Preocuparse por el dinero, no es poca cosa.
Y tratándose de los gobiernos, cualquiera de los llamados “tres niveles” es asunto mayor que a quienes pagamos impuestos, nos preocupa. El tema de las estratosféricas sumas que se les entrega a los distintos partidos, parece que solo importa a las personas, a las millones de personas, que somos patrocinadores, sin siquiera tener derecho a fijar condiciones.
A muchos nos encantaría ver que los legisladores decidieran: 1) Quitar a los plurinominales, diputados y senadores. 2) Bajar por lo menos el 75% de las sumas que se entregan a los partidos para sus gastos. La enorme mayoría, superfluos, como viajes, unidades de transporte, equipos personales de radio y telefonía; sueldos, entre otros muchos desembolsos. Por supuesto que no solo en tiempos de campaña.
Si usted es de los pacientes que siguió las campañas con sus discursos en plazas públicas y en las entrevistas banqueteras, recordará que todos, todos, todos ofrecieron, becas, servicios, infraestructuras. Acabarían con la delincuencia, para empezar, con la corrupción para continuar, y como la cereza del pastel, no habría pobres, ni sufridos, ni inconformes.
Todos entraríamos al soñado país de las maravillas. Y los millones de mexicanos, cansados de los políticos tradicionales, optaron por un cambio radical que les permitirá (en el mejor de los casos) cumplir con esos sueños. Los entendidos de la alta política aseguran que el nuevo “Rock Star” no tendrá pretextos, podrá hacer lo que quiera con un congreso de su mismo partido. Dicen que es la primera vez que un Presidente de la República disfrutará de ello.
Claro, se olvidan de Salinas y Zedillo que también tuvieron mayoría en los congresos y también gobernadores. El culmen de la felicidad de quienes, con su sufragio, contribuyeron al hecho histórico “del más votado”, hicieron a Morena, el club-partido que unió a decepcionados, frustrados y relegados de otros muchos, a retornar al pasado del grupo hegemónico. Al carro completo, sin importar que muchos de esos candidatos no estén para presumir, sino para esconderlos. Ya lo verán.
Nota 1.- Alberto Aguilar, un reconocido analista de la economía, asegura que las dos refinerías que propone el presidente electo, necesitarían por lo menos 680 mil millones de pesos, que habría que financiar del presupuesto. ¿Qué tan factible es pellizcar esa cantidad? ¿Quitar a escuelas, hospitales, carreteras? Los economistas tendrán la palabra más adecuada… aunque no les hará caso el mero, mero.
Nota 2.- Las agresiones impulsadas por el exceso de bebidas alcohólicas son tan repulsivas, viniendo de una mujer o de un hombre, aunque éste sea empresario y adinerado. Canacintra es una institución que la han hecho respetable sus dirigentes. Así debe seguir, a pesar de que para ello hayan tenido que acudir a tribunales.
Nota 3.- Ahora que los partidos perdedores andan en franco propósito de enmienda, deberían analizar la forma de elegir a sus candidatos. Por supuesto, el trabajo que realizan aquellos favorecidos por el voto popular. No es nada difícil encontrar la respuesta.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana.
Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.org