La fuga de consumidores que adquieren productos en Estados Unidos representa una pérdida de seis mil millones de dólares anuales para la economía bajacaliforniana, el 10.35% del Producto Interno Bruto del estado.
Así lo informó Kurt Honold Morales, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Tijuana, quien destacó que la fuga de consumidores creció 300% desde 2001, cuando se estimaba una pérdida de mil 500 dólares al año.
El líder empresarial refirió que los resultados del estudio Competitividad del Comercio, la Industria y los Servicios en la Región Fronteriza arrojan que los habitantes de Baja California suelen gastar su dinero en el sur de California adquiriendo en primer lugar, ropa y artículos personales; en segundo, calzado; y en tercero, alimentos y artículos del hogar.
“Los empresarios tijuanenses sabemos que si logramos recuperar buena parte de los ingresos perdidos por esa fuga de consumidores habrá una derrama económica que generaría un efecto dominó, y un círculo virtuoso al crearse más empleos, y por tanto pagarse más impuestos y generar mayores estímulos para el mercado interno”, dijo.
De ahí que los empresarios vean con buenos ojos la reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del Impuesto Sobre la Renta (ISR) al 8% y 20%, respectivamente. Misma que favorecerá la industria y el comercio local, aportando importantes beneficios para la región región fronteriza, afirmó Honold Morales.
Consideró que la propuesta del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, beneficiará la competitividad de esta zona, propiciando una mayor derrama económica como resultado de la generación de empleos y nuevos proyectos de inversión.
“El sector productivo en (Tijuana) estará a la altura de estas medidas, y sabrá corresponder emprendiendo nuevos proyectos, generando más y mejores empleos, y estimulando la derrama económica en nuestra ciudad”, aseguró en un comunicado.
Además, expuso que los más beneficiados con la reducción de impuestos serán los consumidores, quienes mejorarán su poder adquisitivo; lo cual será un estímulo al mercado interno que generará una zona más competitiva.
Al final, los beneficios globales serán para todo el país y no nada más para unas cuantas ciudades; de modo que “no consideramos que estas medidas representen un privilegio o un regalo, sino más bien una compensación y un estímulo para poder seguir emprendiendo e innovando en condiciones más equitativas de competitividad”.
Lo que, al final traerá beneficios para todo el país y no nada más para unas cuantas ciudades, destacó.