Gustavo Jiménez Pons, presidente de GBS Air Enterprises Mexico, arribó este jueves a la casa de transición de Andrés Manuel López Obrador, para hacer una oferta económica por la compra del avión presidencial, el Boeing Dreamliner 787787-8, aeronave que el Gobierno Federal adquirió en 2012 por 218.7 millones de dólares, equivalentes a 2 mil 952.4 millones de pesos, con un tipo de cambio de 13.50 pesos por dólar.
El empresario mexicano de 56 años de edad, candidato externo por el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina a Jefe de Gobierno del Distrito Federal en 2006, dijo a los medios de comunicación que su compañía de aviación ejecutiva ofrecería 125 millones de dólares (2 mil 371 millones 075 mil 944 pesos al tipo de cambio actual), por la aeronave que llegó a México el 2 de febrero del 2016.
“Durante la campaña se habló [que el costo del avión era] de 7 mil 500 millones de pesos, pero eso no vale ni nuevo, el precio de este avión nuevo es de 220 millones de dólares, pero repito este era el avión de demostración de la Boeing y se adquirió por un precio de 125 millones de dólares”, afirmó el empresario.
Jiménez Pons tuvo que esperar ante el portón de la casa de transición del presidente electo -ubicada en la calle Chihuahua, de la colonia Roma Norte, de la Ciudad de México- de la misma forma que todos los que se presentan en la oficina del político tabasqueño para hacer alguna petición o presentar un proyecto.
El empresario -quien aclaró que el uso que le daría al avión presidencial sería de “taxi aéreo VIP”, a un costo de 20 mil pesos la hora- es sobrino de Rogelio Jiménez Pons, postulado por López Obrador como el próximo titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur). Sin embargo, aclaró que su relación “es distante”.
El avión que quiere vender el presidente electo tiene nueve años de antigüedad, porque salió de fábrica en 2009 y considerando que una aeronave se deprecia entre 5 y 8 por ciento cada año, en la actualidad puede tener un valor de 120.2 millones de dólares, de acuerdo con un vendedor de aviones privados, citado por el diario El Universal.
El político tabasqueño aclaró en conferencia de prensa desde su casa de campaña hace algunas semanas, que aún no entra en los detalles de la venta del avión presidencial -con capacidad para 200 personas-, pero que estaría en contacto también con fábricas, como con la Boeing y otras empresas de aviones, para conocer a quién le interesa la aeronave.