Los Acosta saben quiénes están detrás de las muertes de la madre, el hijo menor y el tío de la familia, por eso abandonaron Baja California. Autoridades advierten que los responsables serían antiguos socios criminales del patriarca, Jorge Humberto Acosta Gallego “El Güero Leches”, preso desde hace dos años y siete meses. Los asesinos ejecutaron a las víctimas a balazos y se llevaron los casquillos
Jorge Humberto Acosta Gallegos “El Güero Leches”, está preso desde el 31 de diciembre de 2015. En teoría con el encierro, su operatividad e influencia criminal estaría bloqueada. Sin embargo, incluso dentro del penal sus enemigos lo quieren muerto y acabado, por eso el 5 de agosto de 2018 mataron a su mujer, su hijo de 7 años de edad y a su cuñado.
“El Güero Leches” fue incluido en el organigrama criminal del Cártel Arellano Félix (CAF) por las autoridades de Baja California desde 2007. A partir de septiembre de 2008 su nombre quedó plasmado como cabecilla de célula, y autor intelectual en varios expedientes abiertos por homicidio. En el mismo año fue considerado responsable del control del tráfico y el crimen en el Valle de Guadalupe y Tecate, como lugarteniente delictivo de Eduardo García Simental “El Teo”, quien escindió del CAF y se alió con Sinaloa. Tras la captura de García, Acosta se agrupó con los hermanos Alfonso y René Arzate, del lado del Cártel de Sinaloa.
En cuanto a la investigación de los motivos de sus enemigos para masacrar a su familia, incluso las áreas de Inteligencia reportan avances mínimos: “…en la calle la versión es que debe algo, no hay mayores datos”. Se lo cobraron y se negó, o no pudo pagar. Por eso mataron a miembros de su familia y provocaron que el resto de sus hijos y familiares, esta semana, abandonaran sus ranchos y Baja California.
Como no han podido ultimarlo y llegar a él, al estar alojado en una zona especial en el Centro de Readaptación Social (Cereso) en Tecate, el domingo 5 de agosto de 2018, los criminales decidieron atacar a la familia.
Exhibiendo bajeza y crueldad, fueron por los más débiles. Un niño que apenas en diciembre había cumplido 7 años, blanco, delgado, pequeño. El único problema de Adán Archivaldo, fue ser el hijo menor del capo, por ese parentesco, le dispararon en dos ocasiones, incluido el tiro de gracia para quitarle la vida.
Pese a que en años recientes varios niños, hijos, hijastros o sobrinos de narcomenudistas han sido asesinados en Baja California, en general los menores han caído abatidos como víctimas colaterales en ataques dirigidos a sus padres o parientes. En contraste, Archivaldo se convirtió en el primer asesinato intencional de un menor, en medio de la pugna actual de narcotraficantes en BC.
El antecedente similar más reciente data de la madrugada del 17 de septiembre de 1998, cuando un comando encabezado por Lino Quintana, por una deuda de drogas asesinó a 19 miembros de tres familias en El Sauzal en Ensenada; entre las víctimas estaban seis niños de entre 1 y 9 años, y cinco adolescentes de entre 12 y 16 años.
El pequeño Archivaldo fue masacrado en el mismo operativo homicida que acabó con la vida de su madre Ada Lilia Buenrostro, quien estaba próxima a cumplir 45 años; en el lugar los sicarios también acribillaron a Luis Humberto Carrillo, quien se alojaba en casa de su hermana.
Conforme a las versiones iniciales de las autoridades, a pesar de ser familia cercana y beneficiarse de la economía de Acosta, aún no encuentran elementos que los hagan suponer que su mujer o el cuñado, estuvieran implicados en las actividades ilícitas del “Güero Leches”.
Los ejecutados y las capturas en Tecate
En un lapso de dos días, Tecate registró ocho homicidios dolosos, siendo la semana más violenta de todo el año, pese al aumento de operativos y aprehensiones que ha realizado la Procuraduría General de Justicia del Estado junto a las demás corporaciones en la ciudad.
El hecho de mayor relevancia sucedió el 5 de agosto, cuando se reportó el hallazgo de cinco cadáveres apilados en un camino de terracería en la colonia Lombardo Toledano, cerca de una antena de telefonía celular. A su costado había un narcomensaje.
