Luego de 23 años ininterrumpidos de trayectoria artística, siempre a la izquierda de la tierra, el grupo de ska, rock, salsa, reggae, cumbia, y diversas genialidades musicales fusionadas, Panteón Rococó, publicó esta tarde un anuncio en sus redes sociales en el que indican el fin de su historia musical sobre los escenarios y de la discografía, momento que han denominado #ElÚltimoSka.
Panteón Rococó está conformado por Luis Román Ibarra “Dr. Shenka” (voz), Darío Espinoza (bajo), Leonel Rosales (guitarra), Felipe Bustamante (teclados), Paco Barajas (trombón), Rodrigo Bonilla (guitarra), Misael Oseguera (saxofón) y Tanis (percusión), quienes juntos decidieron finalizar su proyecto.
“Desde 1995 el Panteón Rococó ha llevado la energía del ska a toda la gente de México, y el mundo que ha disfrutado su música. 23 años más tarde lo más importante es haber compartido con ustedes cada uno de nuestros proyectos. Gracias”, subraya el comunicado que la banda ha difundido hoy 19 de septiembre.
Panteón Rococó se caracterizó por su discurso social, izquierdista, y por congeniar desde sus inicios con el movimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZNL), además de compartir créditos en sus grabaciones con Vicentico (“Madre candela”), Mimi Maura (“Cosas del ayer”), Ricardo Arjona (“Si el Norte fuera Sur”), y Genitallica (“Tengo un amor”), por mencionar algunos.
Para la posteridad dejan un legado discográfico de siete álbumes de estudio: “Toloache pa’ mi negra” (1997), “A la izquierda de la tierra” (1999), “Compañeros musicales” (2002), “Tres veces tres” (2004), Panteón Rococó (2007), Ejército de paz” (2010) y “Ni carne ni pescado” (2012), así como dos álbumes en vivo: “10 años: Un panteón muy vivo” (2006), y “XX años” (2016).
En la memoria colectiva, éxitos como “La dosis perfecta”, “La carencia”, “Vendedora de caricias”,
“Arréglame el alma”, “Esta noche”, “La rubia y el demonio”, y “Toloache pa’ mi negra”, son algunos de los títulos que quedarán para la posteridad, como unas de las grandes aportaciones a la música de un género que tomaron como canal de un discurso contestatario, llegó a tocar fibras comerciales, llevando su mensaje a todas las esferas sociales de territorios pisados.