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domingo, octubre 6, 2024
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Templo cívico. México: su pasado, presente y futuro (Cuadragésima segunda parte)

Rodríguez entregó la presidencia, el primero de diciembre de 1934, e inmediatamente regresó a Baja California, donde siguió enriqueciéndose como empresario e impulsor de fraccionamientos y enlatadoras de pescado.

El General Rodríguez fue clave en el surgimiento del Hipódromo Agua Caliente de Tijuana, Baja California. El periodista regiomontano, Juan Alberto Cedillo, en su libro: “La Cosa Nostra en México (1938-1950)”, explica que un grupo de inversionistas estadounidenses, entre los que se encontraban el hotelero y político Wirt Bowman, el empresario boxístico Baron Long, así como empresarios deportistas y cineastas de Hollywood, aprovecharon la geografía fronteriza para hacer prosperar cantinas y casinos en Tijuana, sorteando la Ley Seca de su país. El grupo fue conocido como “Los Barones de la Frontera”.

El autor recoge un reportaje de The New York Times, que en 1929, documento que registra, a principios de esa época, había 30 cantinas en Tijuana, y para el tercer año de la Ley en Estados Unidos, sumaban más de 90. También que de los 20 mil habitantes de la ciudad fronteriza, unos dos mil se dedicaban a la prostitución. “Los Barones de la Frontera”, con la anuencia y visto bueno de Rodríguez, se abrieron negocios en la Avenida Revolución, instalando centros de apuestas, como el Tivoli Bar, el Foreign Club, Montecarlo y Molina Rojo, donde se ofrecían espectáculos variados, como luego se harían en Las Vegas.

El centro más importante de todos ellos fue un hotel, casino e hipódromo, que se construyó en el balneario de aguas termales, conocido como Agua Caliente. En 1928, “Los Barones de la Frontera” formaron en Mexicali, la empresa “Agua Caliente Amusement Co.”, con el objetivo de erigir el complejo turístico. El lugar pertenecía a Abelardo L. Rodríguez, a la sazón, gobernador del entonces territorio de Baja California (y futuro presidente de México), quien había pagado 35 mil dólares por los terrenos y había obtenido los permisos para el centro de apuestas.

El complejo tuvo un costo aproximado de 10 millones de dólares, una fortuna para la época. La primera etapa del proyecto incluyó el hipódromo, un hotel de 500 habitaciones, un casino, un spa (balneario) y cafetería, los cuales fueron inaugurados el 23 de junio de 1928. La segunda etapa, concluida en diciembre de 1929, incluyó alberca olímpica, clínicas de salud, un campo de golf de 18 hoyos y pista de carreras de galgos. El complejo tenía su propia estación de radio privada y un aeropuerto para el traslado de estrellas de Hollywood que acudían a las carreras de caballos en aviones modelo Ford, que hacían el recorrido de Los Ángeles a Tijuana, en hora y media. Otro frecuente visitante era Al Capone, sumamente apreciado por las meseras del lugar por las fabulosas propinas de 50 dólares, en una época donde el salario mínimo para el trabajador mexicano era menor a un peso con 50 centavos por día (42 centavos dólar), cuando un automóvil costaba 900 dólares.

El 2 de septiembre de 1932, al día siguiente de su Segundo Informe presidencial, Ortiz Rubio presentó su renuncia bajo el cargo de algunas personas (desde luego se refería a Calles) que no lo dejaban ejercer sus facultades constitucionales de primer mandatario.

De acuerdo con el Artículo 86 de la Constitución, el Congreso aceptó la renuncia de Ortiz Rubio; en términos del Artículo 84 Constitucional, se erigió el Colegio Electoral para designar al sustituto que debería concluir el periodo.

De acuerdo con la Ley Orgánica del Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, la propuesta de presidente sustituto se hizo por grupo parlamentario del partido en que militaba el presidente a sustituir, en este caso, al Partido Nacional Revolucionario, quien propuso a los siguientes individuos:

*Alberto J. Pani, ministro de Hacienda

*Joaquín Amaro Domínguez

*Abelardo L. Rodríguez, quien resultó electo. Cuando se escuchó su nombre en la terna del PNR, fue ovacionado, con lo que se entendió que sería electo por unanimidad.

*Juan José Ríos, secretario de Gobernación

Rodríguez ejerció la presidencia en calidad de sustituto del 4 de septiembre de 1932 hasta el 30 de noviembre de 1934, en calidad de presidente constitucional de México, con la misma política que tuvo en su época de gobernador de Baja California.

Continuará…

 

Guillermo Zavala

Tijuana, B.C

 

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Autor(a)

Carlos Sánchez
Carlos Sánchez
Carlos Sánchez Carlos Sánchez CarlosSanchez 36 carlos@zetatijuana.com
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