Yo como residente de Tijuana, sé y conozco y he visto que la línea y conductos de agua potable en la ciudad, son viejísimos, obsoletos y nadan de agua en donde menos piensa uno, como hongos. Aparece una fuga, hace uno el reporte, debe esperar en el teléfono como 15 minutos y por fin contestan. Llega la cuadrilla de la Cespt a reparar o tapar la fuga; con más de 50 años de “experiencia”, abren cruelmente un boquete en el whitetopping, pavimento o terracería, sin nada de geometría en el corte y así evitar un enorme socavón.
Acá en mi colonia tuve la idea de contabilizar las fugas de aguas aparecidas ya “selladas” y en el olvido, como socavón y ya futuro bache. Donde queda dañado el cemento hidráulico, éste lo tapan con tierra amarilla y todo queda allí. Conté estos nombres de calles con resolución de abandono, de fuga tapada, pavimento roto, bache y en el olvido que dejó Cespt ante el reporte; Callejón Bamoa, calle Ahome, Av. San Blas, Av. del Fuerte, calle Culiacán, Av. José Alfredo Murua Martínez, y otras más que hasta la fecha siguen.
El mundo termina siendo testigo de donde se presentó una fuga de agua y que hoy es bache, pavimento roto, socavón y la Cespt no ha concluido su trabajo de dejar bien el pavimento, como debía ser y como estaba.
ZETA, la otra vez sacó un reporte de la gran cantidad de baches en Tijuana y Cespt como corresponsable del municipio, pues por qué tanto bache, el 50% de vías públicas en Tijuana presentan algún tipo de accidente. La Cespt abre, sella y se va, y en el olvido deja la abertura en la superficie de rodamiento y ¡pum, tras! Zigzagueando los automovilistas en Tijuana. Esa contabilidad es en mi colonia, cuando son más de 500 asentamientos; ante esto, ¿cuántos agujeros abrieron Cespt y allí están?
Las compañías Izzi abren y meten sus líneas de teléfono color rojo, verde, negro, azul, también abren, no tapa bien y allí quedan los baches, sin olvidar el marranero de cables en los postes de CFE y basura que dejan al trabajar; pedazos de cable, basura, baches y estorbo físico. Ahí está Cespt e Izzi, ganan millones, pero no invierten bien en terminar sus trabajos y la ciudad paga y afea su visión pública, y los automovilistas toreando los baches. Así pues, la situación con estas compañías, una local y la otra foránea, hacen los trabajos a medias y al “ahí se va”. Daños colaterales que no deberían existir si hicieran las cosas bien y con responsabilidad, o realizando una buena inspección por parte de los “supervisores”. Pobre Tijuana, cómo soportas daños, vejaciones y barbaridades que no deberían ser una realidad ni una verdad.
Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez
Tijuana, B.C.