Andrés Manuel López Obrador recibió constancia como presidente electo de México, el miércoles 8 de agosto, en correspondencia con las actas de cómputo distrital levantadas por el INE; las cuales arrojaron a su favor, 30 millones 110 mil 327 votos, de un total de 56 millones 601 mil 874.
Una vez emitida la declaración de validez del proceso electoral 2017-2018, así como la declaratoria que proyecta López Obrador como próximo titular del poder ejecutivo, el político tabasqueño entrará en funciones el 1 de diciembre, para concluir su periodo en el cargo, el 30 de septiembre de 2024.
La presidenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife), Janine M. Otálora Malassis, destacó que con todo y que se trató de un proceso electoral complejo, toda vez que concentró elecciones federales y locales, finalmente “se desarrolló con apego a los principios constitucionales” y, el 1 de julio, la ciudadanía salió a ejercer “su voto libre e informado”.
En contra de los resultados de la elección presidencial, se llegaron a presentar 286 medios de impugnación, que en su totalidad fueron declarados improcedentes por el Trife.
281 demandas fueron presentadas por el partido Encuentro Social, el cual formó parte de la alianza que arropó a AMLO en sus aspiraciones presidenciales (“Juntos Haremos Historia”). El instituto político puso en tela de juicio “los resultados aritméticos de los cómputos distritales” y alegó “irregularidades”, tales como “ausencia de garantías de seguridad pública”, durante la jornada, y “rebase de tope de gastos de campaña”. Con base en esos elementos, solicitó la nulidad de la elección.
El Trife resolvió las demandas “extemporáneas o infundadas por expresar argumentos genéricos y desvinculados de la elección”. Además, vía comunicado indicó: “las peticiones y argumentos presentados por el PES están encaminados a alcanzar el 3% de la votación válida, emitida en la elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, para la conservación de su registro como partido político nacional”.
Una vez que Andrés Manuel López Obrador fue declarado presidente electo de México de manera oficial, se comprometió a asimilar “los mandatos de la mayoría”, en virtud de la cual obtuvo el triunfo electoral. “La gente votó por un gobierno honesto y justo”, señaló a propósito y agregó que los ciudadanos “desean poner fin a la corrupción y a la impunidad”, lo mismo que a “la monstruosa desigualdad económica”.
Según mencionó, “clase media y acaudalados” también manifestaron esa necesidad de cambio.
Afirmó que como Presidente de la República, actuará “con rectitud y respeto a las potestades y soberanía de los otros poderes legalmente constituidos”. Dijo que no se entremeterá en sus resoluciones. “El Ejecutivo no será más el poder de los poderes”.
Entre los asistentes a la sesión, figuraron los presidentes de la SCJN, Luis María Aguilar, y del INE, Lorenzo Córdova, los titulares de las Cámaras de Diputados y Senadores, Edgar Romo y Ernesto Cordero, así como los dirigentes de los partidos del Trabajo y Revolucionario Institucional, Alberto Anaya y Claudia Ruiz Massieu, respectivamente.
