La realidad de la investigación de las escenas del crimen en Tijuana dista mucho de la espectacularidad expuesta por los programas de televisión estadounidenses.
En el año con más homicidios registrados en la historia de la ciudad, 55 personas con formación profesional poco relacionada con la criminalística, pero con capacitación constante, procesan en promedio las 6 escenas de los asesinatos que se cometen en promedio diariamente, y que a la fecha suman más de 1125.
Los peritos del Grupo de Criminalística de Campo y los agentes ministeriales procesadores del Grupo de Apoyo a la Comandancia de la subprocuraduría de Zona en Tijuana cuentan con varios años de experiencia en actividades de procuración de justicia y la clara noción de la importancia de su trabajo para la búsqueda de delincuentes.
Por eso, cada huella, bala, arma, o indicio que hace “hit” o coincide con uno de los que se cuentan en los registros delictivos oficiales, es celebrado como victoria propia y de equipo.
De abril a la fecha, han procesado unas 500 escenas del crimen, de las que han resultado unas 50 órdenes de aprehensión.
Los principales retos a los que se exponen van más allá de permanecer en un lugar de riesgo, se enfrentan a largas jornadas de trabajo, insuficiencia de material por el incremento de las muertes violentas y ciudadanos que ignoran el acordamiento y contaminan las escenas del crimen y complican a las unidades procesadoras su trabajo.
Además, llegar a lugares de difícil acceso, escenas del crimen amplias, incluso el clima y por supuesto la bofetada diaria que, aun con su personalidad ecuánime, les hace cuestionarse cuándo va a parar la violencia.
Cada escena les toma de tres a cinco horas en procesarla y participan hasta 14 personas, entre ministeriales, peritos y policías municipales, lo que depende del tipo de caso, la extensión de la escena, el lugar, entre otros factores.
22 agentes y 23 peritos para investigar las escenas del crimen de Tijuana. Fotos: Jorge Dueñes
Consta de las etapas de acordonamiento, búsqueda de indicios, embalado, etiquetado y traslado, las cuales se llevan a cabo con equipo y material especializado. Cada indicio es registrado y protegido por separado para entregarse al Almacén Temporal de Indicios donde eventualmente serán usados para distintos peritajes, como comparación de huellas, análisis genético, balístico, etcétera.
Anteriormente, la única posibilidad de sentenciar a un delincuente era si éste confesaba o un testigo lo señalaba directamente.Con la entrada en vigor del Sistema de Justicia Penal Acusatorio, que le da al Estado, a través del Ministerio Público, la obligación de comprobar con datos físicos y materiales obtenidos de manera científica y técnica, la participación de una persona en un delito, la investigación de la escenas adquirió relevancia.
De esta manera, la actividad de peritos y ministeriales procesadores se perfila como una de las principales vías para obtener datos de prueba que vinculen a presuntos responsables de delitos, suficientes para liberar una orden de aprehensión y, posteriormente, para que comprobarle al juez su participación en determinado hecho delictivo.
ZETA acompañó a la unidad de procesamiento de escenas de intervención al restaurante de hamburguesas Carls Jr., frente a la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), donde el 20 de junio un hombre fue asesinado. En el recorrido, se pudo atestiguar la alta concentración que requiere su labor, la pérdida natural de indicios, el tiempo que puede tomar saber quién es la persona asesinada, la rapidez con que un lugar del crimen retoma su dinámica regular, entre otros.
