Al cumplirse 25 años de la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo este 24 de mayo, el arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, se pronunció a favor de que se esclarezcan los hechos de su muerte, toda vez que “han despertado una gran inquietud en el pueblo, deseando que se descubra la verdad, que se haga justicia”.
Durante la homilía, celebrada en el Instituto Juan Jesús Posadas Ocampo, localizado en la colonia Valle Verde, el obispo evocó la vida y obra de Posadas Ocampo, quien nació en Salvatierra, Guanajuato, el 10 de diciembre de 1926. Estudió en el seminario en Morelia, Michoacán, donde llegó a ser vicerrector.
El 23 de septiembre de 1950 se ordenó como sacerdote, y más tarde, el 21 de marzo de 1970, el Papa Pablo VI lo designó como segundo obispo de la diócesis de Tijuana, ya que entonces no era arzobispado, recordó Moreno Barrón.
Refirió que en 1982 Juan Pablo II designó al cardenal para ocupar la sede episcopal de Cuernavaca, y el 20 de mayo de 1987 el arzobispado de Guadalajara. Ciudad en la que murió en el Aeropuerto Internacional en 1993.
Al término de la homilía, en la que estuvieron presentes estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria; así como personal docente de dicho instituto; monseñor Moreno Barrón develó una placa, y se pronunció a favor de que las recientes muertes de sacerdotes en México “no sean estériles y hagan tomar conciencia al gobierno y a la sociedad, de que tenemos que cuidar no solo la vida de los sacerdotes, sino la de todas las personas que tienen una gran dignidad por haber salido de Dios”.
Señaló la necesidad de que las autoridades asuman su responsabilidad en la investigación e implementación de la justicia tanto de sacerdotes como de muchas otras personas, cuyos asesinatos quedan impunes.
En otro orden de ideas, Moreno Barrón, comentó que para la jornada electoral del 1 de julio, la Iglesia lleva a cabo una campaña para que haya una amplia participación de la ciudadanía, “que todo buen católico sea también un buen ciudadano y ejerza su derecho y deber de ir a las urnas”.
En ese sentido, aseguró que la Iglesia es respetuosa de la decisión de cada feligrés. “Simplemente es invitar a la comunidad a que actúe de acuerdo con sus convicciones. Quienes estamos al frente de la comunidad, obispos y sacerdotes, tenemos que orientar la conciencia de las personas pero sin violentarla, dejando que ellos tomen sus decisiones”
Abundó que esta propuesta incluye concienciar a la comunidad para que cada quien emita su voto de manera reflexionada y responsable, recordando que el voto es secreto. De tal manera que se garantice una amplia participación y podamos tener el gobierno que en este momento necesita México.
La campaña también implica jornadas de oración para pedir a Dios que los comicios se desarrollen en armonía y en paz, abundó.