A la par de las crecientes actividades turísticas, gastronómicas, enológicas y de infraestructura hotelera, de los cinco municipios de la entidad, es el que presenta mayor rezago social, según datos oficiales de Coneval y Sedesol
Cada mañana los habitantes de la invasión Las Rocas ven a lo lejos una hermosa postal de la bahía, con los cruceros turísticos y buques cargueros atracados en el puerto. Allá, atrás de la colonia Morelos, en el cerro rocoso de tierra dura, también se ve igual de lejos el progreso y se vive la carencia hasta los huesos.
De las crecientes actividades turística, enológica, gastronómica y las millonarias derramas económicas presumidas por las dependencias oficiales en cada evento masivo, los vecinos poco saben y nada obtienen; al ser un asentamiento irregular, no cuenta con servicios básicos como agua, energía eléctrica, drenaje, alumbrado y recolección de basura.
Mientras Ensenada, su gastronomía y sus valles vitivinícolas se vuelven mainstream y gozan del boom, con sus hoteles boutique y publicaciones en revistas internacionales, en la periferia de la ciudad las colonias se van quedando rezagadas. El costo de una botella de vino promedio representa para los habitantes de las zonas marginadas, la oportunidad de alimentar a su familia por dos o tres días.
“Capital del vino mexicano. Rodeada por el océano Pacífico y el Mar de Cortés, el municipio de Ensenada es el más grande de México. Su vasta fisiografía, flora y fauna tanto terrestre como marina, hace de Ensenada un atractivo destino para los amantes de la naturaleza y actividades al aire libre. Cuenta con dos Parques Nacionales: Constitución de 1857 y Sierra de San Pedro Mártir. En este último se ubica el Observatorio Astronómico Nacional y el Picacho del Diablo, la montaña más alta de la península. Además, cuenta con áreas naturales protegidas como el Valle de los Cirios, islas del Golfo, la Biósfera de Isla de Guadalupe, entre otras”, es como promociona al puerto la Secretaria de Turismo del Estado en su página de internet.
Luego añade: “Aquí se produce el 90 por ciento del vino nacional; es el puerto turístico más visitado del Pacífico, con más de 700 mil cruceristas al año; nombrada en 2015 ciudad creativa de la UNESCO por su gastronomía”.
MUCHA AGRICULTURA, POCO DESARROLLO
Según datos del Gobierno del Estado de Baja California, el suelo de Ensenada es dedicado en gran parte a desarrollar actividades agrícolas y ganaderas en valles costeros e ínter montañosos, así como a agostaderos naturales con características agroclimáticas que permiten, en su conjunto, explotar una amplia gama de cultivos en 84 mil 400 hectáreas. Destaca en este municipio la actividad vinícola y vitivinícola, ya que se produce más del 90 por ciento de los vinos del país, los cuales también tienen aceptación en el mercado extranjero.
Viene el contraste. El 29 de noviembre de 2017, en el Diario Oficial de la Federación se publicó el decreto por el que se formula la Declaratoria de las Zonas de Atención Prioritaria para el año 2018, el cual incluyó 47 poblados de los cinco municipios de Baja California.
Dentro del Anexo B, Zonas de Atención Prioritaria Urbanas, se enlistaron 22 mil 621 Áreas Geoestadísticas Básicas (AGEBS) urbanas en 4 mil 22 localidades urbanas de 2 mil 331 municipios y que cumplen las siguientes condiciones: AGEBS urbanas con muy alto o alto grado de marginación o grado de rezago social alto; o AGEBS urbanas ubicadas en Zonas de Atención Prioritaria Rurales.
Según la definición del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), una AGEB urbana es un área geográfica ocupada por un conjunto de manzanas perfectamente delimitadas por calles, avenidas, andadores o cualquier otro rasgo de fácil identificación en el terreno y cuyo uso del suelo es principalmente habitacional, industrial, de servicios, comercial, etcétera; solo son asignadas al interior de las zonas urbanas, es decir, aquellas con población mayor o igual a 2 mil 500 habitantes y en las cabeceras municipales.
En la ciudad de Ensenada se ubicaron 23 AGEBS, pero a lo largo de su territorio también se integraron otras 17 comunidades, cada una de ellas con diversas AGEBS: Camalú, Valle de Guadalupe, Lázaro Cárdenas, Maneadero, Punta Colonet, Ojos Negros, Real del Castillo, San Vicente, Vicente Guerrero, Santa Fe, San Quintín, Valle de la Trinidad, Emiliano Zapata, Ejido Papalote, El Zorrillo, Colonia Nueva Era, Colonia Triqui. En la lista no figuran Isla de Cedros, ni Valle de la Trinidad.
Llama la atencion que estas localidades se distinguen por su intensa vocación agrícola, tanto de vides, fresas, hortalizas, tomates, berries y otros que también ponen a Ensenada en el panorama nacional y mundial, pero que no se ven necesariamente reflejados en el nivel de vida de sus habitantes.
Las calles son de tierra en su mayoría, el drenaje es prácticamente inexistente, el alumbrado público es muy limitado y el acceso al agua es un lujo.
De acuerdo con estimaciones hechas en octubre del año pasado por el director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE), Carlos Loyola Peterson, en la región sur del municipio viven unas 100 mil personas y la disponibilidad de agua en red es para apenas 40 mil.
