Según Daniel de la Rosa, con cuatro narcomantas colocadas en noviembre de 2017 “se da el móvil que estamos consolidando”, indirectamente relacionado con el homicidio del ombudsman Silvestre de la Toba y de su hijo. Tienen identificadas a cinco personas que participaron en el crimen, incluyendo al autor intelectual
A más de una semana de la aprehensión de Omar González Murillo “El Osmar”, “El Pelosnacas” y/o “El Pelonchas”, presunto autor material del atentado contra la familia De la Toba Lucero, donde Silvestre de la Toba Camacho, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en Baja California Sur y su hijo Fernando perdieran la vida; además de que su esposa e hija resultaran heridas, fue dictaminada la prisión preventiva luego de que el indiciado fue vinculado a proceso. También la PGJE analiza el posible vínculo entre cuatro narcomantas que aparecieron en el malecón de La Paz a finales de octubre y el crimen del ombudsman.
Fuerzas de Inteligencia Militar vincularon directamente a “El Osmar” como miembro en activo del Cártel de Sinaloa, a través de la célula delictiva de Los Guzmanes, la cual era apoyada en logística por Misael “N”, ex agente de la Policía Municipal de La Paz y privado de la vida en Ciudad Constitución, Municipio de Comondú, el 27 de diciembre de 2017, al cual se vinculó como conductor de la camioneta en que viajaban los sicarios que dispararon contra la familia De la Toba Lucero.
El homicidio de Silvestre de la Toba ocurrió el 20 de noviembre de 2017 en Forjadores y Colosio, en La Paz; la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) identificó la participación de por lo menos seis personas, uno ya fallecido y ejecutado por delincuentes, y el detenido en días pasados en Culiacán, Sinaloa, por efectivos de la Marina y elementos de la Policía Estatal Preventiva de Baja California Sur.
“El juez de control, el juez de proceso, vinculó a proceso al imputado y dictaminó la prisión preventiva”, indicó Daniel de la Rosa Anaya, procurador general de Justicia del Estado.
“Cuando menos tenemos acreditada la participación de cuatro, cinco personas que iban a bordo del vehículo presuntamente y otra persona que tenemos identificada, aparte del autor intelectual”; agregó y, según el funcionario, en total fueron seis.
El viernes 27 de abril, la PGJE reveló ante medios de comunicación que mediante un trabajo de inteligencia e investigación se identificó al ex policía Municipal Misael “N” alias “El Misa” – quien perdiera la vida en diciembre- como parte de la célula que operó el homicidio del ombudsman sudcaliforniano. La vivienda del occiso ya había sido baleado en su vivienda por células contrarias el 11 de octubre de 2017, es decir, ya lo tenían ubicado y las fuerzas de seguridad lo dejaron operar, hasta vincularlo con el homicidio del presidente de la CEDH.
Daniel de la Rosa descartó que el homicidio sea causa del ejercicio de funciones o actividades desempeñadas por el ombudsman o que se trate de asuntos personales. La investigación refiere que cuatro narcomantas colgadas en noviembre de 2017, días después del homicidio, tienen que ver principalmente con el atentado a la familia De la Toba Lucero.
“Mensajes que dejaron los primeros del mes de noviembre, dos días después del lamentable suceso, hay otras dos que se colocan en los últimos de noviembre, fueron cuatro, ahí nos da el móvil que estamos consolidando”, puntualizó el procurador.
Autoridades confirmaron que algunos servidores públicos recibieron medidas de seguridad para prevenir alguna agresión en su contra, pues la amenaza fue clara y concisa: caerían más agentes, mandos, directivos y funcionarios de primer nivel
Los vinculados directamente al homicidio, son “El Pelosnacas”, “El Osmar” y/o “El Pelonchas”, ya vinculado a proceso, y el finado Misael “El Misa”.
Además, están siendo investigados dos sujetos más que viajaban en la camioneta, otro que ayudó a consumar el delito, así como el autor intelectual del homicidio.
En el lugar de los hechos, la PGJE localizó 93 casquillos percutidos de arma larga calibre .223, con la cual “El Osmar” dio muerte a Silvestre de la Toba y su hijo, y confirmó, uno de los fallecidos recibió por lo menos 37 impactos de bala.
LOS TENÍAN Y LOS DEJARON IR
“Bien dicen que al mejor cazador se le va la liebre, y así fue, todos sabemos que este caso se pudo resolver desde hace mucho tiempo, incluso 36 horas después del homicidio, faltó voluntad para poderlos asegurar, te puedo decir que hubo algo turbio y nos complicó el panorama, el problema es que toda la culpa la tiene uno como oficial, aunque el cochinero se haga arriba”, denunció a ZETA uno de los policías municipales adjunto al Mando Mixto Policial.
A primera hora del miércoles 22 de noviembre de 2017, en una brecha de Ciudad Constitución, Municipio de Comondú, elementos del 17 Regimiento de Caballería Motorizada de la Tercera Zona Militar hicieron la detención de un vehículo tipo Cadillac color negro, en cuyo interior viajaban cuatro hombres, los cuales al ver la unidad intentaron darse a la fuga y evadieron las indicaciones.
A los tripulantes se les aseguraron tres armas cortas y una larga, al parecer las investigaciones y según el hecho consumado, pudieron haber estado involucrados en el incidente, sobre todo “les causó incongruencia que un automóvil de lujo circulara a alta velocidad por una brecha, si estos hubieran circulado por la carretera nadie los hubiese detenido”, reiteró el agente.
