Falta de dominio del idioma inglés y conocimientos en software y certificaciones, aumentan el déficit educativo a nivel superior. Universidades locales buscan que más jóvenes hagan estancias en empresas; sector privado, a favor de que se impulsen carreras técnicas. En México, por cada empleo generado hay seis egresados de licenciaturas
Durante el primer trimestre de 2018, 99 mil 680 personas con estudios universitarios buscaron empleo en Baja California. A este número le siguieron 26 mil 700 personas con nivel bachillerato, según un estudio de OCCMundial. En tercer lugar se ubicaron las 24 mil 920 que cursaban estudios profesionales; en cuarto, las 16 mil 20 con algún posgrado, y en último lugar, las 10 mil 680 con preparación técnica.
El reporte, que analizó más 6 mil 935 vacantes publicadas en la plataforma web de OCCMundial, determinó que más del 62 por ciento de las ofertas de empleo fueron de 10 mil pesos o menos; 28%, de entre 11 mil y 20 mil pesos. Mientras que 6%, entre 21 mil y 30 mil pesos; y el resto por encima de los 31 mil pesos.
Ulises Araiza Sánchez, presidente de la Asociación de Recursos Humanos de la Industria en Tijuana (Arithac), informó que en este segmento de la población la tasa de desocupación es de 2%; si bien es baja, no quiere decir que todos los jóvenes estén colocados para el puesto que estudiaron.
Dijo que el panorama laboral entre los universitarios se debe a que hay un déficit en la preparación que las universidades están brindando a los jóvenes. Ese desajuste entre el sistema educativo y el mundo laboral se refleja en múltiples factores, que van desde planes de estudios alejados de las necesidades de las empresas, hasta la falta de habilidades personales de liderazgo y trabajo en equipo.
Detalló que una de las principales carencias es la falta del dominio del idioma inglés. “Si salen de instituciones privadas este factor se reduce, puesto que hasta 80% de los jóvenes cuenta con un nivel de inglés óptimo; en contraste, 50% de los estudiantes de las universidades públicas tiene ese conocimiento”.
Otro aspecto importante es el uso de programas de cómputo que utilizan las empresas en sus actividades diarias; como ejemplo refirió los sistemas de contabilidad.
Algo en lo que coincidió un estudiante de cuarto semestre de la licenciatura de Contaduría en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), quien señaló que hasta el momento no ha visto ningún software de contabilidad.
Expuso que la enseñanza de estos sistemas de cómputo se da en los últimos semestres de la carrera, sin embargo, consideró que esta área económico-administrativa requiere que el personal trabaje desde antes de que se concluyan los estudios.
“Para alguien que no está familiarizado con el software contable va a ser difícil entrar a un despacho o empresa, porque a la mitad de la carrera no tienes la mitad de los conocimientos. Tienes las bases para hacer un registro de contabilidad, pero no sabes cómo aplicarlo en la práctica, porque la práctica ya no es arrastrando el lápiz, ya todo es electrónico”, afirmó.
Recordó que el plan de estudios se elaboró en 2009, y pese a que el ámbito legal está actualizado, pues en las aulas se ven las últimas reformas a diversas leyes, hace falta también mayor disposición de algunos catedráticos.
A decir del presidente de Arithac, en el caso de los egresados de ingeniería, la industria los capacita en administración de proyectos, certificaciones internacionales como los ISO, y estándares específicos de cada área. Contenidos que la escuela no proporciona.
Araiza Sánchez comentó que la capacitación de los jóvenes puede durar hasta seis meses y requiere una inversión entre 2 mil y 5 mil dólares, adicional al pago del salario, con el fin de que el recién egresado se inserte a la empresa y su productividad sea la óptima.
Otro aspecto relevante es la experiencia en el campo laboral, por lo que, los jóvenes que trabajan mientras estudian tienen más posibilidades de crecer profesionalmente, y obtener un mejor salario y más responsabilidades, apuntó el especialista en administración.
La diferencia salarial entre uno y otro puede ser de hasta 30%, debido a que la productividad puede aumentar hasta 50% cuando el joven ya trabajó previamente. Estimó que un recién egresado sin experiencia laboral puede tardar hasta dos años en encontrar un puesto acorde con lo que estudió.
