El presidente Donald Trump volvió a defender su política de separación de familias al asegurar que “no quiere que los niños sean separados de sus padres”, sin embargo, dijo que es “necesario” si Estados Unidos quiere procesar a los adultos.
“Queremos resolver la separación familiar y no quiero que los niños sean separados de sus padres, y cuando procesas a los padres por ingresar ilegalmente como ocurre, tú tienes que separar a los niños”, dijo Trump en una conferencia de prensa.
“Los demócratas son el problema. No les importa el crimen y quieren a inmigrantes ilegales sin importar lo malo que puedan ser al entrar e infestar nuestro país, como la MS-13. No pueden ganar en su terrible política porque los ven como potenciales votantes”, escribió Trump en su cuenta de la red social Twitter más temprano.
El Gobierno de Trump implantó la “tolerancia cero” contra la inmigración ilegal, anunciada el pasado mes de abril por el fiscal general, Jeff Sessions, por lo que ahora los adultos son separados de sus grupos familiares ya que el cruce ilegal es ahora un delito federal. Antes de dicha política migratoria, las familias eran procesadas en cortes de inmigración previo a ser deportadas.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, dijo el lunes que no se disculparán por hacer cumplir las leyes migratorias del país que resultan en la separación de niños de sus padres indocumentados.
Nielsen asegura que no todos los niños que llegan a la frontera pertenecen a unidades familiares y que algunos vienen de la mano de traficantes de personas que intentan escudarse en los menores.
Cuando los niños son separados sus padres en la frontera, estos son entregados al Departamento de Salud y Servicios Humanos, que tiene contrato con 100 albergues en 17 estados, donde actualmente hay más de 11 mil niños.
BREAKING: Border Patrol @CBP just gave us this video of the detention facility we toured yesterday in McAllen, Texas. We weren't allowed to bring in cameras, or interview anyone. To be clear: this is government handout video. pic.twitter.com/Zjy80qIZFZ
— David Begnaud (@DavidBegnaud) 18 de junio de 2018
En las diversas redes sociales circulan imágenes de niños recluidos en centros de detención, enrejados, y hasta audios de menores llorando desconsoladamente preguntando por sus padres, de quienes han sido separados tras ser detenidos por la Patrulla Fronteriza.
Antar Davidson a renunció la semana pasada semana a su empleo en el albergue Estrella del Norte, de Arizona, lugar que calificó como “un lugar gris” y muy parecido a una “prisión”.
“Davidson no puede olvidarse de tres hermanos brasileños que recientemente habían sido separados de sus padres en la frontera y que, al llegar al albergue, les dijeron que no podían abrazarse entre ellos para superar el duro momento que estaban viviendo”, según la agencia EFE.
“Los niños acaban de pasar el trauma de ser separados de sus padres, lloraban fuertemente, y a mí me ordenaron decirles que tendrían que dormir separados y, por política del albergue, no podían tocarse entre ellos”, relató Davidson al medio.
Davidson aseguró que estos niños sufren un “triple trauma”: el primero es dejar su país de origen, después la dura travesía que tienen que enfrentar antes de llegar a Estados Unidos y, por último, al ser separados de sus padres.
“Lo más preocupante es que estos niños no están recibiendo la ayuda y la terapia psicológica que necesitan”, lamentó al comentar que “muchos de los empleados antes trabajaban en restaurantes, en otros lados, y no tienen la experiencia para este tipo de trabajo”.
“Muchos de estos menores que vienen llegando de Guatemala, el español no es ni siquiera su primer idioma, muchos son indígenas que hablan quiche, que hablan man, que hablan Kanjobal, hay como 24 diferentes dialectos que hablan”, explicó a EFE.
“Nos metieron en las hieleras” dijo Jenny, quien prefirió no dar su nombre completo al medio británico BBC, por seguridad.
La mujer de 36 años de edad fue puesta junto a su hijo en una celda que describe como “helada, muy helada” bajo la custodia de del servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).
Se trata de centros de detención de corto plazo en las cercanías de la frontera suroeste entre EU y México donde las personas no deben permanecer más de 72 horas, según las directrices del gobierno.
Por años, sin embargo, organizaciones de derechos humanos han denunciado que los detenidos están allí por días e incluso meses, sufriendo temperaturas extremadamente frías y sin camas ni servicios sanitarios adecuados.
El gobierno estadounidense, por su parte, sostiene que la estancia de los detenidos no excede las 72 horas y que las temperaturas deben mantenerse “en un rango razonable y cómodo tanto para los detenidos como para los funcionarios”, según un manual de estándares que el CBP hizo llegar a BBC.
Aunque no existe ninguna ley que obligue al Gobierno de EU a separar familias en la frontera, un total de 2 mil 342 niños han sido separados de sus padres desde el 5 de mayo al 9 de junio de este año.
Dichas cifras actualizadas fueron confirmadas este martes durante una conferencia de prensa telefónica ofrecida por el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Los funcionarios federales estadounidenses explicaron que hay un total de 2 mil 206 adultos que ahora esperan ser procesados, lo que se traduce en un total de 2 mil 235 familias, compuestas por 4 mil 548 personas.
Mientras tanto, Donald Trump y la bancada republicana la Cámara de Representantes se reunieron esta tarde a puertas cerradas en el Capitolio, para acordar el envío al Pleno de dos planes de reforma migratoria a más tardar el jueves.
Los miembros republicanos del Congreso dicen estar dispuestos a promover una ley que permita que las familias de indocumentados que son detenidas en la frontera sean mantenidas juntas y se detenga la política puesta en práctica en las últimas semanaspor el Gobierno de Trump, de separar a los padres de sus hijos.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, aseguró al final de una reunión con sus partiarios en el Capitolio de Washington DC, que todos sus colegas apoyarán una iniciativa que “resuelva el problema”.
“Yo apoyo, y todos los senadores de la conferencia republicana apoyan, un plan que mantenga a las familias unidas […] Necesitamos resolver este problema y requiere una solución legislativa”, dijo McConnell.