Emiley Sánchez de la O, de 40 años de edad, una de las dos sobrevivientes del accidente aéreo del Boeing 737 -operado por la empresa Cubana de Aviación- ocurrido la semana pasada en La Habana, murió en el hospital “a consecuencia de las severas lesiones traumáticas y las quemaduras sufridas”, según lo indicó este viernes el Ministerio de Salud Pública de Cuba.
Carlos Martínez, director del hospital Calixto García de La Habana donde estaba internada Sánchez de la O, había dicho que la mujer presentaba un alto grado de complicaciones, ya que tenía quemaduras en el 41 por ciento de su cuerpo.
“Su estado era crítico extremo, con un pronóstico desfavorable, manteniendo un deterioro progresivo, el cual no
fue posible revertir”, señaló a través de un comunicado emitido por la emisora estatal cubana Radio Reloj.
En primera instancia tres mujeres habían sobrevivido a la caída del avión, sin embargo, este lunes murió la primera de ellas, Gretell Landrove, de 23 años de edad. Tras la muerte de Sánchez de la O, la única que sobrevive es Mailén Díaz, de 19 años, sin embargo, su pronóstico es reservado.
Con el fallecimiento de Emiley Sánchez, originaria de Holguín -ciudad ubicada a unos 700 kilómetros al este de La Habana-, la cifra ascendió a 112 muertos, de los cuales 101 son cubanos, seis tripulantes mexicanos y cinco pasajeros extranjeros. Además, entre las víctimas fatales se encuentran cinco niños.
Las autoridades cubanas, junto a expertos de Estados Unidos y México, continúan con las investigaciones sobre las causas del accidente, mientras que la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) mexicana, informó el pasado lunes que había suspendido temporalmente las operaciones de Damojh, empresa que sólo poseía tres aviones Boeing 737 antes del accidente en Cuba, y que había sido suspendida dos veces previamente durante revisiones regulatorias.
El martes pasado los restos del piloto y copiloto del avión que se estrelló el viernes pasado cerca de La Habana, fueron identificados como el capitán Jorge Luis Núñez Santos y el primer oficial Miguel Ángel Arreola Ramírez, ambos de nacionalidad mexicana, informó este martes, Sergio Rabell, director del Instituto de Medicina Legal de Cuba.
El funcionario cubano señaló que en casos de accidentes aéreos está previsto que se hagan autopsias a la tripulación para detectar cualquier anomalía toxicológica, mismas que se llevaron a cabo según los protocolos internacionales, señaló en rueda prensa, pero los resultados no se hicieron públicos, porque forman parte del sumario de la investigación del accidente aéreo.
