Una mesa de trabajo sobre las condiciones de producción audiovisual en la entidad, que coordinó el crítico de cine Juan Alberto Apodaca, la proyección de cortos de ficción en la Sala Carlos Monsiváis, además de las películas “Los Crímenes del Mar del Norte”, “Pacífico Norte” y “Mente Revólver”, fueron parte del inicio de actividades del Baja California International Film Festival en su segunda edición.
Con apoyo de la Secretaria de Turismo del Estado (SECTURE) y la Comisión de Filmaciones, la jornada se extenderá al domingo 26 agosto e incluye de sedes a la Sala Audiovisual del Centro Cultural Tijuana (CECUT), Cinépolis Plaza Río, CEART Rosarito y Baja Studios.
“La verdad es que es un proceso bien difícil porque estamos, de repente, luchando un poquito contra corriente. Tú sabes que en nuestro país no siempre contamos con todos los apoyos necesarios para llevar a cabo eventos culturales… La primera (edición) fue hecha por puras amistades, de ‘por favor vengan de Estado Unidos y México’ y cada quien llegaba como podía. Gracias a Dios nos fue muy bien y tuvimos una afluencia entre los tres días de 18 mil personas aquí en el CECUT”, declaró en entrevista con ZETA, la directora del festival Nelly Castañeda, antes de enfatizar que el evento, cuya meta tiene convertirse en una plataforma donde los jóvenes cineastas puedan mostrar su talento y hacer alianzas internacionales, “ya tiene por objetivo hacerse año con año”.
Marco de la O, protagonista de la serie de Netflix “El Chapo”, el director Roberto Girault (“El Estudiante”) ; la actriz de voz Blanca Araceli (“Coco”) ; Manuel Teil, director de casting y el histrión Guillermo Iván (“Habana Darkness”), son algunos de los partícipes del festival que a través de “Bollywood” tiene a India como país invitado y al Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), como el simil a homenajear. “El reto de este año es crear industria, el año pasado fue el calentamiento, hacer un networking entre nosotros, de no vernos como competencia, sino ayudarnos, porque cada quien tiene un talento y por eso es que este año tenemos un festival invitado, eso nunca se hace, se invita a un país o Estado, no a un festival”.
Enfocada en que el BCIFF engrandezca los esfuerzos que se hacen en Baja California en cuestión de cine, entre los que mencionó la producción de “cien películas al año de todo tipo de presupuesto, que producen 850 trabajos para la gente y hacen una derrama económica de más de 20 millones de dólares”, Castañeda aspira a que anualmente “la gente pueda conocer y ofertar la región como un destino fílmico y turístico”, aun cuando hacerlo mediante un festival no ha resultado.
“Todo mundo nos ha dicho ‘oye, pero hace quince años’… hace quince años yo ni estaba aquí, ni enterada estaba de que ya habían tenido un intento de festival. Sí es un compromiso bien grande porque esto, no solo el festival, también esta carrera, es de permanencia. Sabemos que a lo mejor hasta el tercer, quinto o sexto año (el festival) va a tener el resultado que queremos, pero simplemente es no quitar el dedo del renglón” expuso la nacida en Ciudad de México que vivió veinte años en Estados Unidos y por dos trabajó en el Festival Internacional de Latinos en Los Ángeles, conocido como LALIFF por sus siglas en inglés.
“Anteriorme (otros) desistieron porque los apoyos y patrocinios no son fáciles, sobre todo para cultura… la cultura desafortunadamente no es comercial, es mucho mas difícil poder tener los apoyos para que tengan la difusión y organización correcta para realmente poder hacer un movimiento fuerte y crear industria. Nuestra idea como Baja California International Film Festival no solamente es que tengas cuatro días de lugares donde te van a mostrar películas y vas a conocer a los productores y directores, queremos crear industria, que eso es lo importante”, complementó quien el año pasado participó como productora general de la primera edición del Tijuana Film & Food Festival y coordinó el rally “Cortos de 10”.
Justo por la correcta difusión que Nelly Castañeda mencionó como crucial para sentar las bases de un festival de cine, y ya que se promueven como un evento apoyado por el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), ZETA le preguntó si habían tenido alguna observación sobre los tintes espirituales y religiosos de su publicidad, en la que se incluyeron hashtags como #bendiciones , #miroalcieloydoygracias , #Diosesfiel , #GraciasMiDios y #pasosdefe , a lo que contestó con un “no, para nada”.
Posteriormete, sobre la posibilidad de cerrar la brecha del público con ello, dijo: “Al contrario, la abrió mucho más porque en esta ocasión abrimos un espacio que es de valores y fe; de hecho hasta Netflix ya tiene una categoría de valores y fe. Tuvimos mucha demanda de gente que empezó a mandar sus producciones diciendo ‘qué padre, en ningún festival podemos entrar porque todo mundo tiene documental, ficción, largometraje, terror pero nadie tiene uno de fe y esperanza’. Finalmente aquí nadie está promoviendo que creas en algo en lo que no quieres creer, estamos promoviendo algo que también existe, tiene arte, un valor y derecho a ser exhibido. Realmente el festival como tal no tiene un tinte religioso porque a nadie se le está (obligando a creer) . La verdad es que ahí sí aplica la libertad de expresión, tú vas a donde quieres, a donde no quieres ir no vas y nadie está ofertando que sea un festival religioso, de hecho el próximo año se va a empezar a hacer un festival religioso, el primer festival cristiano, entonces realmente es arte”.
Si bien Castañeda explicó que el Baja California International Film Festival no tiene un trasfondo que promueve el cristianismo, la realidad es que iniciaron el marco de su jornada con la conferencia motivacional de Daniel Habif, “Inquebrantable”, que entre sus objetivos tuvo “elevar los estándares mentales y espirituales en México” y “predicar las buenas noticias de DIOS”.