A decir, del reporte oficial, a las 6:53 pm la autoridad conoció datos del crimen. Los cuerpos presentaban severos signos de putrefacción, aun así, los investigadores descartan que las víctimas tuvieran más de 24 horas de haber sido privadas de la vida. Uno de los cuerpos se encontraba sin ropa.
En el mensaje, escrito en una cartulina verde, sostenida de los extremos con piedras, se leía:
“PONCHIN SIGUE MANDANDO A TU BASURA AQUÍ TE LA VOY A DEJAR LOS AKILES NI TE QUIEREN Y AHÍ ANDAS DE LAMEHUEVOS CUANDO YA NO TE OCUPEN TE VAN A VOLVER A PONER POR PENDEJO ATT TU AMIGO”.
Entre las víctimas se encuentran los hermanos Eduardo y Jorge Manuel Espinoza Quiroz, así como Armando Acevedo y Sergio López. Un quinto cuerpo aún está sin identificar.
El mismo domingo, a las ocho de la mañana, sobre la calle principal a la presa Las Auras, cerca de una fábrica de nombre Ceramic Tecate en la colonia San Pablo, se localizó un cuerpo calcinado de la cintura hacia abajo.
Hasta el momento no se ha identificado al occiso, aunque se sabe no fue asesinado con arma de fuego, sino con un desarmador, el cual se encontró al lado del cuerpo.
Previamente, a las 6:54 am del viernes 3 de agosto, se suscitó un doble homicidio en una cuartería de la colonia Cucapah. Allí murieron, víctimas de balas de arma calibre .233, David Cazares Fregoso, de 29 años de edad y con largo historial delictivo; y José Enrique Morales Jiménez, de 21.
La Policía Ministerial Zona Tecate informó que en los primeros nueve días de agosto cumplimentó once órdenes de aprehensión y recuperó seis vehículos con reporte de robo. Uno de los casos más destacados es el de un hombre identificado como José Alejandro, a quien se vinculó a proceso por el delito de feminicidio en grado de tentativa, por un hecho ocurrido la noche del 30 de julio, cuando golpeó a su pareja en la espalda y después con un bate de beisbol en la cabeza, para después intentar ahogarla en un tambo de agua y, por último, atropellarla con su camioneta Grand Cherokee modelo 1989.
Tras recibir la denuncia, agentes ministeriales obtuvieron una orden de aprehensión contra el acusado, quien se encuentra en prisión mientras se resuelve su situación penal.
El resto de las órdenes de aprehensión corresponden a delitos de robo de vehículo, robo con y sin violencia, lesiones, abuso de confianza y violencia.
EL ATAQUE
Del asesinato de Los Acosta existe una versión extraoficial en la cual se reporta que el hijo mayor recibió una llamada para informarle de los asesinatos previo a que estos se perpetraran, y que el contacto se dio desde el teléfono de su madre, sin embargo, son datos no contenidos en la investigación, porque la familia no ha sido interrogada y ya abandonaron la entidad.
De acuerdo al expediente, el día del triple homicidio las víctimas estaban solas en el rancho del “Leches”, que en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio y documentos, tiene tres nombres: “La Sierrita”, “El Eucalipto” y “Santa Anita”. Está en el Kilómetro 33 de la Carretera Libre Tecate-Ensenada, o en el Kilómetro 70 de la Carretera Ensenada-Tecate, Delegación Francisco Zarco, porque también se manejan esas dos direcciones. Estaban solos a pesar que, oficialmente, en papeles, los tres hijos de Acosta, su suegra, su madre y su fallecida esposa, vivían en la misma dirección.
Las autoridades recibieron el reporte al número de emergencia 911, a las 5:41 pm del domingo 5 de agosto y enviaron una patrulla; mientras que el reporte hecho por el hijo mayor de Acosta fue que había llegado al rancho y encontró a un hombre inconsciente que necesitaba atención médica.
Al llegar, los agentes se dieron cuenta que era un hombre herido por arma de fuego y reclasificaron el reporte a “lesionado por arma de fuego”, se dieron cuenta que estaba muerto, pero por protocolo llamaron a la ambulancia para que los paramédicos testificaran el deceso.
El cuerpo de Luis Humberto Buenrostro Carrillo lo encontraron dentro del terreno del rancho, aproximadamente a cinco kilómetros de la carretera Ensenada-Tecate.
