El Consejo Mexicano de Negocios, la Coparmex y el CCE condenaron que el abanderado presidencial Andrés Manuel López Obrador señalara a cinco empresarios de atentar contra su candidatura mediante negociaciones con el contendiente del PAN, Ricardo Anaya. Las organizaciones empresariales se valieron del comunicado de prensa, desplegado y redes sociales para tachar el señalamiento como “descalificaciones infundadas” y demandarle a AMLO que se condujera con respeto. Pero en su “Así no” al candidato de Morena, se abstuvieron de opinar sobre las expresiones y guerra sucia que en oposición al tabasqueño han emergido desde la iniciativa privada.
La arremetida de AMLO contra los inversionistas mexicanos se dio en pleno curso de las campañas electorales: “Tengo los nombres, son Alberto Baillères, German Larrea, Eduardo Tricio, Alejandro Ramírez, Claudio X. González”, afirmó el tabasqueño en Zongolica, Veracruz, donde aseguró que los aludidos le pidieron a Anaya disminuir el tono de sus ataques al presidente priista Enrique Peña Nieto para lograr una alianza con el partido tricolor en su contra. Posteriormente, López Obrador aprovechó su participación en la 59 Semana Nacional de Radio y Televisión para tildar al Consejo Mexicano de Negocios de “minoría rapaz” y acusarlo de querer desprestigiarlo, así como de tener secuestrado al gobierno y a las instituciones.
A propósito del descrédito del que se dijo víctima, recientemente Enrique Coppel Luken advirtió ante miembros de la Canaco en Culiacán, Sinaloa, que con un presidente que no habla inglés y tiene pocos estudios, México perdería lo que se ha alcanzado a partir de las Reformas de Peña Nieto. En alusión directa al tabasqueño (quien ha llegado a admitir que no maneja la lengua sajona), el empresario observó: “Se vale que estén en desacuerdo conmigo, si alguien quiere opinar a favor de López Obrador, se vale también”.
La atmósfera en general se refuerza con spots en internet patrocinados por la iniciativa México Mejor Futuro/Agenda Pública del Sector Privado, los cuales demeritan planteamientos como los del izquierdista y tienen como antecedente la campaña negra contra éste auspiciada por el CCE en 2006.
“El Peje” aseguró en Matehuala, San Luis Potosí, tener “pruebas de que (sus detractores) están dando dinero para la guerra sucia”, presunciones que no trascendieron y las cuales en todo caso, fueron parte de un escándalo que al final de cuentas puede incrementar la popularidad del candidato. Según publicó Forbes, las críticas que en el mismo contexto emergieron por su oposición al Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), después de todo aumentaron sus niveles de aceptación de 40 a 50 por ciento.
Finalmente, el discurso del sector privado se atenuó con un llamado a López Obrador a debatir y por su parte, éste se dijo dispuesto a revisar con Peña Nieto, el proyecto del NAIM.
