13.1 C
Tijuana
viernes, febrero 16, 2024
Publicidad

El padre abandonado

Lo que voy a narrarles en esta breve historia,

no pretendo lo lean sintiendo que es reclamo,


Publicidad


solo que algunas veces llegan a mi memoria

palabras de mi padre, que Dios tenga en su gloria,

diciéndome quedito: “hijito, cuanto te amo”.


Publicidad

 


 

Fue parte de mi infancia por unos cuantos años.

Añoro sus abrazos, sus besos, sus caricias,

también sus coscorrones, nalgadas y regaños,

pero el pastor eterno lo llamó a sus rebaños

y por muy poco tiempo disfruté esas delicias.

 

Ahora veo con nostalgia que papás ya mayores,

con crueldad por sus hijos, han sido abandonados,

muriendo solos de tristeza estos señores.

Si algunos sobreviven es porque hay bienhechores,

como ángeles velando por seres despreciados.

 

Un papá es como un árbol, sosteniendo los nidos,

con sus ramas frondosas cuidando de verdad

a todos los polluelos, trinando, haciendo ruidos,

anhelando que el padre escuche sus gemidos

para que los proteja de cualquier tempestad.

 

Quitando las espinas, nos limpian el sendero,

allanando el camino con garra y devoción,

cargándonos en hombros, podemos ver primero.

Lo que ellos no tuvieron, nos lo dan con esmero,

ingratos lo olvidamos sin consideración.

 

¡Nunca un papá por su hijo debe ser olvidado!

Merecen ser amados con alma y pensamiento.

Un padre solitario, triste y abandonado,

que diera por sus hijos su vida y su legado,

hay que inmortalizarlo con un gran monumento.

 

José Miguel Ángel Hernández Villanueva

Tijuana, B.C.

Autor(a)

Carlos Sánchez
Carlos Sánchez
Carlos Sánchez Carlos Sánchez CarlosSanchez 36 carlos@zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas