Era el mediodía del martes 29 de mayo y sobre la banqueta se encontraba una persona de aspecto indigente, quien extendía olores fétidos y al tiempo presentaba convulsiones. Fueron dos ocasiones en las que ciudadanos, al no saber qué hacer, llamaron al 911, pero el reporte no trascendía al saber que se trataba de una persona indigente, como fue nombrada por la operadora. Finalmente, después 30 minutos, una ambulancia asistió al sitio para brindar atención médica al afectado.
“Íbamos pasando y él señor ya se estaba convulsionando, por eso llamamos al número de emergencia. Realmente no sabíamos qué podíamos hacer, pero cuando nos preguntaron de qué se trataba la emergencia y al describir a la persona, la operadora solo minimizó el hecho llamándolo indigente y aseguró que cuando hubiera oportunidad, asistiría una unidad de Seguridad Pública, como si la vida de esta persona no valiera lo mismo que la de cualquier ciudadano”, refirió de manera anónima un joven que denunció el hecho.
Y así, deambulando en las calles de la ciudad, sucios, con vicios y desprotegidos, se encuentran cientos de personas en situación de calle, mismos que son llamados vagabundos. No solo el día es largo para ellos, quienes a cuentagotas consiguen los pesos suficientes para alcanzar a comprar un pan, o bien, quienes en la mayoría de los casos, completan la dosis exacta que les hará seguir de pie, aunque esto signifique menor calidad de vida.
Carentes de hogar, de servicios médicos, alimentación, trabajo y atención, es como jóvenes y adultos, sin excepción, circulan en las calles del Municipio de La Paz, buscando un refugio en los días de sol y frío.
Los indigentes, tras el paso de los años y las distintas administraciones, no han sido un reflector suficiente para recibir ayuda de las instancias de gobierno, llámese Municipal, Estatal o Federal, pues, aunque siempre se exponga el interés de atenderlos, la realidad es que nunca se hace nada para cambiar la situación en la que se halla este sector de la población. Armando Martínez Vega, actual alcalde del Municipio de La Paz, aseguró que de tiempo atrás se tenía un programa que podría beneficiar a esta sección, sin embargo, la falta de recursos solo los ha llevado a que quede solo en proyectos.
“Había un programa que estaba llevando ahí a cabo el DIF, realmente aún no se ha concretado porque era un tema de espacios y de infraestructura; se planteó por ahí el proyecto, pero no hemos podido caminar en este sentido. Gobierno del Estado tenía un empate por ahí también, pero se quedó en proyecto, no hemos podido tener recurso, porque era un tema de un albergue, pero ahorita nosotros, cero recurso, no hemos podido hacer gran cosa más que a veces apoyar ahí, cuando son temas delicados”, explicó Martínez Vega, Alcalde de La Paz.
De acuerdo a los números de Protección Civil Municipal, en la capital del Estado existen alrededor de 100 personas en calidad de calle, todas ellas refugiadas principalmente debajo de los pocos puentes de la ciudad, terrenos y casas abandonadas.
Estas personas frecuentemente suelen destacar por tener problemas graves de adicción y alcoholismo, situación que los lleva muchas veces a ser discriminados por la sociedad.
“Quizá estoy mal, pero cuando veo un indigente siempre saco la vuelta, me da miedo que puedan hacerme algo a mí o a mi niña; siempre huelen a alcohol y siento que nos pueden dañar”, comentó Berenice Medina, madre de familia.
Con la apertura de la temporada de huracanes, este sector es considerado vulnerable, por lo que aseguran, se les dará la misma protección que a la ciudadanía.
“En el tema de huracanes siempre entran los códigos de preservación de este tipo de gentes; cuando hay huracanes, no nada más se protege a la sociedad entera, sino también indigentes y todos los que se encuentren en las vías que tengan riesgos”, comentó el Alcalde.