Con respeto y admiración a las madres solteras
Abandoné todo sin importarme nada,
caminé por el camino que tú me señalaste,
creí en ti y en tus besos al sentirme amada;
solo con mentiras lograste enamorarme.
Contigo conocí el amor por vez primera,
tú me hiciste mujer… me hiciste tuya;
siempre encendida querías tener la hoguera,
tu susurro de amor… que así me arrulla.
Lo nuestro se terminó, me hiciste mucho daño,
me dejaste de amar al verme embarazada,
sentí morir al descubrir tu cruel engaño,
de mis ojos cayó la venda y me sentí frustrada.
Ahora soy feliz porque tengo un hijo,
él es mi amor, mi motivo de vida y consuelo,
y me enamoro buscando un acertijo,
deseo ser amada, es lo que más anhelo.
La vida me ha golpeado y he madurado tanto, tanto,
que ahora quiero ser amada por un hombre de verdad,
¡Ya quiero reír!, quiero ser feliz y olvidar el llanto,
lágrimas de sufrimiento, de tortura y soledad.
Encontrar quien me quiera, quien me ame y me proteja,
que me haga sentir mujer, que me acaricie tiernamente;
amarlo y que me enseñe a amar, sin verlo que se aleje,
que me ame sin reservas… que sea el dueño de mi mente.
¡Compromisos no quiero! Quiero ser amada con respeto,
tener a alguien a mi lado al momento de yo necesitarlo,
saber que tengo su amor sin mentiras y completo,
que mi corazón se desboque con sus besos… y yo amarlo.
La vida transcurre lentamente, dejándonos solo dolor,
la rutina diaria con sus necesidades nos pone a trabajar,
¡Quiero vivir! ¡Quiero ser amada!… ¡Quiero amor!,
…Que alguien, el amor me enseñe a disfrutar.
A corta edad conocí el sufrimiento, la soledad y la tristeza,
rechazada por la vida; de mi hijo espero su nacimiento,
solo el amor de madre me sostuvo con valor y entereza,
creí encontrar el amor y solo encontré un falso sentimiento.
Alfredo Flores Zamora
Tijuana, B.C.
