Fue bajo la administración estatal de Narciso Agúndez Montaño, que en el año 2008, con una inversión superior a los 75 millones de pesos, lo que era conocido como “Balneario El Coromuel”, pasó a convertirse en “Parque Acuático El Coromuel”, esto tras la instalación de cuatro toboganes que se dispusieron al uso de los visitantes de esta playa.
Toboganes que tras el paso de los años y la falta de mantenimiento, se degradaron en “elefantes blancos”, pues Agúndez Montaño nunca contempló los requerimientos de mantenimiento, no capacitó a su personal para dar el mantenimiento requerido y mucho menos se contrató empresas para su cuidado, es decir, el gobernador perredista los dejó a su suerte.
Los toboganes no dieron el fruto que se esperaba, es por eso que la actual administración, bajo la dirección de la Administración Portuaria Integral (API) realizaron distintas investigaciones con especialistas, donde llegaron a la conclusión de que lo más viable para este espacio recreativo era la desinstalación de dos de los cuatro toboganes.
“Nos dimos a la tarea de hacer una investigación sobre los mismos, nos dimos a la tarea de traer especialistas en la materia y de los cuatro toboganes, dos de ellos se encontraban en muy mal estado, ya por el paso del tiempo, sequedades, enmohecimiento y la misma situación del desuso de los mismos; nos llevó a tomar la decisión por sugerencia de estas empresas de especialistas en manejo de los mismos, de retirarlos de manera definitiva”, explicó José López Soto, director de la Administración Portuaria Integral.
Por lo que, de los cuatro toboganes, con una inversión millonaria, al corto plazo de su existencia, apenas quedan dos, mismos que fueron completados con las piezas de los otros que desmantelaron por completo.
“Dejamos dos los que están más apegados al área recreativa, donde va la gente regularmente y retiramos dos que son los que están en la zona más alejada, en la zona de actividad; de cuatro hicimos dos, es decir, utilizamos lo que servía de lo que retiramos para poder dejar dos en óptimas condiciones; además no nos generan un costo adicional, tenemos la base laboral necesaria, misma que previamente les dimos una capacitación para que ellos mismos puedan darle el mantenimiento adecuado y no nos vuelva pasar lo que pasó por falta de experiencia”, comentó López Soto.
De acuerdo a la información proporcionada por Silvia Avilés, administradora del Parque Acuático, se cuenta con una planilla laboral de apenas cinco trabajadores aparte de ella, quienes son capaces de mantener el parque acuático en excelentes condiciones; además seis vigilantes que velan por la seguridad del mismo, las 24 horas del día.
Aunque por años de esta playa, su único atractivo era ser una de las más cercanas, en los últimos años se ha tenido una evolución impresionante, pues fue en verano de 2016 que Playa El Coromuel fue la primer playa en obtener el distintivo Blue Flag.
“Nos ha costado mucho esfuerzo mantener este distintivo, es un trabajo en conjunto que hemos realizado, fue en el mes de junio que nos hicieron la última revisión y salimos excelentes; realmente nos reconocieron los avances que hemos tenido y nos sentimos muy satisfechos de eso”, comentó Silvia Avilés.
Las revisiones para el mantenimiento de este distintivo tienen que ver con poder contar con los más altos estándares de calidad en el agua, educación ambiental, limpieza de la arena, seguridad y servicios.
Actualmente, la evolución del Parque Acuático ha sido impulsada a través de una empresa de tirolesas que llegó en 2017 a instalarse y hasta ahora ha sido recibida por sus visitantes de muy buena manera; asimismo dentro de esta playa se encuentran once locatarios que ofrecen distintos servicios, como renta de kayaks, sombrillas, venta de antojitos, cocos, entre otras cosas, además se aproxima la posibilidad de la apertura de un restaurante dentro de la misma playa.
Según los datos de API, en fines de semana se reciben hasta mil 200 visitantes.
“Después de los expendedores de comida, nieves y algunos servicios, ha empezado a fluir la gente como lo queríamos, llegando en los periodos vacacionales hasta 700 visitantes por día, los fines de semana hasta mil 200 gentes visitando el parque El Coromuel y en temporadas bajas fluctúa entre 69 y 79 personas de manera diaria”, comentó José López Soto.
Cabe mencionar que los toboganes que se encuentran en condiciones de ser operados son encendidos en temporadas altas de manera diaria con descansos postergados de una hora, y en temporadas bajas solo se encienden cuando hay grupos numerosos de gente que llega de visita a la playa.