En ese sentido, planteó la necesidad de que las instituciones de nivel superior modifiquen sus planes de estudio para que permitan a los jóvenes integrarse al mercado laboral desde que estudian.
Precisó que el sector manufacturero de Tijuana está orientándose hacia otras industrias como la médica, aeroespacial y de moldeo de plásticos. Con ello, se están generando empleos de otro tipo, especializados en sistemas para automatizar procesos, por lo que es importante que las escuelas formen los nuevos perfiles.
En México, por cada empleo generado hay seis egresados universitarios, quienes además de engrosar las filas del desempleo padecen precariedad laboral, ya que perciben salarios bajos y son contratados sin seguridad social, ni prestaciones de Ley como vacaciones y aguinaldo.
Datos del Informe 2018 del Observatorio de Salarios, de la Universidad Iberoamericana, señalan que más de la mitad (50.6%) de los jóvenes asalariados del país, cuya edad va de 15 a 29 años, no tiene prestaciones de Ley, a pesar de que la misma proporción labora más de ocho horas.
Además, 66% de los trabajadores tampoco cuenta con seguridad social. En cuanto al ingreso, el estudio presentado por el investigador Miguel Reyes Hernández, indica que poco menos de la mitad (49.1%) percibe de uno a tres salarios mínimos, es decir, un ingreso mensual de 7 mil 956 pesos como máximo, lo que significa que ocho de cada diez jóvenes no tiene un salario digno, y el ingreso de seis de cada diez está por debajo de la Línea de Bienestar del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Esta situación se recrudece en Tlaxcala, Chiapas, Morelos, Puebla, Hidalgo, Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Zacatecas y Michoacán, donde el salario promedio oscila entre los 2 mil 984.14 y 3 mil 547.63 pesos
En tanto, datos del Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco) refieren que actualmente hay 4.1 millones de estudiantes del nivel superior en el país, y que el salario promedio de alguien con esta instrucción es de 11 mil 327 pesos, 80% más que la percepción de quien solo cuenta con bachillerato.
UNIVERSIDADES APUESTAN POR MÁS VINCULACIÓN CON EMPRESAS
Las universidades Iberoamericana y UABC están estrechando sus lazos con el sector productivo. En el primer caso, la Ibero Tijuana tiene proyectado iniciar en agosto la Ingeniería Transicional, para que los egresados sean capaces de resolver problemas complejos al adquirir competencias soft skills, indicó Guadalupe Hernández Díaz, coordinadora de Relaciones Externas de esa institución.
Detalló que dichas habilidades formarían profesionales bilingües, con liderazgo y capacidad de negociación, y de trabajo en equipos multidisciplinarios y con integrantes de diferentes edades.
Otras ventajas de este programa académico son las metodologías de enseñanza, como el aprendizaje situado, y el aula invertida, para que el alumno aprenda en el campo y solucione problemas reales de forma innovadora.
“Durante los primeros dos años de la carrera, la universidad les dará una base sólida teórica en el área cuantitativa, mientras que los dos años restantes estudiarán directamente en la empresa, bajo la supervisión de un tutor dentro de ésta, y la guía de la universidad”, resaltó Hernández Díaz.
Esta ingeniería tendrá cinco áreas de especialización: industrial, mecánica, eléctrica, de materiales (particularmente en polímeros) y diseño industrial. Además, involucra la creación de convenios con empresas de los sectores automotriz, electrónico, mecánico y médico, para que acepten a los jóvenes.
Abundó que los grupos escolares no excederán las 25 personas, pues los tutores darán atención personalizada y de acuerdo con el perfil de cada estudiante, se les ubicará en los proyectos que se desarrollarán de la mano de las compañías en tiempos y costos determinados.
Por otro lado, el personal docente que impartirá las asignaturas estará conformado por líderes de la industria, permitiendo que los estudiantes creen una red de contactos que les facilite colocarse en un puesto laboral, y que las compañías capten talento.
En el caso de la UABC, el lunes 7 de mayo, el rector Juan Manuel Ocegueda Hernández solicitó apoyo al sector empresarial para abrir espacios suficientes para que los estudiantes efectúen estancias.
