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sábado, febrero 17, 2024
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Ana Laura Calderón debuta en cine de ficción

Protagonizada por Maite Perroni e Iván Sánchez, “Dibujando el Cielo” es la ópera prima de la cineasta en el género de invención. La historia sigue a una astrofísica que se da cuenta que dejó de lado su vida personal por trabajar en la tesis de su posgrado

“Esta película significa todo para mí porque es mi ópera prima. Es la culminación de un trabajo que llevo haciendo desde hace siete años, que fue cuando lo empecé a desarrollar, hasta ahora. También es mi realización como directora, obviamente, aunque ya llevo mucho tiempo en este medio, desde el 2002. Entonces, es un sueño hecho realidad, ahora sí que me deja de a seis, porque ‘Dibujando el Cielo’ significa muchas cosas para mí”, expresó vía telefónica a ZETA, Ana Laura Calderón sobre el proyecto que la debutó en el género de ficción.


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Actualmente en cartelera, la historia que sigue a Sofía, una joven experta en satélites espaciales obsesionada con su oficio y terminar un posgrado, es una creación de Ricardo Avilés y la propia cineasta, a partir de inquietudes que ya le aquejaban.

“Desde hace muchos años tenía la inquietud de que al ver una película, mexicana sobre todo, las mujeres protagonistas que salían vivían en súper departamento, súper loft y todo el rollo, se enamoraban y les pasaban muchas aventuras pero no se dedicaban a nada. Yo no quería, bueno, yo no quiero que las mujeres de nuestro país sean retratadas así porque yo conozco muchas médico, profesores, científicos, y no es justo que nuestro cine no nos retrate como realmente somos, que todos los días nos levantamos para partirnos el lomo, por decirlo de esa manera, cada una en su profesión, entonces quería hacer un poco de justicia en ese sentido”, compartió Calderón. .

Con Maite Perroni como la protagonista que puede construir una vida más allá de los estudios e Iván Sánchez interpretando al vulcanólogo que conoce tras una tormenta que arruina su proyecto de tesis, la película toma un giro en el que la ciencia y el romance se cruzan, y que en términos narrativos contó con la ayuda de una especialista. “Justamente por esos días conocí a una astrofísica que trabaja en orbitas celestes, que es la gente que se encarga de trazar las rutas en el espacio de los satélites para que estos no choquen y dije wow, ¿cómo alguien se puede dedicar a algo así? Nos pareció una profesión súper cinematográfica y cuando la discutí con Christopher Hool, mi productor, me dijo ‘adelante’. Es una profesión que también se presta mucho para la magia. El cielo siempre ha sido mágico cinematográficamente, entonces decidimos que debíamos hacer una investigación científica para poder crear paralelismos y metáforas de lo que ocurre en la vida real de las personas en su vida diaria”.


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¿Cómo llegaron a ese punto en común para el guion?

“Fue sencillo porque ya conocía a esta astrofísica que se llama Elena Mardino, que es italiana y es especialista en esto. Con ella fui platicando y me explicó acerca de su profesión, de su carrera. En aquel entonces ella estaba viviendo en Barcelona y la fui a visitar, también fui a la universidad donde trabaja y conocí a sus colegas, entonces también a partir de ella estuve desarrollando mi historia y, conforme iba avanzando, le decía a ella ‘¿A ver, hay alguna fórmula, por ejemplo, que se puede ocupar entre dos cuerpos que van a colisionar?’, y ella me decía si había una fórmula o no. Le costaba mucho trabajo entender lo que yo quería decir porque yo quería aplicarlo en las relaciones humanas y ella estaba hablando de ciencia, pero solo nos costaba mucho trabajo al inicio, porque al final nos logramos entender y hacer esta mezcla entre ciencia y relaciones humanas que se retrató muy bien en la película”.

¿Cuál fue el reto de esta ópera prima?

“Yo creo que primero que nada justamente esas cinco semanas de trabajo, hacer una ópera prima en cinco semanas creo que es algo bastante rudo, obviamente por la falta de experiencia y porque había cosas por resolver mientras corría el tiempo, así que ese fue el reto más grande, el ir contra el tiempo y el clima, porque de repente cuando no tenía que llover, llovía, y cuando debía, no nos llovía. El clima y el tiempo fueron los retos más importantes, porque la producción me tenía totalmente cobijada a mí y a todos, así que lo demás fue muy sencillo en ese aspecto”.

Habías trabajado en documental (“La Isla de la Juventud”), ¿cómo fue dirigir actores en ficción?

“La verdad es que ellos me ayudaron bastante. Me sorprendió muchísimo la sencillez de Iván y de Maite, y su profesionalismo. Con Maite estuve trabajando muchísimo porque toda la película va alrededor de ella, ahora sí que sale en todas las escenas, pero siempre lo hizo con una responsabilidad y profesionalismo impecables. Siempre proponiendo, siempre dispuesta y lo disfruté muchísimo, igual que con Iván, que es súper profesional, tiene mucho colmillo, diría yo, y se sabe perfectamente (lo técnico), dónde pararse, cómo ponerse en foco y todo ese tipo de cosas; domina su profesión de una manera brutal, entonces trabajar con ellos dos fue maravilloso, como la química que lograron obtener en pantalla”.

 

¿Qué aprendizaje rescatas de esta primera ficción?

“Tener un buen equipo que me respaldó todo el tiempo y cómo trabajé con ellos. Dejé que cada uno de los jefes de departamento propusiera porque creo que eso es lo más importante, dejarlos trabajar. Ahora que ya estamos en pantalla me doy cuenta que sin ellos no hubiera sido lo mismo, lo más importante es reconocer que el cine, como la vida, es un trabajo de equipo y debemos estar todos viendo la misma película, para mí ese es el mayor aprendizaje”.

¿Buscarás ir y venir entra la ficción y el documental?

“Yo creo que sí, totalmente, tampoco me interesa casarme con un género. Dirigí aquel documental hace un tiempo, esta película es comedia romántica, la que acabo de hacer es con no actores, gente de una comunidad indígena, solo lleva un actor, entonces no me interesa casarme con un género, me interesa tener retos diferentes día a día y aprender, aprender todo el tiempo”.

¿Detrás de qué tipo de historias vas?

“Una de las cosas que más me gusta de ‘Dibujando el Cielo’ es que siento que es una película muy humana. Anteriormente hice el documental de ‘La Isla de la Juventud’ en Cuba, y también creo que es un documental muy humano, como los cortos que he hecho. Entonces creo que lo que me interesa es mostrar al ser humano, sus elementos y complejidades, todo lo que conlleva ser uno. Las historias de mujeres también me interesan, acabo de dirigir mi segunda película hace unos meses, la estamos editando, y la protagonista es una niña. Creo que uno de mis intereses mayores sería seguir dirigiendo historias también de mujeres.

Rodada en locaciones de Ciudad de México y Cholula, Puebla, “Dibujando el Cielo” cuenta con las actuaciones de Ana Layevska, Claudia Ramírez y Ximena Romo, y se exhibe en carteleras de Tijuana.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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