La disponibilidad del líquido es de entre cuatro y cinco días, el resto lo completan con pipas que distribuyen por tibores de 200 litros por el que pagan 40 pesos, es decir, un metro cúbico a 200 pesos.
DE 2007 A 2010, EMPOBRECIERON 53 MIL PERSONAS
En 2007, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Consejo Nacional de Población (Conapo) señalaban que Ensenada contaba con 413 mil 481 habitantes, de los cuales 97 mil 165 eran pobres; 15 mil 318 sufrían de pobreza alimentaria, 22 mil 593 de pobreza por capacidades y 59 mil 254 de pobreza patrimonial.
Para 2010, según el informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social elaborado por el Coneval y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Ensenada ya contaba con 466 mil 814 habitantes, de los cuales 157 mil 285 individuos (36.1% del total de la población) se encontraban en pobreza. Esto quiere decir que en tres años había 53 mil individuos más, pero los pobres aumentaron en 60 mil.
De los 157 mil 285 pobres en 2010, 132 mil 476 (30.4%) presentaban pobreza moderada y 24 mil 809 (5.7%) estaban en pobreza extrema.
El Índice de Rezago Social (IRS) mide y opera la carencia de satisfactores. Estos se agrupan en cinco grandes categorías: nivel educativo, acceso a servicios de salud, calidad de la vivienda, cobertura de los servicios públicos de la vivienda y disponibilidad de los activos fijos en la vivienda.
Así, en 2010 había 128 mil 665 hogares (15% del total de hogares en la entidad) en el municipio, de los cuales 33 mil 282 eran encabezados por jefas de familia (14.9% del total de la entidad). El tamaño promedio de los hogares fue de 3.6 integrantes, mientras que en el Estado, el tamaño promedio fue de 3.6 integrantes.
El porcentaje de individuos que reportó habitar en viviendas con mala calidad de materiales y espacio insuficiente fue de 13.1% (57 mil 153 personas). Y el de personas que reportó habitar en viviendas sin disponibilidad de servicios básicos, 22.6%, lo que significa que las condiciones de vivienda no eran las adecuadas para 98 mil 350 personas.
En 2010, el grado promedio de escolaridad de la población de 15 años o más en el municipio era en 8.9, frente al grado promedio de escolaridad de 9.3 en la entidad. En el mismo año, Ensenada contaba con 277 escuelas preescolares (20% del total estatal), 348 primarias (21% del total) y 124 secundarias (21.7%). Además, 39 bachilleratos (15.5%), siete escuelas de educación profesional técnica (17.1%) y 24 escuelas de formación para el trabajo (18.2%). Asimismo, contaba con 49 primarias indígenas (81.7%).
En ese sentido, la condición de rezago educativo afectó al 20.3% de la población, lo que significa que 88 mil 614 individuos presentaron esa carencia social.
En cuanto a unidades médicas en el municipio, eran 102 (33.1% del total de unidades médicas del Estado). El personal médico era de 914 personas (19.6% del total de médicos en la entidad) y la razón de médicos por unidad médica era de 9, frente a la razón de 15.1 en todo Baja California. La carencia por acceso a la seguridad social afectó al 57.3% de la población, esto es, 249 mil 581 personas bajo tal condición.
Los indicadores también arrojaban que 20 mil viviendas no tenían drenaje, 12 mil 464 carecían de agua entubada de la red pública, 12 mil 127 viviendas tenían un solo cuarto, 4 mil 533 tenían piso de tierra, 3 mil 353 no contaban con energía eléctrica y 31 mil 567 viviendas no disponían de lavadora; 19 mil 159 no contaban con refrigerador y 4 mil 202 casas no tenían escusado o sanitario.
EN 2015, ENSENADA OCUPÓ PRIMER LUGAR ESTATAL EN REZAGO SOCIAL
En el Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social 2017, elaborado por la Subsecretaría de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional de la Sedesol, Ensenada figuraba en el quinto lugar de cinco municipios en la escala estatal de rezago social. De 2000 a 2015, pasó del lugar 4 al 5 en la escala estatal de rezago social.
Ensenada superó (de manera negativa) el promedio estatal en los siguientes conceptos: población de 15 años y más analfabeta; población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela; población de 15 años y más con educación básica incompleta; viviendas con pisos de tierra; viviendas sin sanitario; viviendas sin agua entubada, sin drenaje, sin energía eléctrica, sin lavadora y sin refrigerador. Solamente mejoró el concepto de población sin derechohabiencia a servicios de salud.
Sin embargo, en el comparativo 2000-2015 todos los indicadores de Ensenada mejoraron notablemente. En población de 15 años y más analfabeta, se redujo de 5.60 a 3.56%; la población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela, pasó de 9 a 3.38%; población de 15 año y más con educación básica incompleta, bajó de 47.98 a 33.61%; población sin derechohabiencia a servicios de salud, cayó de 37.31 a 13.84%; vivienda con piso de tierra disminuyó 4.42%; viviendas sin escusado se redujeron de 7.99 a 2.07%. También hubo más vivienda con agua entubada, drenaje, energía eléctrica, lavadora y refrigerador.