Harvey Weinstein se entregó este viernes -alrededor de las 7:27 hora local- en la Comisaría Número 1 de la Policía de Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés), para quedar bajo arresto y ponerse a disposición de la Justicia estadounidense por cargos de abusos sexuales levantados contra él. Aunque al llegar al lugar, miembros de la prensa ya lo esperaban, el productor de Hollywood evitó hacer declaraciones.
Weinstein llegó a la comisaría con traje oscuro, sin corbata y con un suéter, portando tres libros, y acompañado de otras dos personas que parecían guardaespaldas, mismos que lo resguardaron desde que salió de su vehículo hasta que entró a la Comisaría de la NYPD, para cumplir con el procedimiento de registro, donde le tomaron una fotografía y sus huellas dactilares.
Según lo informaron los medios especializados y locales basados en fuentes judiciales, se prevé que ya bajo arresto, el productor cinematográfico sea trasladado ante un juez con el fin de conocer los cargos levantados contra él, y lo más probable es que salga libre bajo fianza en las próximas horas, con una fianza de entre uno y dos millones de dólares.
Así fue el momento en el que ex productor de cine, Harvey Weinstein, se entregó a las autoridades en Nueva York para enfrentar cargos por agresión sexual. pic.twitter.com/aBYCVXuOXw
— Univision Noticias (@UniNoticias) 25 de mayo de 2018
El caso que lleva la Fiscalía del distrito de Manhattan -a cargo de Cyrus Vance- tiene dos causas pendientes contra Weinstein: una por abusos sexuales contra la aspirante a actriz Lucia Evans, supuestamente cometidos en 2004, y otra por la presunta violación de la actriz de origen español, Paz de la Huerta, ocurrida en 2010.
Desde octubre del año pasado, el productor de Hollywood ha sido acusado por decenas de mujeres, entre ellas la mexicana Salma Hayek Jiménez, tras las primeras denuncias aparecidas en la revista The New Yorker y en el diario The New York Times, lo que originó el movimiento #MeToo (#YoTambién) contra los abusos sexuales en la industria del cine, que se extendió a los medios de comunicación, entre otros sectores.
El caso de Weinstein también impulsó la creación de un fondo de defensa legal llamado “Time’s Up”, que suma 21 millones de dólares en donaciones hasta el momento, y que busca ayudar a mujeres con salarios bajos a protegerse de las consecuencias que puede tener denunciar los abusos sexuales de sus patrones.
En diciembre del año pasado, la revista estadounidense Time nombró la Persona del Año 2017, a las personas que se sumaron a la campaña #MeToo (#YoTambién), “quienes han roto el silencio: las voces que impulsaron un movimiento”, sobre las numerosas acusaciones de acoso en diferentes ámbitos de la vida pública y privada.
“Las personas que han roto su silencio sobre el abuso y el acoso sexual pertenecen a todas las razas, todas las clases de ingresos, todas las profesiones y prácticamente todos los rincones del mundo. Su ira colectiva ha provocado resultados inmediatos e impactantes. Por su influencia en 2017, son la persona del año de Time”, indicó la publicación.
En la campaña #MeToo han participado personas famosas y no famosas, como las actrices Ashley Judd, Angelina Jolie o Gwyneth Paltrow, o la cantante Taylor Swift, o la estrella televisiva Megyn Kelly, o la congresista de California Jackie Speier o la limpiadora de hotel Juana Melara.
El movimiento comenzó de forma espontánea en octubre pasado, después de que la actriz y activista Alyssa Milano siguiera la sugerencia de un amigo y tuiteó: “Si te han acosado o asaltado sexualmente, escribe ‘me too’ como respuesta a este tuit”.
El hashtag fue tuiteado casi un millón de veces en tan sólo 48 horas. Sin embargo, el movimiento #MeToo es más antiguo, ya que fue fundado por la activista Tarana Burke, en Twitter, hace una década, para crear conciencia sobre la violencia sexual.