En ese sentido, Jorge Robles Contreras, jefe de Formación Profesional y Vinculación Universitaria de la UABC en Tijuana, refirió que el Proyecto de Vinculación en Créditos pretende que en la segunda mitad de la carrera, el alumno haga estancias en empresas donde se le permita practicar lo que está aprendiendo en un entorno real, con la guía de un tutor.
“Desde 2004 se empezó a incentivar este programa, para que las unidades académicas ubiquen más estudiantes en los proyectos de éste, y menos en cursos regulares. De modo que los estudiantes ya no tienen que venir a la universidad, pues lo aprendido en las empresas se toma como créditos escolares”.
Lo anterior permite una inserción más rápida y eficiente en el mercado laboral, al inhibir la falta de experiencia de los recién egresados. Precisó que este programa cuenta con más estudiantes de ingenierías, seguidos de las carreras económico-administrativas.
Aproximadamente 80% de los egresados de la UABC obtienen un empleo relacionado con su carrera durante el primer año de haber salido de la escuela.
Por otro lado, destacó el trabajo que se está haciendo para que más jóvenes se conviertan en emprendedores, ya sea auto empleándose o creando una empresa, con un componente importante de innovación.
Lo anterior, dijo, requiere que los estudiantes desarrollen habilidades de liderazgo y visión. En los últimos tres años, la incubadora Cimarrones Emprendedores ha brindado asesoría para que se constituyan 387 empresas.
HACEN FALTA MÁS TÉCNICOS
De acuerdo con el Imco, siete de los diez puestos más difíciles de cubrir en el país, se ofertan a nivel técnico, y tres carreras de este tipo son mejor pagadas que las cuatro licenciaturas peor remuneradas. Por lo que el organismo propone fortalecer la educación técnica superior.
El panorama nacional en ese rubro es similar al que se vive en Tijuana. Datos de Arithac indican que por cada ingeniero contratado se requieren diez técnicos. La industria necesita entre 2 mil 500 y 5 mil técnicos al año. Sin embargo, los ingresos que perciben estos, son inferiores a los de un ingeniero.
Para Manuel Flores, presidente de la Comisión de Educación de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Tijuana, lo anterior se debe a que en el país se menosprecia el ser técnico, mientras que en otros países como Alemania, tener estos estudios es digno.
“Un técnico alemán puede ganar más que un ingeniero”. Consideró que mientras ese panorama no cambie en México, los técnicos seguirán ganando menos, lo que desincentiva que más jóvenes se dediquen a ello.
En entrevista para ZETA, Gilberto Fimbres, presidente de Coparmex Tijuana y Manuel Flores, expusieron el Modelo Mexicano de Formación Dual, que desde 2014 vincula a las empresas y los estudiantes de bachillerato técnico de escuelas públicas como Conalep, CECyTE, DGTI y CBTIS.
Detallaron que el programa, instaurado en el país por la Cámara México-Alemana de Comercio e Industria (Camexa), permite que los estudiantes seleccionados con base en su buen desempeño escolar y con el apoyo de sus padres, se inserten en compañías desde el tercer semestre del bachillerato.
El modelo implica que el joven aprendiz tendrá una estancia por diferentes áreas de la empresa. Así, al término de su bachillerato técnico adquirirá conocimientos teóricos y prácticos, a la medida de su empresa. “La idea es que estos jóvenes se queden a trabajar en los centros laborales”.
Precisaron que las empresas también son seleccionadas, ya que es indispensable que “conozcan a fondo de qué se trata el modelo, y sepan que no están recibiendo mano de obra barata”, ya que a los estudiantes se les da un seguimiento personal que se va actualizando en la plataforma de Camexa. Aunado a que las compañías reciben una certificación.
A cuatro años de iniciar el programa, han egresado alrededor de 90 jóvenes, y actualmente hay 42 aprendices en nueve empresas reconocidas en la región.
Para Coparmex, la educación en todos los niveles es muy importante: “Los organismos empresariales nacionales y locales creemos que tenemos que alinear la formación de la lógica matemática y de la comprensión lectora en la infancia”, con el fin de revertir los resultados de la Prueba Planea, que revela, siete de cada diez alumnos en Baja California tienen conocimientos insuficientes en esas áreas.
De ese modo, el joven tendrá más posibilidades para elegir a qué se dedicará, y no como ahora, que muchos descartan ciertas carreras, con mayor remuneración, porque carecen de conocimientos.