Sumidos en su peor derrota electoral, grupos al interior del PRI en BC acusan al hankismo de intentar apoderarse de la dirigencia del partido mediante una imposición. De su parte, cercanos al Hipódromo niegan que sea instrucción de su jefe político, aunque esperarían que cuanto antes fuera nombrado por el CEN, un nuevo dirigente. Elecciones internas o no, ese es el dilema
Tras la peor derrota de su historia, al interior del Partido Revolucionario Institucional se jalonean por saber qué grupo y de qué forma se quedarán con la dirigencia estatal que hasta la fecha ostenta el exdiputado David Ruvalcaba Flores.
En estos días, el priismo de Baja California se fragmentó nuevamente en dos grandes bloques. Por un lado, el identificado como el “Grupo Caliente” o hankismo, en referencia a quien lo encabeza, Jorge Hank Rhon. Por el otro, prácticamente todos los grupos que quedaron pulverizados tras el exilio de Fernando Castro Trenti y cuyos exsimpatizantes se articularon en subgrupos o viven en la orfandad política.
Incluso, algunas figuras del priismo que recientemente acordaron o recibieron el apoyo de los hankistas en el preámbulo del proceso electoral 2018 (tales como René Mendívil o el propio Ruvalcaba), hoy se unen para hacer frente al plan de imponer a Carlos Jiménez como dirigente en el Estado, hombre plenamente ligado al grupo del Hipódromo.
La inconformidad entre los priistas concretamente se centra en que, desde la dirigencia nacional -por medio de su delegada en el Estado-, se pretendió designar a Jiménez sin un proceso de elecciones internas. Los cercanos a la actual dirigencia aseguran que la delegada nacional, Sue Ellen Bernal Bolnik, pidió textualmente que se entregara la dirigencia a Jiménez.
Las acusaciones son graves, señalan también a la delegada del partido en Baja California de haber ofrecido cargos y posiciones, en intentos de soborno, a cuadros importantes del PRI en la entidad, esto a cambio de convalidar la llegada de Carlos Jiménez.
Tomada de Internet.- Tito Robles, Javier Urbalejo, Francisco Pérez Tejada, Rufo Ibarra, Obed Silva, Carlos Bustamante, Enrique Pelayo, Enrique Acosta; contra la imposición.
Los sectores del PRI como la CNOP, la CTM, la red de jóvenes y mujeres, entre otras organizaciones, se unieron desde el fin de semana pasado mediante un posicionamiento público, solicitando a la dirigencia nacional, en ese día todavía encabezada por René Juárez, que autorizara “la expedición de la convocatoria que permita elegir con transparencia y democracia, a quien habrá de conducir los destinos de nuestro partido”.
La razón de los sectores y organizaciones para pedir una elección con esas palabras, no era fortuita, pues explicaron que nace de la “preocupación que ha generado las acciones de la delegada del CEN, Sue Ellen Bernal Bolnik, que aludiendo a ser instrucción de la dirigencia presidida por usted (René Juárez), pretende imponer sin consenso alguno, nuevos dirigentes”, se publicó en una carta enviada al entonces dirigente del CEN.
El conflicto es que, mientras unos pretenden que se convoque a elecciones para elegir al nuevo dirigente estatal; otros, los hankistas representados por la delegada nacional, pretendieron que Ruvalcaba presentase su renuncia para que el Comité Ejecutivo Nacional nombrara a su sucesor, en este caso, a Carlos Jiménez.
Por su parte, en el “Grupo Caliente” niegan que se trate de un intento de imposición. En entrevista con Mario Madrigal, uno de los operadores del exalcalde de Tijuana, asegura que “no es una petición de Jorge (Hank), él es un soldado del partido y él estará para trabajar con quien esté (en la dirigencia)…esta decisión está en manos del CEN, no de nosotros”.
Madrigal explicó que en una elección interna, los sectores y otros grupos, piden configurar una ilegalidad, dado que los Consejos Políticos no tienen vigencia.
El hombre de confianza del equipo hankista, además alega que hay dificultades estatutarias para convocar a elecciones, debido a que sus normas internas no permiten los procesos de elección hasta que el proceso electoral recién pasado, “cause estado”, lo cual será hasta septiembre.
El conflicto y los sectores
El sábado 14 estalló el PRI. Aún no se sabe si fueron los colaboradores de Ruvalcaba quienes lo filtraron o la propia delegada nacional y su grupo, pero ese día, por medio de una llamada telefónica, Sue Ellen Bernal, hija de un excolaborador de Jorge Hank, exigió a Ruvalcaba que entregara su renuncia y avalara la nueva dirigencia de Carlos Jiménez.
No solo eso, del lado de Sue Ellen Bernal se encargaron de asegurar que el acuerdo venía de más arriba y que era el propio René Juárez, quien había pactado a favor del hankismo para entregar la dirigencia. Así que la salida abrupta de Ruvalcaba era prácticamente inminente.
Lo que vendría a dar un respiro a los “opositores” del hankismo en Baja California fue que el mismo lunes, el dirigente nacional del PRI renunció a su cargo y con él, el pacto para entregar la dirigencia a Jiménez cabeceó.
El distanciamiento entre los hankistas y Ruvalcaba no es nuevo. A pesar de que, es a partir de ellos que recibió el respaldo en la elección interna en 2017, donde resultó dirigente en el Estado, principalmente vía Madrigal.
Durante la campaña de 2018, Carlos Barbosa, el coordinador de campaña de Meade en Baja California y también sumamente identificado con el grupo de Jorge Hank, manifestó en diversas reuniones, la impaciencia para que Ruvalcaba cediera la dirigencia.
Carlos Jiménez arropado por el hankismo.
Las reacciones fueron casi inmediatas. Ese mismo día, una carta dirigida al CEN fue publicada por la mayoría de las organizaciones y sectores del PRI, con el fin de acusar a la delegada nacional y solicitar la elección para renovar la dirigencia.
“Nuestro Estado es la única Entidad Federativa que el próximo año tendrá elecciones locales y que renovará el Poder Ejecutivo Estatal, lo que nos obliga a no quedarnos pasmados ante los recientes resultados”, firmaron Eligio Valencia Roque, dirigente de la CTM; Carmen López Segura, presidenta de OMPRI; Jesús García Castro, dirigente estatal de la CNOP; Miriam Ayón Castro, líder de los jóvenes del PRI; Héctor Suárez Córdova, secretario general de Unidad Revolucionaria (UR), entre otros.
Obed levanta la mano
El intento del albazo fue tan real que las expresiones fueron diversas. Obed Silva fue otro de los que levantaron la voz y la mano. La primera para exigir elecciones y no imposición, y la segunda para expresar su intención de participar.
“No es aceptable que bajo argumentos legaloides, el CEN cumpla los caprichos de un grupo político y pase por encima de la dignidad de miles de priistas”, expresó para ZOOM POLÍTICO.
“El PRI debe de iniciar por recomponer sus relaciones internas, basarlas en procedimientos democráticos y en la toma de decisiones colectivas. En el PRI se deben erradicar los privilegios y los acuerdos cupulares que tanto dañan la dignidad de la militancia”, en alusión a conflicto presente.
Y remató: “Las consecuencias políticas de la mala decisión que se empeñan en tomar quienes solo les mueve la protección de sus propios intereses, pude provocar el éxodo final de miles de ciudadanos que están convencidos en que el PRI tiene todavía mucho que aportar”, remató Obed Silva, exfuncionario público, jurídico de múltiples dirigencias priistas.
La justificación para nombrar a Jiménez
Carlos Jiménez Ruiz fue aspirante a la alcaldía de Tijuana en 2016 y no llegó. Año en que su partido también fue mandado a la tercera fuerza política. El exdiputado y exconsejero de la Judicatura del Estado públicamente ha señalado que por razón jurídica, es imposible llevar a cabo la elección interna.
El abogado alega que el artículo 173 de los Estatutos del PRI se establece que no debe de realizarse proceso interno para elección de dirigencias, cuando se esté desarrollando un proceso electoral o haya iniciado uno. Justamente como sucede actualmente, donde el proceso federal aún no ha causado estado y está en puerta el de Baja California que dará inicio el día 9 de septiembre de 2018.
Mario Madrigal argumenta en el mismo sentido, pues recuerda además, que los consejos políticos, el estatal y municipal del PRI, “están vencidos” y quienes en todo caso serían los convocados a las votaciones internas.
A decir de Madrigal, llamar a elecciones configuraría una ilegalidad. Por ello, una opción estatutaria, dice, es que el CEN nombre a un dirigente interino para que comience a construir al partido, y una vez librado los procesos electorales de 2018 y 2019, se comiencen a renovar los consejos.
Mario Madrigal, Iván Beltrones, Jorge Hank.
“David (Ruvalcaba) es una buena persona, pero sencillamente hay que ver si el CEN le extiende el mandato o pone a una persona que venga a reconstruir al partido”; explicó, respecto a si Carlos Jiménez es el indicado, Madrigal apuntó: “él es un amigo nuestro, es un priista con todo el derecho y la libertad de ser dirigente”.
La excepción a la regla
Algunos priistas afirmaron que no hay impedimento para las elecciones, pues existe una excepción que permitiría el proceso electivo del Comité Directivo Estatal. Para ello se deberán reducir los tiempos y convocar lo más pronto posible a la elección.
El apartado que permite la excepción al artículo 173 sería el 32 del Reglamento para la Elección de Dirigentes y Postulación de Candidatos, el cual describe que se realizará la “elección extraordinaria” para elegir dirigentes, siempre y cuando exista “alguna causa justificada” para reducir los tiempos y sea antes de que comience el proceso electoral en Baja California.
Ruvalcaba tranquilo
ZOOM contactó a Ruvalcaba y aunque no quiso abundar sobre los nombres y las intenciones denunciadas públicamente y la presión ejercida por el grupo y la delegada nacional, tampoco los negó.
El exdiputado dijo estar dedicado a la reconstrucción del partido: “nosotros seguimos en un proceso de reflexión, de duelo y no tengo instrucción del CEN para no seguir haciendo mi trabajo. Estamos en duelo y debemos tranquilizarnos por respeto a la militancia que quiere al partido”.
APBC pide el cese de delegada
La Agrupación Política de Baja California (APBC) y militantes del Partido Revolucionario Institucional, solicitaron mediante una carta pública a la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional, Claudia Ruiz Massieu, el relevo de la delegada del CEN en Baja California, Sue Ellen Bernal Bolnik.
“No ha venido a contribuir a la unidad del priismo en el Estado, además de que abiertamente es incongruente”, se lee en su texto.
“Queremos recuperar la confianza del electorado y solo con hechos lo lograremos, por lo cual, coincidimos con usted (Ruiz Massieu) y con el Lic. Rene Juárez, de que los candidatos y dirigentes del partido, deben de ser decididos en una elección”.
Y rematan: “Los tiempos que vivimos en nuestro partido nos exigen acciones y decisiones diferentes, por lo que contamos con su sensibilidad política, para comprendernos y dar respuesta positiva a nuestras solicitudes”, culmina el escrito signado por Manuel Castillo Sánchez, coordinador general de APBC.
