En punto de las 13:14 horas, la alerta sísmica se activó en la mayoría de los 12 mil 352 altavoces instalados, se comenzó un simulacro y millones de habitantes de la Ciudad de México guardaron un minuto de silencio, además de que levantaron el puño para honrar a las 228 personas que fallecieron durante el sismo del 19 de septiembre del año pasado.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva Gálvez, se apersonó afuera del Centro Comercial Reforma 222 para supervisar en la calle la realización del ejercicio. En compañía de su gabinete coordinó las acciones bajo la hipótesis de un sismo magnitud 7.2, con epicentro a 35 kilómetros al este de Acatlán de Osorio, Puebla y a 189 Km de la Ciudad de México, el cual sería perceptible por 60 segundos.
Los altavoces instalados en diferentes puntos de la Ciudad de México emitieron la alerta sísmica y la gente comenzó a desalojar los inmuebles, siguiendo los protocolos establecidos por la Secretaría de Protección Civil capitalina. Diversas dependencias federales, la Cámara de Diputados y el propio presidente Enrique Peña Nieto llevaron a cabo el simulacro.
#SimulacroCDMX2018 #MacroSimulacro #MacroSimulacro2018 desde el predio ubicado en Chimalpopoca y Bolívar, en la colonia Obrera, en el que estaba la fábrica textil que se derrumbó el pasado #19deSeptiembre #19S #19Sep #19SUnAño #FuerzaMéxico pic.twitter.com/GsmGKVwjgG
— ??????? (@PosdataMexico) 19 de septiembre de 2018
En San Lázaro, el Presidente de la Mesa Directiva, Porfirio Muñoz Ledo, pidió un minuto de silencio por las víctimas de los temblores de 1985 y 2017, y después los diputados abandonaron el recinto legislativo. Pasados 10 minutos, personal de Protección Civil de la Cámara baja informó a diputados, empleados y visitantes que se habían revisado las instalaciones, como parte del protocolo, por lo que se les permitió el acceso.
Por su parte, en la residencia oficial de Los Pinos, en cuanto sonó la alerta sísmica, el presidente Peña Nieto salió de su despacho ubicado en la casa Lázaro Cárdenas. Desde las 12:40 horas, elementos de Estado Mayor Presidencial (EMP) se colocaron sus chalecos naranjas y se distribuyeron por zonas, además de que tres ambulancias de esa organización se colocaron en el corredor conocido como Molino del Rey.
Por la mañana, A las 07:19 horas, durante una ceremonia luctuosa que duró tan sólo 8 minutos, el presidente Enrique Peña Nieto izó a media asta la bandera monumental ubicada en la explanada del Zócalo de la Ciudad de México, en memoria de las víctimas de los terremotos de 1985.
El mandatario nacional estuvo acompañado por el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva Gálvez, y por titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Alfonso Navarrete Prida, por el general secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, y por el almirante secretario de la Marina Armada, Vidal Francisco Soberón Sanz.
Esta fue la primera ocasión en que un Jefe de Gobierno de la capital de la República asiste al acto protocolario con el Presidente, ya que antes rendían homenaje por separado, en la Plaza de la Solidaridad, construida en honor a las víctimas del temblor de 1985, sobre lo que fue el Hotel Regis. Además, asistió Sofía Castro Rivera, hija de la primera dama Angélica Rivera Hurtado, quien observó la ceremonia a unos metros del mandatario.
Peña Nieto activó el mecanismo que levantó el lábaro patrio hasta la parte más alta del asta bandera, para después bajar a la mitad en señal de luto. A la par, una banda de guerra de las Fuerzas Armadas entonó el toque de silencio y el Himno Nacional.
El presidente de la República -quien también estuvo acompañado por el coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente Espinosa y por el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia- se acercó a saludar al personal a los rescatistas y parameédicos que acudieron a la ceremonia desarrollada en la Plaza de la Constitución.