El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que su país abandona el acuerdo nuclear con Irán, firmado en 2015 por el ex mandatario Barack Obama y cuyo objetivo era impedir durante el acceso iraní a la bomba atómica, a cambio de levantar las sanciones económicas contra el régimen.
El republicano firmó un decreto para romper el pacto y reanudar las sanciones. Aparte de Irán, el resto de firmantes: Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia, China, ya ha anunciado que no desean abandonar el acuerdo nuclear, el cual había sido calificado por Trump como “el peor acuerdo que he visto en mi vida”.
ÚLTIMA HORA | Trump rompe el pacto nuclear con Irán. Así ha sido el anuncio https://t.co/FW6pgnr8T1 pic.twitter.com/YqrIlqTT3F
— EL PAÍS (@el_pais) 8 de mayo de 2018
Trump exigía para mantenerse en el acuerdo nuclear, firmado entre Teherán y el Grupo 5_1 (EU, Rusia, China, Francia y Reino Unido, más Alemania), limitar el sistema de misiles balísticos de Irán y su influencia en la región. La presencia iraní en Siria preocupa a Israel, aliado de Estados Unidos, que ha amenazado incluso con efectuar acciones militares, de ser necesario.
Según el diario The New York Times, el Presidente estadounidense dijo este martes por la mañana a su homólogo francés, Emmanuel Macron, que planeaba anunciar el retiro de Estados Unidos del Acuerdo nuclear con Irán, según una persona informada sobre la conversación.
La decisión del Presidente acabó con uno de los logros en política exterior de su predecesor, Barack Obama: la firma con otras seis naciones del Plan Exhaustivo de Acción Conjunta (JCPOA, en inglés).
Durante las últimas semanas los líderes de Reino Unido, Francia y Alemania cabildearon con Trump para frenar su salida del acuerdo.
“En los últimos días, escuchamos numerosas discusiones sobre el acuerdo con Irán, hay muchas contradicciones y tensiones sobre este tema, el Plan de Acción Integral Conjunto es un acuerdo internacional que se logró a través de las negociaciones entre Teherán y el Grupo 5+1 y fue aprobado por la resolución correspondiente del Consejo de Seguridad de la ONU”, aseveró el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Geng Shuang.
El representante de China manifestó la posición firme del país asiático en el mantenimiento de los acuerdos alcanzados en 2015. “Beijing seguirá manteniendo una posición objetiva e imparcial, estableciendo contactos con todas las partes interesadas y cumpliendo el acuerdo”, expresó el representante del Ministerio chino.
Por su parte, Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, alerta sobre las probables consecuencias que derivarán si no se mantienen los acuerdos. “Ustedes conocen bien la postura de la parte rusa, del presidente Putin, sobre las inevitables consecuencias nefastas de cualquier acción que persiga romper el convenio”, declaró.
IRÁN NO TEME A LAS SANCIONES, NI A LAS AMENAZAS DE EU
“Nuestros enemigos, incluido Estados Unidos, el régimen sionista [Israel] y sus regímenes títeres en la región, deben saber que la nación iraní se ha preparado para los escenarios de amenazas más peligrosos”, dijo, por su parte, el “número dos” de los Guardianes de la Revolución, el general Hosein Salamí.
Según la televisión estatal, Salamí señaló que Irán demostró que “no puede ser derrotada y que es capaz de protegerse frente a sus enemigos”. Asimismo, el general advirtió de que su país es actualmente “una superpotencia en la región” y no teme las sanciones de Estados Unidos, ni su agresión militar.
Asimismo, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, Mohamad Baqerí, dijo que el gran poder defensivo de Irán “previene de cualquier tipo de amenaza”. “El pueblo iraní puede estar seguro de que las fuerzas armadas han cumplido muy bien sus misiones en todas las áreas y que no hay necesidad de preocuparse por las amenazas extranjeras”, aseveró.
Por su parte, el presidente del parlamento nacional, Ali Larijani, declaró que la salida de Trump del pacto incrementaría la unidad entre los iraníes; mientras que, el presidente del Banco Central, Valiollah Seif, declaró a la televisora estatal que las decisiones estadounidenses no crean un problema en la economía nacional.
