El jueves 7 de junio, el dólar se vendió en promedio en 19.35 pesos en centros cambiarios de Tijuana, aunque en algunos establecimientos alcanzó los 19.70 pesos; cotización “prácticamente un peso” por encima de la registrada el 31 de mayo, informó Carlos Leos Martínez, presidente de los Centros Cambiarios Asociados de esta ciudad.
La imposición de aranceles de Estados Unidos al aluminio y al acero, y la respuesta mexicana de establecer aranceles a alrededor de 200 productos de origen estadounidense, ha generado incertidumbre y pesimismo ante la posibilidad de que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) llegue a su fin, lo cual presiona al tipo de cambio.
A más de 72 horas de que México publicó la disposición, “no tenemos una corrección en el rumbo que pudiera encaminar al buen término de las negociaciones”, ya que el gobierno del Presidente estadounidense Donald Trump, no se ha pronunciado al respecto, ni se ha logrado que nuestro país quede exento de los aranceles americanos.
En entrevista con NEGOCIOZ, Leos Martínez observó que la próxima semana se espera un mayor fortalecimiento del dólar frente a las divisas del mundo, particularmente frente al peso, ya que analistas prevén que en la reunión de los días 12 y 13 de junio, la Reserva Federal incremente 25 puntos base la tasa de referencia.
Por otro lado, pronosticó que si el secretario de comercio de la Unión Americana, Wilbur Ross, o el jefe negociador de la modernización del TLCAN, Robert Lightizer, hacen declaraciones a favor de la continuación del acuerdo comercial, el peso podría recuperar hasta 80 centavos, para regresar a venderse en 18.50 pesos aproximadamente. De lo contrario, la moneda mexicana podría alcanzar los 20 pesos en el mercado al menudeo.
“La paridad dólar-peso se está acercando a la zona de intervención del Banco de México”, estimó el empresario para complementar: “Hace más de 14 meses que el banco central no hace una subasta de dólares”.
En ese tenor, la Comisión de Cambios podría intervenir el mercado cambiario mediante tres estrategias. La primera, la subasta directa de dólares; la segunda, el incremento del monto de las coberturas cambiarias; y la tercera, elevar la Tasa de Interés de referencia.
“Es muy probable que la Junta de Gobierno del Banxico se vea obligada a aumentar la tasa de interés el próximo 21 de junio”, ya que la depreciación del peso impacta a la inflación, la cual remontará pese a que en los últimos dos meses tuvo una tendencia a la baja.
“Es evidente que la depreciación del peso se traslade a los precios de los productos de la canasta básica y por consiguiente contrarreste lo ganado”, lo que significa una pérdida del poder adquisitivo de la población.
Paradójicamente, el abaratamiento de la moneda mexicana hace que los aranceles estadounidenses tengan menor impacto, “porque nos vuelve más competitivos”, situación que podría haber motivado a que el Banco de México aún no intervenga en el mercado cambiario.
Leo Martínez añadió que, contrario a lo que se piensa, la depreciación del peso mexicano incentiva la compra del billete verde. “En estos días se observó un aumento del 20% en las operaciones y montos en los centros cambiarios”.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en mayo de 2018 la inflación disminuyó 0.16% comparado con el mes previo, situándose a tasa anual en 4.51%. Esta última cifra es inferior a la reportada en mayo de 2017, de 6.16%.
El índice de precios subyacente aumentó 0.26% a tasa mensual, debido a que las mercancías se encarecieron 0.21% y los servicios un 0.30%
En contraste, el índice de precios no subyacente descendió 1.38% respecto a abril de 2018, como resultado de la disminución de los precios de productos agropecuarios, energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno, derivado de la instauración del esquema de tarifas eléctricas por la temporada de calor en diez ciudades del país.
Los productos cuyos precios aumentaron más a lo largo del quinto mes de 2018 fueron el gas doméstico, gasolina de bajo octanaje, el pollo, el transporte aéreo y la vivienda propia.
Mientras que las mercancías, cuyo costo bajó, fueron la electricidad, el limón, el huevo, el jitomate, el melón, la zanahoria y los automóviles.
Las ciudades que presentaron inflación por encima del promedio nacional a tasa mensual fueron: Iguala, Guerrero (0.68%); Puebla, Puebla (0.56%); Ciudad Acuña, Coahuila (0.53%); Tijuana, Baja California (0.53%); y San Andrés Tuxtla, Veracruz (0.43%).
Las localidades que presentaron un encarecimiento de productos y servicios por debajo de la media nacional mensual fueron: Huatabampo, Sonora (-7.70%); Mexicali, Baja California (-7.06%); Culiacán, Sinaloa (-6.65%); Hermosillo, Sonora (-2.78%); y La Paz, Baja California Sur (-2.75%).
Para finalizar, ante la amenaza de que el gobierno estadounidense imponga más aranceles como a los automóviles, Leos Martínez reflexionó que de darse esa posibilidad, se entendería que “hemos llegado al fin del TLCAN. Difícilmente podríamos negociar un acuerdo de libre comercio cuando nos estamos imponiendo castigos”.