Después los uniformados recorrieron la propiedad en busca de los perpetradores del ataque, y a 170 metros hacia el sureste del cadáver de su tío, localizaron el cuerpo del niño. Posteriormente, separado cuatro kilómetros de su hijo, encontraron el cuerpo inerte de Ada Lilia Buenrostro, de acuerdo a la ficha informativa de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). Los tres quedaron tendidos entre los matorrales.
Interrogado preventivamente, el mayor de los hijos Acosta comentó que él vivía en Tecate, no ofreció detalles de la razón de la visita al rancho de sus padres, pero explicó que al llegar y ver a su tío herido, decidió llamar a los servicios de Emergencia, pero como en el rancho no hay señal, debió salir a la carretera para hacerlo.
Cuando encontraron los cuerpos de la mujer y el niño, le preguntaron por qué no había comentado nada de la ausencia de sus familiares, a lo que solo respondió que él creyó que “se los habían llevado”.
A BALAZOS
En cuanto a las causas de muerte, la necropsia no revela ningún tipo de tortura física, y en los tres casos, el deceso fue provocado a balazos, todos quedaron en medio de un charco de sangre. El calibre de la bala se ignora porque ninguno de los proyectiles se alojó en los cuerpos, y los homicidas se llevaron también los casquillos de las escenas del crimen, “pero las heridas son amplias”.
Luis Humberto Buenrostro Carrillo, de 58 años, murió por un choque hipovolémico secundario a herida por proyectil de arma de fuego penetrante de tórax.
Ada Lilia Buenrostro Carrillo perdió la vida por un choque hipovolémico secundario a herida por proyectil de arma de fuego penetrante en cráneo y tórax.
La causa de muerte del pequeño Adán, fue laceración del encéfalo a consecuencia de herida por proyectil de arma de fuego penetrante de cráneo y tórax, le dispararon de arriba hacia abajo. La herida de la cabeza fue grande en región témpora parietal del lado derecho. El cuerpecito presentó una herida de bala en la parte de la columna, arriba del glúteo derecho, por la espalda.
Día y medio después de haber sido asesinados, los cuerpos de las tres víctimas fueron reclamados en las instalaciones del Servicio Médico Forense de Ensenada; la PGJE confirmó el martes 7 de agosto, que al mediodía fueron liberados los cadáveres.
SUS ANTIGUOS CÓMPLICES, ACTUALES ENEMIGOS DE ACOSTA
Con una carpeta de investigación con pocos datos, ZETA consultó con integrantes del Grupo Coordinación y sus áreas de Inteligencia, y de lo único que las autoridades refieren tener seguridad es que “El Güero Leches” y por lo menos su hijo mayor, saben quiénes mandaron asesinar a su familia.
Lo hicieron a sabiendas de la impunidad que lograrían porque, desde finales de 2015, cuando fue detenido, el grupo de Acosta se disminuyó, la mayoría se integró a otras células y un alto porcentaje se fue a Ensenada. “No temen venganzas porqué él está encerrado, su familia cruzará a Estados Unidos para protegerse y no tiene ‘bataca’, sicarios que tomen venganza”.
Lo hicieron a sabiendas de la impunidad que lograrían porque, desde finales de 2015, cuando fue detenido, el grupo de Acosta se disminuyó, la mayoría se integró a otras células y un alto porcentaje se fue a Ensenada. “No temen venganzas porqué él está encerrado, su familia cruzará a Estados Unidos para protegerse y no tiene ‘bataca’, sicarios que tomen venganza”.
— ¿Y sus socios criminales?
“Difícilmente, está solo, ya están reacomodados. Pero nunca podemos descartar el recrudecimiento de una pugna entre células”.
Al interior del Consejo Estatal de Seguridad, en los cuatro días posteriores han manejado dos hipótesis extraoficiales, ambas basadas en versiones de los criminales en las calles.
Primera hipótesis: Apunta al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y sus líderes, principalmente el cabecilla detectado en la zona Tecate-Ensenada, Jesús Alfonso Trapero Ibarra; seguido de Jesús Felipe Olea Sepúlveda “El Felipón” y su brazo armado: los hermanos José Giovani “El Puma” y Daniel Isaac “El Moreno”, ambos de apellidos Ortiz Covarrubias.
En este caso el indicio es que la deuda que “El Güero Leches” no ha pagado, sería con miembros del CAF.
