Conzultoría Matrimonial y Familiar
Después de algunas semanas sin poder escribir mis apuntes, mis disculpas a mis dos que tres lectores. Nuevamente vengo a hacerlo con el gusto de siempre, no sin antes corresponder a algunos leedores el reclamo por no hacerlo y que me pidieron, lo hiciera sobre sexo o sexualidad, y claro que hoy será, como en los subsiguientes, el tema principal. Por ello, hablaré de sexo.
Debo acotar en un tema particular como es el sexo entre pareja, que ha sido por años un tabú cultural que nos ha privado del pleno goce y disfrute de nuestra sexualidad. Muy a pesar de que ya tengo poco más de 22 años escribiendo sobre el tema, me doy cuenta de que sigue siendo impedimento en las propias parejas, increíble. Si uno u otro proponen alguna posición o fantasía sexual, la pareja tiende a pensar que alguien más la ha enseñado, y eso es causa en algunas parejas de discusiones, porque si ellas proponen algo nuevo, él pregunta molesto: “¿y tú cómo lo sabes? ¿Quién te lo dijo?”, etcétera. En cambio, si él lo propone, ella no dirá normalmente nada, pero hará una cara de fuchi y será algo que quedará en su mente (¿y éste porqué lo sabe o quiere así?).
Es indispensable desaprender lo aprendido y reaprenderlo de acuerdo a la nueva circunstancia de vida. Muchos tienen la creencia de que en el sexo, todo se da por sí solo y se tiende a tener relaciones sexuales en una misma posición que lleva a encuentros sexuales monótonos, aburridos y tediosos. Esta situación orilla especialmente a las mujeres a fingir orgasmos de manera rutinaria para acabar pronto, o buscar el placer en otro lado o solas.
Hablar de sexo -sexualidad es hablar de las emociones derivadas de los acercamientos eróticos sexuales, es decir, experimentar el recorrer el cuerpo para provocar el deseo de estar juntos y así proporcionar el placer de hacerlo. Un gran porcentaje de parejas, cuando van a tener sexo, se entusiasman al ir a la cama y cuando ya están en ella, olvidan los preliminares y se abocan inmediatamente al coito, sin tomar en cuenta que en esos preliminares, desde las caricias mutuas en todo el cuerpo (la piel, el órgano sexual más grande del cuerpo), que es cuando nace la posibilidad de experimentar nuevas posiciones o simplemente dejar a un lado lo básico y elemental.
Mantener la pasión en una pareja estable es todo un tema, es tratar otros temas inmersos en el mismo, como es el de la variedad, de la priorización, de estar actualizados en términos con nuestro erotismo, de tener una abierta y bonita comunicación con la pareja, de que exista equidad sexual en la cama; tratarse desde un aspecto humano, sobre todo, de admiración del uno al otro y de la mejor manera, porque ello se traduce grandemente en la cama y no hay manera de hablar mínimamente de una situación donde cada cual se puede sentir vulnerable en un lugar seguro, cómodo, emocional y no solamente físicamente.
Hay cosas que se tienen que ir ajustando desde las propias definiciones y volcarse a expresiones más correctas y concretas: valorizar el placer de la mujer porque, finalmente, tampoco a ningún hombre le conviene una situación donde una mujer no la está pasando bien en ese contexto heterosexual tradicional, y deberá mostrarse empático ante las propias necesidades y deseos de su pareja.
Una mujer que no tiene un placer real en sus relaciones íntimas, no va a tener muchas ganas de repetir, para qué ocupar tiempo y espacio en algo que no le está dando verdadero placer ni conexión con su pareja. El sexo no existe solamente para reproducirse, es la manera de comunicar amor, de conectarse, enchufarnos unos con otros y cargarse de energía, de transmitir cosas lindas de las que no existen palabras para comunicarlo y que, si lo hacen los cuerpos, entonces se tratan del alimento de la pareja.
Gracias como siempre y espero ahora sí ser más constante y pueda conservar a mis dos que tres lectores con sus comentarios y consultas al e-mail: bautista46@hotmail.com
El Licenciado Roberto Bautista reside en Tijuana, B.C.