En caso de que la candidata dimitente, Margarita Zavala, apoyara a uno de los contendientes por la presidencia del país, los votos que el electorado pudiera darle en la boleta, el 1 de julio, serán intransferibles.
“No contarán para ningún candidato”, dijo la consejera electoral Pamela San Martín, “porque en México no existe ningún mecanismo de transferencia de votos”. Explicó que “no está en la voluntad o no es derecho o prerrogativa de los candidatos, decir para quién” cuentan los sufragios a su favor.
Ante el hecho de que el nombre de la ex panista aparecerá en la cédula de voto, la entrevistada expuso que fue imposible hacer ajustes, toda vez que para el momento en que Zavala dimitió, se había impreso 45% de las papeletas y “la Ley marca que una vez impresas las boletas, no procede su reimpresión”.
Tras darse la renuncia de la ex primera dama a la candidatura presidencial independiente, el dirigente del PRI, René Juárez, la invitó a sumarse a la campaña del candidato por ese partido, José Antonio Meade, y conminó a los seguidores de la política cedemeña a “no dar saltos al vacío”; según trascendió. En tanto, el abanderado del PAN, Ricardo Anaya, anunció que había acordado reunirse con ella en el contexto de su dimisión.
En un primer momento, Zavala afirmó que no cerraría filas con algún otro contendiente.
El candidato a senador por Acción Nacional, Jorge Ramos, manifestó a ZOOM POLÍTICO que desde el ámbito de ese partido, “todos estamos haciendo un esfuerzo por que Margarita regrese a su casa, que es el PAN”, e informó que ha habido acercamiento con los exgobernadores José Guadalupe Osuna y Alejandro González Alcocer, quienes fueron parte de los 300 panistas que apoyaron a Zavala en sus aspiraciones como independiente. Ramos Hernández calificó la aproximación con los otrora mandatarios estatales como “el (posible) preámbulo de una unidad adentro del partido”.