Esta hipótesis no la descartan a pesar del contenido del mensaje dejado en una narcomanta al secretario de Seguridad Pública del Estado, Gerardo Sosa Olachea, el 23 de julio: “Nosotros no nos metemos con la familia aunque sabemos que tu hijo anda de bajador y extorsionando gente junto con unos pepos contra ti no traemos nada hasta ahora y si trajéramos algo el pedo sería contigo y no con tu familia nosotros no te mandaríamos juguete para amenazarte te pegaríamos a ti solamente Att C.J.N.G.”, después que criminales dejaron caer dos drones con granadas -inactivas- en la casa de la familia del funcionario en Tecate.
Segunda hipótesis. Surgió dos días después de los homicidios, “dicen que debía algo, no sabe si la deuda la generó antes de entra a la cárcel o ya interno, pero no quiso o no podía pagar”, en este caso apuntan al Cártel de Sinaloa y a los socios de los hermanos Alfonso y René Arzate.
Desde las corporaciones locales, explicaron que todos los grupos que han operado en Tecate terminan “trabajando- delinquiendo” juntos, y han cambiado de cártel varias veces de manera más o menos pacífica. Estuvieron con el CAF, después con Alonso Lira “El Atlante” que operó para el CAF y Sinaloa, posteriormente se pasaron con Sinaloa y recientemente al CJNG.
“Pero las ‘fidelidades’ o pertenencias criminales en Tecate son relativas, porque hasta donde sabemos, cuando estaba Sinaloa ofrecía droga y protección, pero eso se complicó dos o tres años atrás, cuando los líderes salieron del Estado. Entonces llegó el CJNG que les vende la droga pero no les da protección, y operan prácticamente como independientes. Aunque la mayoría de los delincuentes y policías asesinados en el último año en Tecate estaban aliados a Sinaloa, ese cártel está regresando y cobrando deudas viejas. Acosta también trabajó con ellos, en teoría, en el período que lo capturaron, ‘El Leches’ movía droga del Cártel de Sinaloa y se había cambiado a esta mafia, cuando la célula de Eduardo García Simental ‘El Teo’ se escindió del CAF”, se informó.
De hecho en uno de los expedientes en su contra estaba como coacusado con “El Tres Letras”.
— ¿Pero una deuda de droga por la vida de un niño?, planteó ZETA.
“Son gente sin valores y sin conciencia, si les deben 5 pesos, 25 pesos, eso lo cobran con vidas”, expuso un miembro del Grupo Coordinación.
Las áreas de Inteligencia revisaron la teoría de que el grupo del “Güero Leches” habría matado al hijo de algún líder y le hubieran cobrado con su hijo, pero al cierre de esta edición, ni siquiera reportaron haber identificado actividad delictiva en los hijos del capo.
CUATRO PROCESOS ABIERTOS
Respecto a la posibilidad que el ataque fuera una venganza por haber proporcionado información a las autoridades, el gobierno negó estar recibiendo cooperación del traficante interno en el Cereso de El Hongo.
Su expediente registra que con la orden 2545/2015 fue detenido en diciembre del mismo año, como parte del expediente de un homicidio perpetrado en 2010, pero Acosta Gallego enfrenta actualmente cuatro procesos en su contra, todos derivados del mismo expediente, en los cuales no se revela que haya recibido algún beneficio.
Todo inició con el asunto 240/2010 que lleva el Juzgado de Primera Instancia de Tecate por homicidio calificado. Y el 88/2016, a cargo del Juzgado Octavo de Distrito en el Estado de Baja California tras ejecutar -ya en prisión- orden de aprehensión emitida el 7 de enero de 2016.
En dos años y medio, el interno ha hecho varias promociones:
– Le concedieron una suspensión provisional en contra de un traslado de Cereso a finales de febrero de 2016
– El 14 de enero del mismo año separaron su expediente de su coacusado Eduardo “El Teo” García Simental y Marco Olmehier
– Le dictaron libertad por falta de elementos en mayo de 2016, pero no especifican por cuáles de los cargos; en marzo de 2017 sobreseyeron un juicio de amparo contra el auto de formal prisión
– El 14 de diciembre de 2017 lo sentenciaron a 20 años de prisión, los cuales contarían a partir del 7 de enero de 2016. Pero la sentencia se anuló y se ordenó la reposición.
Se intensifica violencia en Tijuana: llega a mil 512 asesinatos en 2018
Hasta las primeras horas de jueves 9 de agosto, en Tijuana habían sido privadas de la vida mil 512 personas en el transcurso de 2018. De esa cifra, 71 víctimas corresponden al presente mes.
