonada, eran sirenas, era el dolor y, bueno, hago un primer reporte telefónico al programa de radio de este colega; así conocí yo la tragedia, ese fue mi primer acercamiento a la tragedia, a los minutos de que había pasado”, evocó.

En los años posteriores al incendio, Caneyada continuó investigando y publicando algunos trabajos periodísticos, hasta que se animó a escribir una obra de ficción fundamental titulada “49 cruces blancas. La novela de un incendio que no acaba de extinguirse” (Planeta, 2018).

“Desde el primer minuto de la tragedia, por mi oficio de periodista, me toca más o menos estar cerca, cubrir ciertos pasajes judiciales, entrevistar a padres de la guardería, a funcionarios presuntamente involucrados, las marchas en la ciudad. Simplemente tuve que revivir todo esto, retomar lo que yo hice como periodista, lo que hicieron colegas míos, y a partir de ahí, con esa certeza que te da conocer, tener la mayor cantidad posible de datos, pude construir una ficción”, comentó a ZETA.

 

UNA NOVELA CONTRA EL OLVIDO

Un día de 2012, en “49 cruces blancas”, el ex agente ministerial José González, hermosillense radicado en Tijuana, recibe un extraño mensaje del abogado Jorge Alcázar, quien hacía ocho años había provocado su salida de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sonora y, de paso, su exilio en el “último rincón de la patria”.

Tras entablar conversación, el abogado Jorge Alcázar convence a José González de regresar a Hermosillo, para que se integre a las investigaciones del incendio de la Guardería ABC que encabeza su despacho Alcázar y Asociados; total que, después de pensarlo muy seriamente, el ex agente ministerial acepta renuente la propuesta de indagar si el incendio del 5 de junio de 2009 fue intencional o accidental, disyuntiva que por cierto, el lector deducirá mientras sucede la novela.

Luego de diversas investigaciones periodísticas, ¿por qué decidiste abordar la tragedia de la Guardería ABC a través de la ficción?, cuestionó ZETA al narrador de origen español, nacionalizado mexicano en 2005.

“Uno de los motivos al escribir ‘49 cruces blancas’ puede ser para abonar a la memoria. El olvido es el gran pecado que tenemos en nuestro país, olvidamos muy rápido, tenemos muy poca memoria, una memoria muy corta; y bueno, abonar a la memoria en una tragedia de esta magnitud me pareció que podría servir para algo.

“¿Y por qué desde la novela como género? Porque a diferencia de la crónica periodística o la investigación documental, la novela nos permite aproximarnos a través de las creaciones de los personajes, a una tragedia de esta magnitud desde una perspectiva mucho más humana, existencial, que tiene que ver con la complejidad de la vida y no con el dato duro o la estadística.

“Creo que la novela históricamente es lo que ha aportado en la historia de la humanidad: esta visión entrañable, es decir, desde las entrañas de la condición humana; en este caso, a partir de una herida que se abre el 5 de junio de 2009 y que aún no se cierra, la herida sigue sangrando. A pesar de seguir con nuestras vidas como humanamente podemos, la herida sigue abierta, sigue sangrando”.

Foto: Enrique Mendoza Hernández

 

¿INCENDIO PROVOCADO O ACCIDENTAL?

Cuando el ex agente ministerial José González acepta investigar la tragedia de la Guardería ABC, recibe el expediente que le proporciona el despacho Alcázar y Asociados.

Por supuesto, se encuentra con dos teorías sobre el origen del incendio: La versión oficial de la Procuraduría General de la República (PGR), que señalaba que el fuego inició accidentalmente en un cable de un cooler de la bodega de la Secretaría de Hacienda del Gobierno del Estado, adyacente a la Guardería ABC (página 36); y la investigación basada en el peritaje de David Smith (de Estados Unidos).

“El peritaje concluye que el incendio se originó junto al muro divisor entre la bodega y la guardería, donde había anaqueles de acero que guardaban cajas repletas de documentos oficiales. Ahí estableció David Smith el inicio del fuego, ahí encontró el especialista las huellas de aceleradores químicos, el rastro de una llama aplicada directamente, todo lo cual descarta un origen accidental” (pág. 39).

Entonces, José González emprende la investigación donde aparecen nombres reales de la función pública citados en el expediente real tanto como en la novela, como el ex gobernador Eduardo Bours, Lourdes Laborín de Bours, Margarita Zavala, Juan Carlos Lam, Juan Molinar Horcasitas, Manlio Fabio Beltrones, Jesús Murillo Karam, por citar algunos.

“Los nombres reales no funcionan como personajes, sino como referencias; los personajes hablan de ellos, se refieren a ellos, a unos los acusan, los defienden, dependiendo. Los nombres reales son referencias, y si decidí utilizar sus nombres y apellidos era por respeto a la lucha y la exigencia de justicia y de no olvido, y de no perdón hasta que no haya justicia por parte de un sector de la sociedad hermosillense y de los propios padres de la Guardería ABC”, expresó a ZETA Imanol Caneyada.

