Durante las casi dos décadas del presente siglo, quizá hayas percibido el paso más fugaz del tiempo y como el agitado ritmo de vida de las grandes ciudades del mundo, nos conlleva el estar al día de los principales avances de la ciencia, la tecnología, como el estar informados de los trascendentales acontecimientos mundiales.
Son maravillosas las redes sociales, el correcto uso de ellas nos permite adquirir conocimientos, compartir y recibir mensajes al instante, sin importar distancia, hablar con otras personas en un video llamada y mucho más.
Muchas personas de la tercera edad, como su servidor, nos hemos adaptado a estos admirables progresos, tomando clases de computación e internet para actualizarnos y obtener el máximo provecho de tan valiosa herramienta. Ha sido de mucho beneficio.
Sin embargo, procurando ser objetivo, cabe mencionar el inconveniente del tiempo considerable o el abuso de utilizar las redes sociales, olvidando nuestras responsabilidades de comunicación personal en nuestra familia, amistades, es decir, platicar en persona con nuestros seres queridos y amistades, y esto es algo importantísimo para que nuestras relaciones con los demás, sean más sanas. Parece ser que el título dado a la televisión en la década de los 70’s, como “La caja idiota”, ahora pasa a ser del internet. Claro, aclarando cuando uno se va al uso exagerado e irresponsable de cualquiera de estos dos aparatos.
Por otro lado, la aplicación de sistemas de automatización en algunas fábricas ha pasado a sustituir y despedir de su trabajo a varios obreros, ya que la maquina realiza el trabajo con mayor rapidez y menor costo. Cuestión de economía. También me causa asombro el invento tecnológico que se pretende instalar en la cabina de los pilotos de la línea aérea que así lo desee y que consiste en despedir de su trabajo a los aeronautas y únicamente se programe con anticipación en una computadora, el destino del vuelo y otros datos, para que el avión vuele solo de forma “segura’’. Yo nunca viajaría en un vuelo de esos. ¿Tú lo harías? Ojalá nunca se realice, porque la presencia de personas con excelente capacitación y experiencia de vuelo, como lo son los pilotos de aerolíneas, además de supervisión médica semestral muy rigorosa, jamás deberían ser sustituidos por una computadora que no tiene inteligencia propia, no tiene el valioso sentido común, ni las decisiones que se requieran hacer en cualquier circunstancia y ninguna clase de sentimiento. En fin, que cada quien viaje, como mejor le parezca.
Mi estimado lector: los dos ejemplos arriba mencionados son dos de tantos para reflexionar en la importancia primordial del ser humano en que debe estar primero Él, en sus necesidades básicas de salud, trabajo, alimentación, amor, educación, respeto y ante todo dignidad como persona, antes de cualquier innovación tecnológica que pretenda desplazarlo, como parte de una cultura del descarte, mencionada por el Papa Francisco.
Así es. El ser humano al formar parte de una familia, de una comunidad y la sociedad en sí, desea sentirse amado, aceptado, atendido en sus básicas necesidades de trabajo, bienestar y siempre anda en búsqueda de la felicidad. Parte de ese bienestar y felicidad que todos queremos, son las relaciones humanas y personales, con nuestros seres queridos, amistades y las demás personas. No podemos ni debemos vivir aislados como ermitaños, porque no es sano ni conveniente para nadie y es que además, nuestras necesidades afectivas las llevamos con nosotros desde que estábamos en el vientre de nuestra madre.
Hemos observado en muchas familias, la carencia de comunicación personal de atención personal de padres a hijos y de hijos a padres, porque cada uno esta idiotizado con su aparatito. Luego vienen las malas consecuencias y se andan quejando, y entonces la receta es tomar ajo y agua. Tú me entiendes y todo porque resulta para ellos más importante el celular y la computadora que mejorar su vida familiar. Comprendo que hoy es otra mentalidad, pero estoy en completo desacuerdo con ella.
Yo también comparto y recibo mensajes por las redes sociales, me comunico por celular y más cuando grandes distancias nos separan para saludar a familiares y amistades. Consulto el Internet para aprender y entretenimiento lo hago con moderación, por mi propio bien. Sin embargo, quiero decirte mi apreciable lector que prefiero mil veces que nos veamos personalmente para ver la expresión de tu mirada, sentir el contacto de tu piel cuando estreche tus manos; el poder darnos un fuerte y cariñoso abrazo para sentir en mi alma, en mi corazón, el calor humano de tu presencia y al mirar fijamente tus ojos, decirte desde el fondo de mi alma, cuanto te quiero, cuanto te amo. Eres muy importante para mí, cuentas conmigo no lo olvides.
P.D. Siempre que sea posible:
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Eduardo A. Velarde Vázquez
Tijuana, B.C.
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