La detención fue hecha por efectivos militares, antes de que fuera aprobada la intervención castrense; el aseguramiento lo hizo la Secretaría de la Defensa Nacional sin la participación de una autoridad civil, “hasta parecía que se escondieron para no apoyar ese día el operativo, los policías de Pelayo (entonces alcalde) se tiraron a perder”, refirió el policía.
La mañana del 1 de mayo de 2018, tres detenidos vinculados al homicidio de Silvestre de la Toba y su hijo, de nueva cuenta estaban puestos tras las rejas, después de una persecución lograron detener a tres de ellos, entre los que resalta Juan Manuel “N”, de 23 años de edad, presunto autor intelectual, y que ya estaba tras las rejas.
“Ya los tenían asegurados y milagrosamente se quitaron las esposas y se les pelaron, como de risa los tres se fugaron y no los encontraron, ahí pasaron el reporte en radio que andaban en persecución, pero era esa situación y que el procurador debe actuar contra los elementos, por lo menos deben revisar”, refirió el elemento de investigación de la Policía Ministerial.
Para concluir, Daniel de la Rosa Anaya confirmó que los involucrados, que ya están plenamente identificados, han sido detenidos con anterioridad, “estas personas están siendo investigadas en otras carpetas de investigación con diversos eventos de alto impacto que se tenían, algunas relacionadas con personas que ya habíamos tenido detenidas, en hechos delictivos que estas personas participaban; estamos consolidando y por supuesto les vamos a compartir tanto el móvil de lo que aconteció en este evento en particular, como los cómplices, el autor intelectual y todos los que hayan participado”, cerró el procurador de justicia.
Narcomensajes advirtieron homicidios a los que hoy vincula la PGJE
Desde el 31 de octubre de 2017, autoridades de los tres niveles de gobierno de Baja California Sur estaban avisadas de un atentado contra las instituciones por parte de células criminales emanadas del Cártel de Sinaloa, algunas de estas, Los Acosta o Los Javieres y/o Los Colores, que pasaron a llamarse Los Tegoripeños o Los Guzmanes.
“Lanzaron una advertencia de veinte días para que las autoridades los dejaran trabajar en Los Cabos, principalmente”, refirieron en su momento agentes de seguridad.
El principal narcomensaje fue colgado en el kiosco del Malecón de La Paz durante la madrugada del 31 de octubre.
“Rene alias 00, tú y tus pinches sicarios y los estatales, ministeriales, PGR y municipales y especialmente Carlos Mendoza gobernador de mierda y Arturo de la Rosa, ya estamos presentes en todo México somos los Guzmán, tienen 20 días para encuartelar a su bola de perros que ya empezará la limpia, así que rompan tratos con la contra y alinéese con los Tegoripeños”,
Atte Wero Layo y Jaime Acosta”, se leía en la manta.
La consigna indica que justamente veinte días después de su divulgación, habría un golpe al gobierno y así fue: la noche del 20 de noviembre, la familia De la Toba Lucero sufrió un atentado, en el cual padre e hijo, Silvestre de la Toba Camacho, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y Fernando Silvestre de la Toba Lucero, fueron asesinados; mientras que esposa e hija resultaron gravemente lesionadas.
Un día antes del homicidio del ombudsman sudcaliforniano, Fernando Rojas, comandante de la Policía Ministerial, fue privado de la vida fuera de su domicilio.
En el caso De la Toba, el procurador Daniel de la Rosa Anaya confirmó que el asesinato no tenía que ver con la actividad que desempeñaba el ombudsman, menos aún con su vida laboral, dejando entrever que en este hecho se está buscando vincular y tuvo que ver con cuatro narcomensajes colocados anteriormente en La Paz y San José del Cabo, en Los Cabos.
Luego de los atentados, grupos criminales aliados a Sinaloa se manifestaron en una narcomanta:
“Sr. GOBERNADOR ya está más que demostrado que estamos trabajando en la limpia de todo lo que nos estorba así que aliniese o correrán la misma suerte del Ministerial y de Silvestre y su familia. ATTE Los tegoripeños y los Guzmán”.
Inmediatamente el Gobierno del Estado reconoció los narcomensajes, comentaron que efectivamente eran consignas que se analizaban y que en ese momento podrían estar vinculados al homicidio; a la fecha, siguen sin confirmar si los mensajes tienen relación.
“Es una realidad, sí existen esas mantas, hoy estalla en medios nacionales, yo quiero decirles que por supuesto que me preocupan, pero no me amedrentan, yo habré de seguir trabajando como lo he venido haciendo para garantizar el compromiso que asumí de darle tranquilidad y seguridad a Baja California Sur”, señaló Carlos Mendoza Davis, gobernador de BCS, días después que Silvestre de la Toba fuera ejecutado.
Hasta el momento cuatro delincuentes siguen prófugos de la justicia, mismos que apoyaron en colgar los narcomensajes y participaron en los homicidios, las autoridades saben y los tienen identificados no por investigaciones, sino por las grabaciones de las cámaras de seguridad, pues al menos en el kiosco del Malecón de La Paz existe una cámara a 20 metros que grabó los hechos de principio a fin el día que se colgó el narcomensaje.