Uno de los casos que causó más indignación entre la sociedad fue la muerte del adolescente Jesús David Cruz Murataya, de 13 años de edad, que tras haberse resistido al robo de su teléfono celular, fue ejecutado la noche miércoles 8 de agosto en la colonia Villas de Baja California. El presunto homicida, un sujeto de alrededor de 35 años, ya es buscado por autoridades ministeriales.
Entre asesinatos a tiros, calcinados, encobijados y restos humanos, a continuación, el recuento de los hechos violentos de la última semana.
Domingo 5. En el Mariano Matamoros Centro fue encontrado el cadáver putrefacto de Ramón Evencio Zamora Arellano “El Gringo”, de 45 años, dentro de la cajuela de un vehículo. De acuerdo a testigos, era adicto a las drogas. En un lote baldío en la Sánchez Taboada fueron localizados los cuerpos de dos masculinos sin vida. Tres cadáveres putrefactos fueron hallados en Valle de las Palmas. Jordan Granados de la Torre y Esteban Hernández Rivera, de 26 años de edad, fallecieron en el Hospital General. En el mismo nosocomio murió José Carlos Gutiérrez de Valdez, atacado a tiros un día antes. Valentín Oliva Beltrán, de 43 años, fue encontrado sin vida en el asiento de un vehículo en la colonia El Peñón. En el Pípila fueron ultimados Miguel Leyva Félix, de 35 años y Abelardo Olivas Serrano “El Bigotes”, de 65. En la escena del crimen fueron localizados nueve casquillos calibre 9 milímetros. Versiones indican que los occisos se dedicaban al narcomenudeo, ya que el primero contaba con antecedentes por portación de armas prohibidas y narcomenudeo. El segundo por lesiones.
Lunes 6. En Lomas de Matamoros fue asesinada una mujer de entre 50 y 55 años. En La Postal fue ultimado Carlos Alberto Gastélum Huízar, de 44 años.
Martes 7. En el camino vecinal a Cuero de Venados, se encontró el cuerpo sin vida de una persona, la cual estaba maniatada y con un trapo en la cabeza. En Campestre Murúa, fue reportado el cadáver de un hombre en proceso de calcinación. En un negocio de “maquinitas” fue asesinado Fernando Marroquín Scharader, de 44 años. En Cañadas del Florido se halló el cuerpo de un masculino con huellas de violencia. En la Clínica 1 del IMSS murió una persona luego de los balazos que le propinaron el 18 de julio. En Infonavit Presidentes fueron asesinados Mirsha Bersy Núñez Urías, de 33 años, y Miguel Ángel Machado García, de 38.
Miércoles 8. En Paseos del Vergel, un desconocido fue encontrado muerto. En Puesta del Sol acribillaron a Edgar Iván Mosqueda Gómez, de 24 años. Los responsables huyeron en un vehículo sedán color azul. Luego de negarse a entregar un celular a un asaltante, un menor de 13 años identificado como Jesús David Cruz Murataya, fue asesinado en Villas de Baja California. Con huellas de violencia e indicios balísticos, se localizó el cadáver de José Alberto Bastida Burgos. A bordo de un vehículo fue ultimado un desconocido en el fraccionamiento Tomás Aquino. En Pórticos de San Antonio, fue ultimado a balazos un hombre. En la clínica 36 del IMSS, perecieron Daniel Fernández Véjar, de 24 años, y Avimelet Orozco Sánchez, de 18 años. En Playas de Tijuana fue ultimado un hombre que, hasta el cierre de esta edición, no había sido identificado.
Jueves 9. En el Ejido Francisco Villa fue asesinado un masculino de 25 años. En la Carretera Libre Tijuana-Tecate se encontró el cadáver de una fémina, envuelta en una cobija y sujetada de las manos con candados y de los pies con un cinturón blanco. En el interior de un domicilio en El Dorado Residencial, fue asesinado de un tiro en el tórax un masculino. Dos cuerpos calcinados, de edad y sexo a determinar, fueron localizados bajo las vías del tren en Villa del Campo.
De acuerdo a estadísticas de la Procuraduría General de Justicia en el Estado y hasta el cierre de esta edición, en Tijuana se habían registrado mil 512 homicidios durante 2018; seguido de Ensenada (142), Mexicali (98), Tecate (53) y Rosarito (51).