Hace dos mil años, en noche invernal,
mientras de las nubes la nieve caía
encima del techo de humilde portal,
donde gran milagro acontecería.
Un ángel del cielo con febril acervo,
a una joven virgen le dijo, sería
la agraciada madre del Divino Verbo,
que en ese portal ¡al fin nacería!
Salvador del mundo, niñito Jesús,
alumbras la senda donde caminamos
confusos y ciegos, muy desesperados,
Mas por nuestra causa mueres en la Cruz,
ya que diariamente te crucificamos,
cometiendo siempre los mismos pecados.
José Miguel Ángel Hernández Villanueva.
Correo: jomian1958@hotmail.com
Tijuana, B.C.