En “49 cruces blancas”, en algún momento de su investigación, José González se encontrará con dos personajes claves en el caso:

Primero Arturo Pacheco Salazar, quien “trabajaba en la bodega de Hacienda anexa a la Guardería ABC. Suponen que había pactado con un periódico una entrevista para dar a conocer su versión de los hechos. Nunca llegó a la cita, lo detuvieron acusado de traficar con sustancias prohibidas” (pág. 52).

Y Carlos Pérez Maza, chofer de Juan Carlos “Chino” Lam, a su vez secretario técnico del gobernador Eduardo Bours; el conductor habría contratado a otra persona para incendiar la bodega de Hacienda anexa a la Guardería ABC.

Caneyada aclaró a este Semanario:

“La historia del empleado de la bodega está recreada, pero tiene un trasfondo de verdad; hay un empleado de la bodega que no corresponde a ese nombre, pero sí hay un empleado de la bodega que fue amenazado y que de pronto encontraron droga en su casa, pasó dos años en la cárcel y vive muerto de miedo, traumatizado; yo recreo y construyo un personaje en la ficción, pero que tiene una correspondencia con la realidad.

“El chofer también existe, a ese chofer lo mataron y nunca se investigó su muerte, quién lo mató, por qué lo mataron, ni nada; y la viuda de ese chofer es una de las que contribuyen a este testimonio que apunta a Juan Carlos Lam, pero sí existe ese chofer; el chofer de Juan Carlos ‘El Chino’ Lam, el ex secretario técnico, existió y murió en esas circunstancias. Esas tramas sí están recreadas y ficcionadas, pero respetando mucho de la realidad.

“De hecho hay una denuncia contra ‘El Chino’ Lam, en la PGR, era el secretario técnico de Bours y los testimonios muy parecidos existen; entonces, sí, esto sí consciente una correspondencia con la realidad, total. Esos testimonios, esas acusaciones al secretario técnico están documentadas en un expediente y en una denuncia que hace Manos Unidas por Nuestros Niños en 2013, que nunca prosperó; la PGR nunca movió un dedo para llevar hasta las últimas consecuencias esa línea de investigación”, reiteró el autor.

 

EL CONTEXTO DE IMPUNIDAD O EL ESTADO FALLIDO

El año 2009 partía por la mitad al sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012). La guerra iniciada por el entonces Presidente de la República contra el narcotráfico era sólo una parte del contexto que caracterizaba su gobierno, que ya arrojaba como saldo miles de asesinatos y desaparecidos.

“¿Qué representan cuarenta y nueve niños muertos en el imaginario colectivo frente a fosas de cientos de migrantes arrojados como perros, miles de desaparecidos y asesinados, de desplazados por la violencia?”, reflexiona el protagonista de “49 cruces blancas” (pág. 211), José González, mientras investiga el caso de la Guardería ABC.

¿Podrías ahondar en los acontecimientos o el contexto de impunidad en que sucede el incendio de la Guardería ABC?

“Los ejemplos son muchísimos, en todo el país hay una impunidad absoluta, una corrupción total; en todo el país las víctimas son criminalizadas, en todo el país las instituciones de justicia no tienen ninguna credibilidad porque permanentemente demuestran su inoperancia, su incapacidad y también su grado de corrupción.

Foto: Cortesía

“Yo, más que tratar de demostrar que el incendio fue provocado, lo que planteo más bien es que nunca vamos a saber porque la apuesta de las instituciones, la puesta del gobierno, la apuesta del Estado, fue que no se supiera; yo no sé realmente si el accidente fue provocado o no, lo que sí me queda claro es que de manera muy sospechosa, esa posibilidad, a pesar de que hay ciertos elementos que podrían apuntar hacia eso, fue desechada de inmediato por parte del Gobierno del Estado (de Sonora) y después la PGR la desechó de inmediato.

“Entonces, eso te hace sospechar, ¿por qué una línea de investigación -que no es ninguna locura, que está fundamentada en ciertos testimonios, que son los que aparecen en la novela, en el peritaje Smith que también aparece en la novela-, fue desechada? Ante esa pregunta te das cuenta que la apuesta del Estado nunca fue realmente establecer una verdad jurídica que pudiera llevar un cierto consuelo a los padres de la Guardería ABC, a las víctimas, sino proteger ante todo y sobre todo a un grupo de personas que podían verse seriamente involucradas y que podrían terminar en la cárcel o con acusaciones muy serias”.

El ganador del Premio Nacional de Literatura “José Fuentes Mares” 2015 sentenció:

“Al final, lo que planteo en la novela es que el sistema de justicia mexicano está pensado para proteger a ciertos grupúsculos de poder, a ciertas élites de poder económico, de poder político y social, y no para establecer verdades jurídicas que puedan llevar consuelo a las víctimas, que sería su principal función; se da en la Guardería ABC, se da en los estudiantes desaparecidos en Guerrero y se da en una y otra y otra tragedia en México.

“La tragedia de la Guardería ABC me parece -si no es una de las más-, la más brutal y la más escalofriante que se ha vivido en México en las últimas décadas, se convierte en una herida inútil, como dice el verso que abre la novela: ‘Toda certeza es una herida inútil’ (Joan Margarit). Yo creo que el incendio de la Guardería ABC -por quienes son las víctimas- ilustra de manera mucho más brutal y escalofriante el Estado fallido al que se convierte este país”.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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