Conzultoría Matrimonial y Familiar
Como bien les dije en el apunte anterior, seguimos hablando de sexo con la libertad que me permite, yo de escribir y usted de leer. Bueno, por ahí aparece mi correo por si gusta hacer algún comentario o agregarlo en la página de ZETA, al final del apunte.
Como decía en mi colaboración pasada, cuando una pareja va a la cama, ésta puede hacerlo emocionada porque se dan la oportunidad, ya sea hablándolo o previamente planeándolo y llegando directo a lo que van, sin mayores preámbulos, dejando de lado todo encanto. Decía en un apunte de hace algunos años que muchas veces planear los encuentros íntimos con anterioridad, ya sea a principio del día o con días antes, es ir alimentando la libido para llegar a su punto ideal de hacer el amor, pero con preliminares, juegos y travesuras íntimas; calentar el ambiente, aguantándose lo más que puedan, teniendo la seguridad de que disfrutarán más el encuentro que si llegan rápidamente al clímax: “¡pum, paz, pah, paz!”.
Podrían platicar todo lo que les gustaría hacerle el uno al otro, desde preguntarle a ella si se siente o está húmeda, y créanme que esto funciona, ya que andará todo el día pensando en ello y claro que tendrá momentos en que se ponga húmeda. No se puede escapar a sentir y desear que su cuerpo reaccione así. Dándole ese trato a sus relaciones íntimas, no es necesario que sea diario, preferible dejar pasar unos días y el momento se prolongue más de lo que dura la penetración, que voltearse y dar la espalda. No, hay que alargar esos momentos que pueden durar hasta una o dos horas, pero seguro estoy de que quedarán más satisfechos y felices. Sí, felices y no tan solo satisfechos físicamente.
A la hora de la intimidad, cada pareja sabrá qué le da resultado y con el tiempo aprenderán a conocer qué les gusta y qué funciona. Sin embargo, es bueno mantener las cosas espontáneas algunas veces, renovarse y despertar la pasión. Estos tratos de su intimidad los van a ayudar a que sus relaciones sexuales vayan subiendo de nivel. Es empezar y detenerse en las caricias, besos, principalmente en todo el cuerpo; crear un escenario estimulante y en ocasiones darse masajes con algún aceite, lo que les ayudará a crear el ambiente ideal para una noche de pasión, como de película.
Muchas veces, las obligaciones y responsabilidades diarias impiden tener una vida sexual apasionada. Sin embargo, es algo que debe buscarse y fomentar para una relación sana antes de caer en la rutina, tratando de ser espontáneos y usando la imaginación que es ilimitada.
Es importante que en algunas ocasiones se modifique el entorno en que llevan a cabo sus relaciones íntimas, lo que les permitirá aumentar la pasión. Como les digo, usen la imaginación, como una escapada romántica de fin de semana o simplemente una cita a mitad de semana en un hotel de paso; si tienen hijos que no deben dejar solos, busquen el momento y lo más sencillo es hacerlo en el baño, la sala, cocina, esos lugares que pueden volverse ideales, o en cualquier espacio donde haya alfombra en la casa. Es importante platicarlo y empezar a encender la mecha; el punto aquí es ir a lugares nuevos o proponer algo que nunca hayan hecho.
Es claro que la cama es lo primero que se piensa a la hora de tener sexo, es cómoda y representa el lugar que se comparte con la pareja, donde se pueden dejar llevar. Sin embargo, además de buscar variar de posiciones y probar cosas nuevas, sin descartar los quiklis, también está bien incluir nuevos escenarios que sumen mayor pasión.
No tengan miedo de proponer algo diferente o de contar sus fantasías, les resultará estimulante y será algo muy positivo para la relación. Para disfrutar del sexo se debe confiar en el otro, dejarse llevar y buscar la manera de ser espontáneos, variar las cosas y generar espacios que resulten estimulantes para ambos.
Gracias como siempre a mis dos que tres lectores por sus comentarios y/o consultas al e-mail: bautista46@hotmail.com
El autor reside en Tijuana, B.C.