Tres magistradas del Tribunal Superior de Justicia del Estado se volvieron tema por diversos motivos: Olimpia Ángeles, Miriam Niebla y Sonia Mireya Beltrán. La primera de ellas por su reincorporación al pleno, del cual estuvo fuera por más de un año a causa de un severo problema de salud -un tumor en el cerebro, aseguran al interior del Poder Judicial-. Aun con secuelas de su enfermedad, fue entrevistada al término del segundo pleno en el que participó el martes 7 de agosto, y aunque no pudo expresarse holgadamente, aclaró que se encuentra bien de salud y regresó “de lleno” a su sala y que respeta la decisión del consejero Salvador Avelar, quien interpuso un recurso para retirarle la incapacidad, pues –argumentó- era un hecho violatorio de la Ley Orgánica del Poder Judicial. La segunda, Miriam Niebla, por concluir su periodo en el Consejo de la Judicatura del Estado, en una de las etapas más complicadas: se encargó de llevar a cabo las evaluaciones de los aspirantes a magistrados, quienes encontraron diversas irregularidades y a través de amparos lograron frenar los procesos de selección por varios años. La última, Sonia Mireya Beltrán, por ser la aspirante más definida para sustituir a la arriba mencionada en el Consejo de la Judicatura. Beltrán estuvo a punto de ser presidenta del Tribunal hace unos meses, pero la operación desde el Poder Ejecutivo la dejó a escasos votos de cumplir su cometido… y llegó Salvador Ortiz.
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