El diario estadounidense The New York Times difundió este jueves que el Gobierno del presidente Donald Trump busca pagar alrededor de 20 millones de dólares a su homólogo mexicano para deportar migrantes centroamericanos y con ello evitar que lleguen a su territorio.
Sin embargo, después de conocer la información, la futura secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, advirtió que México no será quien detenga la migración hacia el país vecino. “No se ha puesto en la mesa que México sea la policía de Estados Unidos, eso no se ha puesto de ninguna manera”, expresó la ex ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Sánchez Cordero destacó que ya han sostenido pláticas para detonar el desarrollo en el llamado “Triángulo Norte” -Guatemala, El Salvador y Honduras-, que es de donde proviene el mayor número de migrantes. “Lo que quiere Andrés Manuel [López Obrador] es que la gente emigre a Estados Unidos por su gusto, no por necesidad, ahorita hay gran necesidad para detonar desarrollo”, señaló la también senadora.
“Donald Trump lleva años prometiendo que México pagará la construcción de un muro fronterizo. Ahora, su Administración planea pagar al país para que lidie con los indocumentados”, indicó el NYT en su edición de este jueves.
El Gobierno de Estados Unidos tendría la intención de usar 20 millones de dólares de fondos de asistencia extranjera para ayudar a México a pagar boletos de avión y autobús para deportar a 17 mil migrantes, según un aviso enviado al Congreso citado por dicho rotativo.
Katie Waldman, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, dijo que el programa estaba destinado a ayudar a aliviar los flujos de migración en la frontera entre ambos países. “El dinero ayudaría a aumentar las deportaciones de centroamericanos, muchos de los cuales pasan por México para llegar a la frontera estadounidense”, indicó el NTY.
“Estamos trabajando estrechamente con nuestras contrapartes mexicanas para enfrentar el aumento de las aprehensiones fronterizas, específicamente, un aumento del 38 por ciento de las familias solo en este mes”, dijo Waldman, citado por el medio estadounidense.
El nuevo programa pretende que el Gobierno mexicano sea el responsable de detener y proporcionar revisión judicial de los migrantes antes de deportarlos, proceso legal que es tardado en Estados Unidos en los casos de solicitantes de asilo. Según el diario estadounidense, el dinero se transferiría del Departamento de Estado al de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), para luego enviarse a México.