El artista estadounidense Paul Ecke inauguró la exhibición “Guerreros con mensajeros” en la rampa de la galería El Cubo del Centro Cultural Tijuana (CECUT), el viernes 8 de junio por la noche.
Bajo la curaduría de Virginia Repasky, la muestra consta de ocho esculturas blandas de figuras humanas de tamaño real, color blanco y elaboradas con algunos materiales como alambre, cartón, tela y una diversidad de elementos incorporados tanto desechos industriales como cuarzos o astas de venado, donde el simbolismo se hace presente desde las representaciones de aves y mariposas hasta en los detalles que integran las obras.
Durante la apertura de la exhibición, Paul Ecke (Los Angeles, 1963), se mostró complacido por exponer por primera ocasión en México, luego de compartir su obra a través de individuales y colectivas en museos y galerías de Estados Unidos:
“Estoy muy agradecido por esta increíble oportunidad de poder exhibir en este museo y centro cultural, CECUT, el cual es a un nivel de clase mundial”, expresó para empezar Paul Ecke.
En la ceremonia de inauguración, Ecke también compartió no solo el origen de sus esculturas sino también el misticismo y simbología de su proyecto artístico que inició en 2014:
“Este nuevo cuerpo de trabajo representa mi peregrinaje a Abadiania en Brasil, donde Juan de Dios, el médium espiritual reside. Viajé a esta tierra lejana con la esperanza de una sanidad física en mayo de 2014. Los 14 días de estadía en este lugar santo inspiraron las esculturas que he creado. ‘Guerreros con mensajeros’ son una instalación de técnica mixta a escala real de vida”, expresó Paul Ecke, bajo la traducción de Norma Samuelson.
Ecke también se refirió a las esculturas blandas en diversas posiciones, algunas contemplativas, sentadas, flexionadas o de pie, otras en actitud laboral o mostrando su personalidad o cualidades de los personajes guerreros representados:
“Mi intención al crear cada escultura fue el comunicar al espectador la imagen etérea que experimenté en Abadiania. Cada escultura representa un amigo, un miembro de la familia o un compañero quien perdió su batalla contra el cáncer. A cada escultura de guerrero le he asignado un atributo predominante que experimenté con cada una de estas personas. Son guerreros de amor, perseverancia, naturaleza, conocimiento, fuerza, pasión, indulgencia y esperanza. Cada una de estas hermosas almas me ha dado mensajes o regalos. Todos los mensajes tienen una base espiritual”.
En cuanto a la técnica de la escultura blanda de base metálica con alambres como soporte, el artista detalló que los materiales incorporados responden a la simbología de cada personaje representado o abstraído:
“He incorporado muchos objetos incluyendo mariposas, tableros de computadoras, cristales, pájaros y una gran cantidad de otros objetos en las esculturas. Ellos tienen mucho significado para mí pues simbolizan y llevan mensajes de vida hacia mí. Mi objetivo para cada escultura es el reflejar diferentes emociones hacia cada espectador, de acuerdo a la vivencia personal del espectador”.
Asimismo, también expresó sobre el proceso de creación luego de su viaje a Brasil con fines espirituales:
“Las esculturas comienzan con resina y estructuras de metal. Construyo una base con cáñamo, arcilla, tela, alambre, hilo y láminas de cobre. La base blanca es simbólica de cada lienzo vacío esperando el transformarse en una obra. Abre el camino para la creación de cualquier cosa que la mente pueda concebir”.
Sobre el color blanco de sus esculturas, Paul Ecke argumentó: “Blanco contiene un balance de todo el espectro, representando todos los aspectos del color. Blanco es color de los nuevos comienzos, limpiando la pizarra. Blanco ofrece una limpieza interior y purificación de los pensamientos, las emociones y finalmente el espíritu, refrescando y haciendo más fuerte nuestro sistema de energía”.
“A pesar de que hay algunas connotaciones negativas hacia el blanco, particularmente en las culturas occidentales, como por ejemplo mucho blanco puede sentirse frío, aislado y vacío, implica un sentido de esterilidad, desprendimiento y desinterés, proveyendo poca estimulación a los sentidos. En otras culturas es tradicionalmente relacionado a la muerte y el luto. En esas culturas la muerte normalmente significa el fin de una vida y el comienzo de otra, moviéndose hacia adelante a una nueva vida, un nuevo comienzo”.
“Creo en la definición de que la luz blanca es el espacio dentro del universo donde las energías positivas están guardadas. La luz blanca puede ser cualquier persona (sanadores, empáticos y usted también), la cual protege de las energías negativas o vibraciones. La luz blanca es para purificación y transformación. Las ocho esculturas de guerreros representan esas almas que he conocido quienes ya han pasado por la transición y representan una luz en mi vida. He aprendido muy valiosas lecciones de cada uno de estos maestros”.
Finalmente, el artista se refirió al simbolismo de las aves y mariposas blancas que pululan sobre las figuras humanas:
“Los mensajeros son las mariposas y los pájaros. La mariposa representa la nueva vida o resurrección. Mariposas muestran a los invitados que a pesar que físicamente los seres queridos no están con nosotros, su alma está presente y experimentando una nueva aventura”.
“Los pájaros representan el espíritu. Es el perfecto símbolo de libertad y perspectiva porque vuelan alto en el cielo. Los trabajadores de luz nos dicen que ellos son mensajeros de los dioses quienes proveen a los humanos con un puente entre lo mundano y la vida espiritual”, concluyó Paul Ecke en voz de Norma Samuelson.
“Guerreros con mensajeros” puede apreciarse en la rampa de la galería El Cubo, de lunes a domingo, de 10:00 de la mañana a 7 de la tarde; entrada libre.